El alfa perfecto es el alfa destinado. O al menos, debería serlo. Aunque la última vez que Seokjin vio al suyo fue hace cinco años, y el que por contrato está a poco tiempo de tomarlo como suyo para siempre, no se las haya arreglado para despertar m...
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Kim Seokjin
-Voy a matarlo.
-No me hizo nada- ruedo los ojos y el dolor de cabeza regresa. Solo niego y termino de quitarme la ropa mojada, solo la parte superior pues Jungkook no dejó que cerrara la puerta del baño de la habitación, así sigue viéndome y evita que haga algo malo, según él. Pero solo quiero cambiarme y dormir, nada más.
-¿Por qué dejaste que hablara contigo?- entra en el espacio reducido del cuarto de baño, empiezo a sentirme incómodo. Giro por completo para darle la espalda, sigo sin camisa -Mírame Jin.
Mi lobo se encoge pero no tenemos más remedio que obedecer. Jungkook está molesto y ha usado la voz de alfa. Le hago frente, resignado a escuchar su regaño y todo lo que quiera decir. Me cubro con mis brazos, sigo teniendo frío. Alzo la vista. Consciente del deplorable aspecto que debo tener no me sorprende que el rostro de Jungkook se contraiga apenas hacemos contacto visual. Tengo ganas de volver a mirar el piso pero su mano sube a mi mejilla, evitando que cumpla mi cometido de esconderme de su mirada de nuevo, como he estado haciendo desde que llegué.
-¿Por qué lo amas todavía?
Al no saber qué responder sólo cierro los ojos, esperando que se rinda y regrese a la habitación. Pero no, sube su otra mano y ahora sostiene ambos lados de mi rostro. Suspiro.
-No sé porqué- o tal vez sí, pero no quiero decírselo a él sabiendo que solo sería para decepcionarlo más -pero no puedo...
-Podrías intentar, Jin.
Abro los ojos, el alfa no tiene intención de soltar mi rostro. Parece que lee mi pregunta solo en mi cara, porque se acerca y vuelve a hablar.
Muy bajo.
-Podrías intentar olvidarlo- susurra. Por varios segundos me dedico a observar su rostro pálido y la mayoría del tiempo sonriente y risueño, pero que ahora luce abatido y preocupado. Todo él luce descuidado, su cabello revuelto deja mechones sobre su frente arrugada por el ceño apenas fruncido -puedes hacerlo si te hace sentir triste.
Niego con la cabeza, igual las palmas de sus manos siguen en mis mejillas y recién me percato de la corta distancia entre los dos. Mis brazos han dejado de cubrirme.
-¿Cómo?- digo más para mí. No quiero olvidarlo, no se puede. Todos los años juntos, incluso los pocos meses como pareja. Cierro los ojos fuerte, apretándolos lo más que puedo. La verdad es que el tiempo no importa, solo no puedo olvidar a Taehyung. Es mi alfa. Es mi pareja destinada.
Pero él ya no cree que lo sea.
-Podrías comenzar abriendo los ojos.
Al hacerlo solo veo a un Jungkook borroso más cerca de lo que creí.