El dueto dorado- tsubasaki

Separación

Separación

(Tsubasa Ozora)

-quiero el divorcio- escuché a Sanae decirlo, su voz mostraba la seguridad de su decisión a pesar de las lágrimas que rodaban por sus mejillas- ya no podemos seguir de esta manera

Miraba asombrado los papeles que tenía en mis manos, últimamente había pensado sobre eso pero después me reprendía ya que le haría daño a Sanae. Además no tenía la certeza que mi mejor amigo tuviese sentimientos románticos hacia mí.

Pero ver a Taro en los brazos del capitán francés hacía que me enfadara, siempre fue así, Pierre me dio una mala espina desde el momento que lo conocí. Vi que posó su mano en Misaki y tenían una plática agradable; Taro siempre fue una persona risueña y esa mirada llena de ternura que le dedicaba el francés hizo que inconscientemente interrumpiera su conversación con mi presencia. Quiero luchar y ganar el amor de Taro Misaki.

Pedí a Sanae que se siente y lo conversáramos, un silencio incomodo reinó en nuestra sala, lo único que podía hacer era mirarla mientras ella enjugaba sus lágrimas. No sé cuánto tiempo estaríamos en esa situación, tenía un nudo en la garganta.

-lo siento, Sanae- tomé su mano con delicadeza, con mucho temor por lo que le iba a confesar- yo quiero que seas feliz, esa frase te dije cuando te pedí matrimonio pero estoy seguro que últimamente no lo estoy logrando. Yo estoy...-

-estás enamorado de otra persona- me interrumpió Sanae con una sonrisa triste, la misma sonrisa que me mostró cuando partí hacia Brasil- lo sé desde que jugaron por primera vez, Tsubasa. Pero aun así pensé tener alguna oportunidad contigo y me alegré muchísimo cuando trataste de dejar el fútbol por mí; me sentí muy importante en ese momento y ni que decir cuando me propusiste matrimonio- colocó su mano en mi espalda dándome suaves palmaditas, como si en ese acto me demostrara su comprensión- encontré la felicidad contigo pero por fin te diste cuenta que yo no soy la causante de tu felicidad.

-muchas gracias Sanae-le abracé a mi gran amiga de la infancia, quien me apoyó desde que era pequeño y hasta ahora lo sigue haciendo- lucharé por ser feliz, te lo prometo. Espero que encuentres a tu destinado.

-y yo te apoyare donde quiera que estés!- exclamó con energía, con la misma actitud cuando estábamos en primaria- la próxima vez que nos veamos estoy segura que serás feliz, además tienes que invitarme a tu boda con Misaki eh?

Me sonrojé ante el comentario de mi amiga; después de firmar los papeles de divorcio, ella agarró sus maletas con rumbo de recorrer por todo el mundo. Al verla cruzar por el umbral de mi hogar sentí que un gran peso fue quitado de mis hombros, una nueva etapa en mi vida había comenzado.