Déjà vu

Memorias IV

Asumir que se había masturbado por una historia homo erótica era algo que no estaba en sus planes. Luego de la inminente sorpresa y el posterior rechazo, tuvo que apañar sus pensamientos, porque las deducciones que su cerebro llegaba a formular eran demasiado irrisorias.

Para su fortuna, los siguientes días estaban repletos de trabajo; los horarios de grabación no tenían día ni noche, dejando que las horas se perdieran como meros números y, apenas le daban los tiempos, pudiera dormir.

Con el tiempo, y un análisis más relajado, llegó a una deducción más aceptable. Había pasado mucho tiempo sin una novia; desde que se había volcado en cuerpo y mente a salvar su carrera, una relación romántica claramente no entraba en su orden de prioridades. Algo que, a lo largo del tiempo, tendría las repercusiones lógicas en la anatomía de cualquier humano adulto, ¿no? [1]

Tal vez era una deducción pobre y terminaba más siendo un consuelo para su mente algo atormentada, pero tampoco tenía tiempo de dejarse llevar más por aquel tema. En ese momento estaba jugándose su carrera, no podía simplemente distraerse en temas triviales y arruinar todo lo que estaba trabajando. Por tal motivo, ese fue el punto final y cualquier duda fue sepultada en lo más profundo de su mente.

La novela también quedó relegada entre sus actividades, cambiando el libro de tapa negra por el libreto que estaba utilizando. La táctica implementada por el director, aunque había sido desconcertante al comienzo, había dado grandes frutos y, a una semana de haber comenzado a grabar, las escenas de Lotus Pier ya salían con mayor naturalidad y confianza.

El aparente desorden entre presente, pasado y futuro habían sido un reto para todo el elenco, sobretodo para Zhuo Cheng que constantemente caía en los nervios. Sin embargo, con un grato apoyo, el cast se había afianzado firmemente, dejando entrever la gran química que existía entre ellos, sobretodo entre los tres hermanos Jiang.

Se había vuelto casi una rutina que inevitablemente iba a culminar pronto, ya que debían avanzar con la producción. Así llegaron a aquella tarde que cambiarían de escenario y de participantes. Zhuo Cheng y Xuan Lu no aparecerían y, en su lugar, empezaría a trabajar con dos personajes importantes en la trama, los hermanos Wen.

Con Wen Ning tendría su primera escena en la zona de arquería pero antes de eso, debía hacer el primer contacto con la imponente Wen Qing.

Xiao Zhan estaba curioso y tenía ciertas dudas al respecto que no se atrevía a mencionar. Porque durante las lecturas iniciales del libreto, el asiento destinado a la médica Wen había permanecido vacío, enterándose después que aún no habían elegido a la actriz; un detalle sumamente extraño considerando la gran importancia que le otorgaban al personaje en la serie de televisión. [2]

Sus pensamientos divagaban mientras esperaba en aquella zona del set, ya listo con su traje y abanicando con suavidad su rostro para evitar el calor. Tan metido en sí mismo, que cuando el director le habló fue levemente sorprendido. Xiao Zhan se disculpó de inmediato, consiguiendo una leve risa en el hombre.

—Jaja, tranquilo, relájate.— le había dicho con un pequeño gesto de su mano.— Xiao Zhan, necesito comentarte algunas cosas antes de que sigamos grabando.—

El director era un hombre bajito y de facciones casi graciosas, alguien que constantemente portaba una sonrisa. Por ello, cuando mencionó esas palabras en un tono lleno de seriedad las alarmas del actor sonaron.

¿Tal vez estaba haciendo algo malo?

Asintió torpemente, jugueteando con el abanico entre sus dedos.

—Puede decirme, director.— su tono de voz había sido más temeroso de lo que le hubiera gustado, mordiéndose el labio inferior.

Su miedo fue tan palpable que el hombre de inmediato se dio cuenta de su error, sacudiendo sus manos en el aire.