Romances de insomnio

23-Te deseo

Desde aquella noche que tus labios engancharon a los míos, todo se volvió olimpo, detuvimos la línea del tiempo, quiero volver aquel momento.

Aún recuerdo cómo gritabas mi nombre, bajo las sábanas, dónde dos desconocidos se hicieron correspondidos y confidentes.

Amantes del romance ochentero, no ponías pero cuando acariciaba lento tu pelo, cuando me comía a besos el cuerpo por completo, muero de ganas deseo entrar a tu casa como un intruso y hacerte gritar mi nombre otra vez, vamos que hay que volverlo hacer....

Conjunto Gucci, cuchi cuchi, punchi pinchi, deséame como aquella night, siéntete espectacular, no te dejes caer por esas que envidian está locura.

Te deseo otra vez viendo películas de las manos, esto no es solo sexo, esto es deseo ser tu alimento, la flecha de cupido, el hilo rojo, tu destino, ritmo y pulso, para amarnos no necesitamos ningún curso, solo respeto y sentimiento puro.

No quiero pienses en ese ayer con aquel bandido, mejor quédate con mi poesía, todas las veces que cuide tus heridas, me puse a cavar buscando la piedra de la sortija con cuál nos entregamos almas a Dios.

Te deseo marcando mi cuello pero también mi teléfono para preguntar cómo va el oficio.

Deseo tocar no solo tu trasero sino la panza también cuando esperemos el primer hijo.

Deseo tanto y tanto, que la melodía no sea solo gemidos sino cantos también de cumpleaños o santos.

No hay arrepentimiento, de este deslumbrantes sentimiento, viento cuéntale que la pienso día y noche, con calor o frío, cuando estoy trabajando o dormido, cuando estoy ebrio o estable, con o sin sangre.

Te deseo, siempre te deseo, a futuro te deseo, no dejaré se agrieten tus sueños, vengo a darlo todo aunque quede mal herido, ámame y yo siempre estaré contigo.