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𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥 𝐀𝐥𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚𝐭𝐢𝐯𝐨: 𝐈𝐈

Final Alternativo

TaejinkookParte II

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Kim Seokjin

Los paseos lentos y pausados por el amplio jardín de la mansión Jeon se hicieron parte de nuestra rutina, lo primero para comenzar el día aunque al final de estos yo terminara tan cansado que Jungkook tuviera que llevarme sobre su espalda para volver al interior de la casa, pero está bien, dice que no le importa y en realidad creo que yo hasta lo disfruto. Mi omega se queda tranquilo una vez que descanso la cabeza sobre la espalda dura del alfa, el dolor punzante en mi pecho puede dejarme por momentos, mi garganta vuelve a abrirse, mi lobo puede desistir de sus intenciones de desgarrarme por dentro.

Paz.

Aunque eso sólo dure poco, nada más. Pero mal que bien, ha servido. De todas formas el acercamiento con el alfa ha servido.

—¿Qué quieres hacer hoy?

Como apenas hemos salido de la mansión, fácilmente puedo caminar por mí mismo. Lo único que hace que Jungkook deba tomar pasos más lentos y cortos para ir a mi lado, es que me agito muy rápido. Y ese vendría siendo uno de los motivos por los que entendería perfectamente que el alfa solo dejara quedarme en la cama todo el día, o al menos dentro de la casa, sin hacer nada mientras él sale a atender sus asuntos nuevos como cabeza de la empresa, pero no. Es terco, bastante terco y no es nada nuevo.

Por lo que sí, cada día voltea a verme con su sonrisa brillante, que se las arregla para mostrar varonil pero aniñada al mismo tiempo, y preguntarme qué quiero hacer hoy. Nunca le doy más respuesta que sólo encogerme de hombros, avergonzado de decir que no tengo fuerzas para hacer nada.

Y de alguna manera, Jungkook lo llega a entender sin que yo lo tenga que pronunciar, justo como ahora.

El alfa sonríe burlón y sin rastro de lástima, lo conozco lo suficiente para saber que eso lo hace para que yo no me pueda llegar a sentir mal. Se agacha.

—¿Volvemos a la cama, omega?

Me apenaría contestar afirmativamente cuando, es obvio, debido a que él aún tiene puesta su pijama y sus cabellos están despeinados apuntando a todas partes, se nota que no ha pasado mucho tiempo desde que despertamos y dejamos la habitación. El que yo quiera volver tan pronto solo es darle motivos para que me llame anciano o se burle, como tanto le gusta hacer a modo de broma pero con cariño.

Me sorprendo cuando noto que no será así en esta ocasión. Jungkook no espera mi respuesta, sino que se inclina frente a mí, dándome la espalda, ofreciéndola para que yo suba.

Río agradeciendo sin palabras su gesto, quizás para este punto yo ya no debería sentirme cohibido en su presencia para mostrar cómo realmente me encuentro. La debilidad no es algo malo como para tener que escondérsela al alfa.

Pero a lo mejor, se la escondo porque en parte todavía faltan cosas que superar. Quiero creer que solo es mi caprichoso y debilucho omega el que se niega a confiar totalmente en Jungkook como para demostrarle mi estado real. Mi lobo debe tener miedo de que el alfa intente someternos de nuevo, pero yo sé y tengo la certeza de que no será así. Algo como eso no volverá a suceder.

Me está cortejando y puede parecer la excusa más boba del mundo para que intente confiar de nuevo, pero la cosa es que, tengo muchas más como esas.

Jungkook no me dejó solo nunca, siempre estuvo ahí aún cuando sabía que no era el alfa a quien yo quería de primera mano. Parecía desinteresado en un inicio y pese a que para las semanas previas a la boda me dio razones para creer todo lo contrario, la verdad sigue aquí, dentro del alfa que a diario me muestra que aquel chico cruel desapareció y se fue para no volver.