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Me acerqué a pasó tímido, el recorría todo el parque con la mirada, parecía nervioso, estaba jugando con sus manos, sus ojos se posaron en mí, el corazón se me detuvo por un segundo, acelere el pasó. Una vez a su lado, el sé levantó, pude ver mejor su vestimenta, ¿Cómo podía ver se así de bien con algo tan común? Llevaba una polera negra, un cinturón y un saco largo con un un corte algo particular, pero le quedaba divino. Le mire a los ojos.

Hola - Saludo - Hola, lo siento por llegar tarde - lo mire apenada mientras decía esto - Tuve una práctica y el profesor se extendió, mucho - proseguí, le sonreí al final mientras rascaba mí cuello - Está bien - me sonrió, y algo dentro de mí se derritió - Quieres ir a tomar un helado? - pregunto señalando la heladería que estaba cruzando la calle.

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¿Podía ser más feliz en este momento? No, pero con el, todo parecía posible. Estaba riéndome muy fuerte, tanto que todos en la heladería me giraron a mirar, el solo me miraba entre indignado y divertido. Resulta que su bocha de helado blanco cayó encima de su negro saco, el se estaba quejando de que eso se notaría mucho, y yo solo pide reír por la cara de enojado que puso, pues yo, lo había empujado por una estupidez que había echo, si, era mí culpa, pero fue muy gracioso.

Ya! No es gracioso!- sé guardo la risa - Deja de reírte! Es tu culpa! - Seguí riéndome, apesar de sus palabras - Toma - sé inclino hacia ni y saco una parte de mí helado con su dedo, luego paso este por mis mejillas y nariz, trazando dos líneas y un punto. Lo mire sería - Si crees que esté maquillaje exótico va a hacer que deje de reírme, estás equivocado - Reí, miré hacia delante mientras pasaba la lengua por la rica bola de chocolate - Ya! Está bien! Es gracioso - admitió con una sonrisa -

Seguimos caminando mientras hablamos de distintos temas, pero una chica choco con el, haciendo que lo que quedaba de su helado terminara sobre su polera negra, aguante la risa y miré a la chica, la cual, sé alejo aturdida, miro la polera del contrario con pena, levanto la mirada y sonrió apenada.

Lo siento, iba en mí mundo - Namjoon la miro y sonrió. Algo dentro de mí se sintió raro - Está bien, los accidentes pasan - ella asintió - Llámame, así puedo recompensar tu polera, luego, ahora no puedo - comento mientras escribía en un papel, para luego dárselo - por cierto, hacen linda pareja, si es que no lo son ya - mencionó antes de irse -

Mire a Namjoon, una sonrrisa boba apareció en su rostro, guardo el papel y se giró a mi.

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🌈 Nota:
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Nuestra historia entre cafés| knjDonde viven las historias. Descúbrelo ahora