Moon GhostºKVº ADAPTACION

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— ¿Seguro? —me preguntó.

No, en realidad. Solo pensé que era ella, pero creo que me equivoqué. ¡No le hagan nada! Ella es inocente.

—Sí —bajé el rostro y miré mis pulgares. Podría decir que era mentira, pero eso no arreglaría nada. Si esto iba a acabar, tendría que hacerlo ahora.

—Bien, entonces- —intentó decir Sungjin, pero lo detuve.

—Espere. Podríamos investigarlo primero ¿Sí? No quiero decir que esté mintiendo. Pero puede darse el caso de que no sea ella, quizás alguien muy parecida. Le faltan algunas pecas, algunas pequeñas manchas... —inhalé profundo —. Además, yo he leído sus pensamientos, jamás piensa como alguien fuera de lo normal.

—Si lleva viviendo más de diez siglos, es muy lógico suponer que sabe cómo pensar. Y eso nos lleva al caso de que ella también te ha leído los pensamientos todo este tiempo —mi sangre se congeló. Eso era verdad.

—Pero...

—Y por lo tanto, debe de saber que estamos aquí.

Apreté mis puños y bajé el rostro sintiendo las lágrimas volver a asomarse. Estaba un 50% seguro de que todo era un error. Irene era buena, demasiado buena para ser alguien que ha vivido demasiados siglos comiendo personas. Demasiado buena y normal para —supuestamente— tener la mente perturbada por el odio que tenía Ashia.

Jungkook acercó su mano a las mías y las cerró fuertemente sobre mis puños. Alentándome.

Quise sonreír, pero sabía que si lo hacía, sería demasiado hipócrita.

—Sungjin—llamé bajito. Él elevó el rostro a mí.

— ¿Sí?

— ¿Por qué tengo que ver eso? ¿Todos lo ven?

—No, Taehyung. Solo tú —cerró los ojos y soltó un suspiró. Mi corazón se detuvo un segundo.

—Pero pensé que dijiste que...

—Es que es distinto. Normalmente las personas de tu sangre viven eso, pero visto desde otro punto de vista. Un tercero en la historia.

— ¿Entonces? ¿Soy solo yo?

—Si supongo bien, es porque hasta el momento tú has sido el único, además de Ashia, en... encariñarte con uno de nosotros.

— ¿Y eso qué quiere decir?

—Podría dar el caso de que es una advertencia para ti. La sangre que corre por tus venas no quiere que la historia se repita.

—La historia no sé repetirá —soltó Jungkook de repente, y apretó aún más mis manos.

—Sungjin—volví a llamarlo y él dejó de mirar a Jungkook—. Si se da el caso de que Irene sabe dónde estamos. ¿Por qué no ha venido?

—No importa cuántos de ellos hayan, cinco o más hombres lobos es casi como un suicidio para ellos. Lo más probable es que siga en San Luis, esperando tu regreso —su voz sonó tan baja y aterradora que los bellos de mis brazos se erizaron.

—Pero....

—Tae —me llamó Jungkook y me volteé a mirarlo —. Es tarde, está por amanecer, ¿Por qué no vas a dormir?

—No tengo sueño. Estoy preocupado, quiero saber más, necesito respuestas, yo-

—Lo sé. Tienes muchas cosas en tu cabeza, pero te subirá la fiebre nuevamente si no te cuidas.

— ¡Pero si no-! —arrugué la nariz, ¿Cómo decirle que mi impredecible desmayo no fue causado por una tonta fiebre, si no, más bien, por la increíble ola de...'algo' que me recorrió el cuerpo?