Romances de insomnio

14-Noche de San Juan

Ampolletitas iluminando aquel lugar tan feliz, dónde solo llueven sonrisas, diviso a una chica tan bella era ella, no aguante, arriesgue y me acerqué.

Ojos verde menta, labios color frambuesa, pendientes cuáles acompañaban al angelito que se le escapó al cielo.

Le dije hola, y ella con otro hola respondió, perdone la falta de actitud pero es que dime cómo haces tú para ser las más bella de la galaxia, eres la que resalta más su luz.

Aún recuerdo nos pusimos como infantes a jugar en cada juego de esa feria, vimos el show musical, te apoyaste en mi pecho sentados en el pasto natural, soltaste tu pelo para que jugará con el viento, pasaba más el tiempo y más sentia atracción aquí bien adentro.

Era una locura, todo fue rápido, bailamos bajo las estrellas, malteadas bajo el sauce llorón, me contaste que un mal hombre te hirió, que te perdonará si era así atrevida, yo la entendía y obvio no molestaba, si me había enamorado de mi puntas del pelo a las patas.

Recuerdo bien sacaste un croquis y pusiste a hacer un dibujo, cuál era corazón flechado, sorprendido veo firma y me pasa el lápiz, dijo que firme si quería salir con ella, que significaba no le haría daño.

Acepte la oportunidad, no iba a desperdiciar estar con aquella reina, tomo mi mano, caminamos horas ya ni recuerdo cuanto, en medio el camino me dijiste que jamás pensó enamorarse de un desconocido, y menos sin haber bebido.

En medio pradera de conejos y flores nos sentamos, la luna miramos nos besamos.

Y han pasado 30 años de eso amor, quien decía que los cuentos no eran reales, hoy con una familia y un viviente matrimonio estamos tu y yo, pude creer en la leyenda llamada amor y en cupido.