El dueto dorado- tsubasaki

Te amo

Te amo

(Taro Misaki)

¿Acaso había escuchado bien? ¿Tsubasa y Sanae ya no eran esposos? ¿Pero cómo sucedió? Mi cabeza era un lío y las preguntas invadían en mi mente; estaba muy confundido pero en medio de todo eso, Sanae me dijo que no me preocupe por ella.

No sé cuánto tiempo estábamos en silencio, pero me sentía a gusto en los brazos de Tsubasa como si en ese acto me demostrara su apoyo y su cariño. Acariciaba con ternura mis cabellos, quisiera que este momento durara para siempre.

-yo también deseo lo mismo, Taro- mi mejor amigo susurró en mi oído, al escucharlo mi corazón se estremeció y le mire fijamente- recuerda que me basta con solo mirarte para saber lo que piensas

-Tsubasa, estoy confundido- con mucho pesar me separo de sus brazos, sus orbes azabaches me analizaban. Teníamos que poner en palabras nuestros sentimientos- que fue lo que sucedió?

Tsubasa agarró mis manos con sumo cuidado y las colocó en la altura de su corazón, la calidez de su cuerpo hizo que mis mejillas se sonrojaran ante tal muestra de cercanía- quiero serte sincero y expresar mis sentimientos hacia ti- sentía que los latidos de su corazón se aceleraban- Taro Misaki, yo te...-

El sonido de mi celular nos sacó de aquel ambiente tan cercano que habíamos creado, cogí mi celular con fastidio y veo el nombre de mi amigo rubio en la pantalla del celular. Un mal momento para llamar, tenía que atenderlo o sino timbraría hasta que le haga caso.

-hola, ahora no te puedo atender. Te llamo mañana- con esas pocas palabras di por terminada la conversación, apague mi celular para que nadie nos interrumpa. Tsubasa me miraba con una sutil sonrisa, imité su actuar y mis pies me guiaron hacia su lado.

-lo siento Tsubasa pero no te preocupes, ya apagué mi...

-te amo Taro Misaki y quiero estar a tu lado por el resto de mi vida- su voz mostraba tanta seguridad y firmeza, no podía evitar sonreír al escucharlo ya que había esperado tanto esta confesión a pesar de su matrimonio.

Cuando se casó solo podía admirarlo desde lejos, hasta en la foto del recuerdo me habían situado detrás de la novia. Pasaba varias noches admirando aquella fotografía mientras mis lágrimas rodaban por mis mejillas, pero mi corazón se negaba a perderlo. Cada vez que nos encontrábamos era como una fuerza sobrenatural nos obligara a estar juntos, nuestros encuentros siempre fueron repentinos e inesperados y al momento de despedirnos veía un tinte de tristeza y agonía en los orbes azabaches de mi amado amigo.

Quizás el sentimiento nunca cambio ya que puedo ver la misma mirada y esa sonrisa desde que nos conocimos.

-mi confesión puede que sea repentino, pero es la verdad. Te amo demasiado pero si no me correspondes, yo te prometo Taro que- al escuchar mi nombre salir de sus labios sentí una calidez recorrer por todo mi ser, no pude evitar acercarme y juntar nuestras frentes. Tsubasa acariciaba mi mejilla con su dedo pulgar y miraba fijamente mis ojos, aquel brillo en su mirar me confirmaba lo verdadero de sus sentimientos hacia mí- te prometo que insistiré hasta que me aceptes

-yo también te amo, Tsubasa Ozora- después de pronunciar aquella frase cargada de sentimientos, junté mis labios con los de mi pareja dorada.