Déjà vu

Caos I

Una vez que has tocado fondo, no queda otra opción que subir.

Xiao Zhan era una persona decidida y tenaz, dispuesto a golpear varias veces una puerta, aunque esta se le hubiera cerrado. Con ese pensamiento se había impuesto en X-FIRE, un programa de supervivencia, consiguiendo tocar sus sueños con los dedos al debutar como parte de X-NINE.

Pero, aunque había puesto todas sus fuerzas, aunque le dedicó día y noche a entrenar, a entregar absolutamente todo en cada presentación, el éxito del grupo se iba desvaneciendo con el tiempo. Cada miembro empezaba a aceptar diferentes ofertas que le permitieran subsistir en la industria, y así como había nacido, lento y fugaz, fueron entrando en hiatus.

Sin embargo... ¿él qué podía hacer?

A su edad, no importaba que pudiera tener una voz sobresaliente, no era un prodigio y, entre el mar de talentos jóvenes su luz, se veía profundamente opacada en la irrelevancia. No sabía bailar, su apariencia no era reconocida y las puertas del teatro estaban cerradas para su inexperiencia.

Fue en una noche de insomnio y desesperación que la propuesta de un casting para un drama llegó.

Era cierto que no tenía experiencia alguna y que su vergüenza agudizaba por completo sus movimientos, haciéndolo ver en aquella primera experiencia como un idol cualquiera, carente de dotes de actuación. Pero, aunque su orgullo había sido profundamente herido, sabía que si no había un camino por delante, él iba a crearse uno nuevo.

Por ello, los siguientes meses fueron estudios de actuación y de fiestas que le permitieran conocer un poco más del mundo de los dramas de televisión. Uno de sus miembros lo ayudó presentándolo con algunos directores, logrando que, poco a poco, pudiera acudir a algunos castings.

A medida que su determinación crecía e iba adquiriendo el valor de afrontar la actuación, el apoyo que recibía se iba desvaneciendo.

Primero en pequeñas muestras; luego, siendo evidente cuando pasaban semanas sin contactarlo o enviarle trabajo. El nombre del idol Xiao Zhan cada vez era menos recurrente entre los programas de música.

Sabía que se estaba quedando solo en aquella pelea. Por eso, cuando su manager apareció con una propuesta, sintió cierto alivio entre los vaivenes de la ansiedad. Pero antes que pudiera tomarlo, aquel hombre que era el único que aún confiaba en él, le dio una pequeña advertencia, haciéndole entender las circunstancias que rodeaban a aquel papel.

Xiao Zhan lo leyó con cierta sensación amarga en la garganta. Si bien él no tenía problema con las relaciones entre personas del mismo sexo, sabía que si se metía en aquel drama estaría en una línea muy delgada. La homosexualidad estaba prohibida en China, entonces... ¿Era una jugada inteligente o increíblemente entupida el participar en una serie basada en una novela gay?

Estaba caminando sobre una cuerda floja sobre un río de fuego.

The Untamed era un proyecto ambicioso, acunado por un director lleno de esperanzas. Desde el libreto para la audición, se marcaba un claro anhelo y cariño especial hacia la historia, por lo que Xiao Zhan se sintió algo incomodo.

¿Era un egoísta por considerarlo una opción llena de desesperación cuando para otra persona era algo tan importante? Seguramente. [1]

Él era un actor novato que estaba apostando por un papel protagónico y extenso, prejuzgando al saber que podía ser controversial. Sin embargo, aunque tal vez no pudiera comprender en esos momentos el amor por aquella historia, sí tenía sus propios anhelos; si le daban la oportunidad, no la desperdiciaría y lucharía por ella.

Llegó con determinación a la audición, sabiendo que tal vez esa era su última oportunidad. Había llorado interpretando las líneas, había reído con gran intensidad como si sintiera el jubilo del personaje y había jugueteado como un niño pequeño. Conocía poco del personaje Wei Wuxian, pero gran parte de sus propios sentimientos fueron plasmados en dar vida al pequeño libreto que le habían dado.

No miró al personal del staff durante esos minutos, pero cuando había terminado y secaba las lágrimas de sus mejillas, notó que era observado con curiosidad.

Su cuerpo se sentía agotado y su mente algo aturdida, seguramente por todas las emociones de desesperación que lo habían abordado durante la audición. Inclusive ahora, que esperaba en la pequeña sala, aún podía sentir el peso de las palabras que había proclamado en la audición.

"Piérdete... ¡Piérdete!" [2]

Tuvo que cerrar fuertemente los ojos, presionando la mano izquierda sobre su rostro como intentando apaciguar las imágenes que se habían formulado. En su mente, aún se preguntaba si lo que había demostrado era la desesperación de Wei Wuxian o la suya propia.

Continuará...

Aclaraciones:

[1]: Xiao Zhan jamás expresó algo como esto, simplemente es necesario para esta historia. Por lo que pido que se lo tome como tal, mera imaginación de una historia inventada.

[2]: Encontré varias traducciones para esta parte de la novela. La palabra en chino es "gǔn". Por lo que ocuparé la traducción que hizo Mica Maturano.

Nota de autor:

Sé que no es la historia más original de la vida y que hay otros fanfic que tratan de reencarnación. Pero esta idea la tengo rondando en mi cabeza hace tanto tiempo de ver hermosos fanart y como me dijeron deseaban algo así en la otra historia YiZhan que publiqué, ¡aquí está! Espero no decepcionarlos.

Será una historia algo larga, sin embargo ya está escrito casi en su totalidad, así que iré publicando una vez a la semana intercalada con la otra historia que tengo de Mo Dao Zu Shi.

¿Les gustó? ¿Alguna crítica? ¿Comentario?

Agradezco enormemente a mi hermosa BETA Tsuki, que como siempre me ayuda a que mis delirios tengan algo de forma.

¡Los veo muy prontito!