5: La historia de Gogeta parte I

109 8 6
                                    

Esa mañana de mayo de 1940, me levanté con ganas de escapar de ese lugar nuevamente, ya no soportaba ver sufrir a gente inocente, y odiaba que las personas llegaran a tenerme miedo, mi padre y yo fuimos obligados a reclutarnos en el ejército nazi, de lo contrario iban a acabar con nuestra vida

-Hijo, vamos a desayunar- me dijo mi padre y me levanté de la cama, me vestí y salí junto con él de nuestra habitación

-La comida es un asco- dije y mi padre me miró sin que dejáramos de caminar -bueno... Está bien, mejoró un poco ésta semana

Escuché a mi padre reír, y yo le di una pequeña sonrisa

-Ésta noche tenemos un trabajo especial- dijo mi padre y abrió la puerta del comedor

Mi padre y yo tenemos un secreto, tal vez no nos gusta cómo se vive en un campo de concentración, pero había algo que nos hacía sentirnos un poco más felices, y eso era ayudar a unos cuantos prisioneros judíos a escapar, cuando llegan grupos nuevos mi padre y yo tratamos de acercarnos a ellos para que sepan que tienen una oportunidad más de vivir

-Gogeta- susurró mi padre mientras yo seguía comiendo

-¿Qué pasa?- dije después de tragar lo que había masticado

-Mañana llega un nuevo grupo y ésta vez tú vendrás conmigo a hablar con ellos- eso me impresionó un poco, porque mi padre siempre es quien habla la primera noche con aquella gente, les habla de él, de mí y de lo que hacemos, la segunda noche es cuando me conocen en persona, sinceramente me llevo mejor con los judíos que con los nazis

Cuando terminamos de desayunar fuimos al dormitorio del pequeño grupo de judíos al que íbamos a ayudar, y esperamos a que oscureciera

Siempre aprovechamos estar cerca de las puertas principales de noche cuidando que los otros nazis no nos vean, es mucho mejor, pues en ese momento del día no hay ningún soldado a la vista o cerca de nosotros

Mi padre abrió la puerta con delicadeza, y vimos como el pequeño grupo de judíos salía rápido

Cuando ya no faltó ninguno mi padre cerró la puerta y lo dos volvimos adentro antes de que alguien se diera cuenta

-Bien hecho Gogeta- susurró mi padre -estoy orgulloso de ti

-Pero papá, ésta es tu idea desde que estamos aquí- le dije mirándolo

-No importa- dijo mi padre dándome una palmadita en la espalda -aun así me siento orgulloso de que nuestro plan siga saliendo bien

Cuando mi padre acabó de decir eso escuchamos gritos de varias personas y decidimos acercarnos, cuando llegamos vimos a varios soldados alrededor de un judío

-¿Qué está pasando aquí?- preguntó mi padre un poco molesto

-Nada, solo estamos poniendo en su lugar a éste estúpido- dijo Ferdinand, un hombre casi de la edad de mi padre, aquí de todos los que estamos viviendo en este lugar para mí el estúpido es él, además de ser como nuestro comandante, él no tiene piedad ni por otros soldados

-Bueno, ya tiene suficiente el hombre- dijo mi padre y se acercó al judío
-déjenlo en paz

-Tú no te metas, Zelig- dijo Ferdinand metiéndose en el camino de mi padre y sujetándolo del cuello de la camisa
-¿por qué sientes compasión por gente tan inferior a nosotros?

En eso Ferdinand levanta el puño y antes de que golpeara el rostro de mi padre, me animé a golpearlo en la mejilla con mi puño, haciendo que él soltara a mi padre

-No tienen escapatoria- dijo Ferdinand sobando su mejilla, y luego señaló a los soldados a nuestro alrededor -si yo doy la orden, puedo hacer que ellos disparen contra ti, tu padre y éste miserable judío

La fotografía ♡Vegetto, Gogeta y tú♡ ~En edición~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora