Romances de insomnio

8-Ignacia

De tantas rosas en aquel campo te logré divisar, eras color entre tanta oscura maldad.

Te veo y se me friza el tiempo, conductora de mi lapicero cuál creamos mil y un versos, me gustas tanto, soy tu víctima, tu preso, pues 8 horas te sueño y las otras 16 te pienso, no miento cuando digo que en la ensalada de la vida sos mi condimento, pieza faltante del rompecabezas, en resumen mejor digo eres mi complemento, tan bella como cuando en el basket me mandó de línea y triple encestó.

Veneno mortal que enloquece el organismo de mi cuerpo, verte sonreír 24/7 es mi reto, mi ambición, mi más placentero sueño, seamos biela y pistón, ven conmigo que solo contigo a mi lado siento paz en este mundo.

Me desgarra tenerte lejos, sonrisa suave como incienso, como sonido de ocarina, tu lo más bello que a visto Cristo, perdón si narro esto de manera repentina pero antes no sabía tu existencia señorita perfección, tu solo faltas en esta ecuación, si quieres cortarme la lengua, ni preocupes buscaré la manera de estos sentimientos expresar.

Supieras comprenderme, de mis ojos eres la tinta, la fuerza cuando te vaya a dar un abrazo, el coraje de soltarme las cadenas y seguirte dónde sea aunque falle el marca paso.

Mi portada, mi primer plano, teclas de mi piano, cuál canta Mi Vida del señor Divino o Amarte bien de Carlos Baute, no fuiste tiro al aire, eres aquel bosque entre tanto infierno desértico, si para estar contigo debo cederte mi alma pago ese y cualquier coste.

Cuando no estás a mi brújula se le pierde el norte, se marchitan las rosas y girasoles, se hunde mi bote, no hay quien sane este corte, solo faltas tu en esta cancioncita de amor.

Uh oh....

Sino estás se apaga el cielo....

Creere en un Nacha y Juako aunque sea estando ya en el cielo...