Caos IV

1K 175 46
                                    

Los nervios se notaban en su sonrisa y en la forma torpe en que sus dedos jugueteaban entre si. Saludó con varias reverencias, algunas tal vez algo exageradas; sin embargo, no hubo ninguna crítica, sino pequeñas risas cordiales y sutiles halagos de sus buenos modales. Algo tan sencillo, pero que resultaba un mimo a su angustiada inseguridad.

Al llegar a la sala de reunión, los escritores y miembro del staff se acercaron a conocerlo, logrando que en poco tiempo el nerviosismo cediera. La mueca en sus labios se volvió más natural y fluida, riendo entre algunos comentarios y sintiendo su corazón latir con mayor tranquilidad. Todos parecían entusiasmados con su participación y eso, sin que lo supieran, era el mayor cumplido que podía recibir.

—Su sonrisa es igual a la de Wei Wuxian. Tenemos mucha suerte de tenerlo con nosotros.—

El comentario de una de las guionistas fue asentido por el grupo que la rodeaba; eso logró que algo dentro de Xiao Zhan se removiera. Para su fortuna, no tuvo que responder a ese halago, siendo que uno de los asistentes pidió permiso para llevarlo a otra zona de la enorme sala.

—Venga por aquí, por favor. Creo que ustedes necesitan conocerse.— le dijo con un entusiasmo que podía notarse en cada una de sus palabras.

En unos segundos estaba en frente de otro hombre, uno más alto que él, con marcados pómulos, mirada penetrante, pero con un gesto lleno de timidez. Una apariencia que parecía jugar con esa ambigüedad seria y tierna sin ser consciente de ello.

—Ambos van a trabajar mucho juntos. Xiao Zhan, él es Wang Zhuo Cheng, interpretará a Jiang Wanyin en la serie. Zhuo di, él será tu gege, Xiao Zhan en el papel de Wei Wuxian.—

El joven hombre, al que acababan de presentar como Zhuo Cheng, titubeó un poco, casi como un niño tímido y avergonzado. Xiao Zhan se sentía algo aturdido por aquel gran contraste e inevitablemente enternecido.

—Xiao ge, es todo un placer el conocerlo. Soy un actor novato [1] pero me esforzaré arduamente en aprender. Espero podamos trabajar bien juntos.—

Su tono de voz era bajo, casi como un cantante de barítono, dejando ver sus nervios al bajar sutilmente su mirada. En el interior de Xiao Zhan, surgió la necesidad de aplastarlo entre sus brazos, molestarlo y mencionar lo tierno que era, pero sabía que si hacía eso terminaría por espantarlo el primer día.

—El gusto es todo mío, didi. ¿Qué edad tienes? – preguntó sin poder evitar saber que, por el "ge", era menor.

El hombre que estaba en frente de él se frotó la nuca, revolviendo apenas sus cabellos oscuros. Sus delgados labios habían susurrando un suave "veintiuno". La sorpresa en los rasgos de Xiao Zhan fue evidente, cubriendo su boca para no ser descortés.

—¡Eres un niño! Un niño gigante...— susurró apenas, pero de inmediato sacudió su cabeza al darse cuenta de ello. –Un niño, al fin y al cabo, descuida, ge cuidará de ti. ¡No tienes de qué preocuparte!—

Los marcados pómulos se habían enrojecido y su mirada se terminó de avergonzar. Esa reacción tan sólo había conseguido que Xiao Zhan riera. Un cariño había florecido en su pecho hacia aquel pequeño con total naturalidad.

Quiso indagar más en aquel niño gigante, pero la llegada del director anunció que todos debían ubicarse en las alargadas mesas.

Los actores que cargaban sus libretos se acercaron, tomando asiento cada uno donde les iban asignando. Xiao Zhan, desde su lugar, miraba curioso, intentando deducir qué papel tendría cada uno. Si bien era cierto que aún no había podido terminar la novela, le faltaban pocos capítulos y, en su gran mayoría, los personajes importantes ya habían aparecido.

En cuanto su mirada se topó con la de una mujer que le sonreía con gentileza, supo sin lugar a dudas de que ella sería Jiang Shijie. Luego, el rostro conocido de Yu Bin, un idol que se había cruzado un par de veces en algunos programas de variedades. Se preguntó a quién interpretaría... Pero, aunque su mente estuviera divagando, sus ojos inconscientemente llegaban a un lugar libre, ese que estaba al lado del director.

No tenía dudas de que allí debería sentarse su compañero, aquel que encarnaría a Lan Wangji. Y, con sólo pensar eso, su estómago se contrajo con sutileza.

Intentó no prestar mayor atención a la ausencia, moviendo el libreto en frente de él y pasando algunas hojas, como si estuviera leyendo. Sin embargo, cuando escuchó un suave murmullo y una voz disculparse por la demora, sus dedos temblaron con suavidad.

Esa voz baja y lenta, esa sensación golpeando su abdomen. Por unos segundos, Xiao Zhan se olvidó de respirar. Lan Wangji había llegado.

—No tienes de qué disculparte, recién estamos por comenzar.—

Los ojos de Xiao Zhan intentaron estar fijos en su libreto, pero sus instintos eran más fuertes y, aunque se lo negara, su mirada se levantó para buscar la de él. Apenas volteó, una mirada conocida lo recibió, junto a una pequeña mueca divertida.

—Xiao ge... volvemos a trabajar juntos.—

La voz de Wang Yi Bo estuvo suave, marcando cada una de las palabras como si buscara endulzar sus oídos. Xiao Zhan fue incapaz de contestarle, sintiendo una mezcla extraña en su pecho y terminando por sólo asentir con su cabeza.

Para su fortuna, el director anunció el comienzo de la lectura del guion, dejando que la atención se volteara a las letras del libreto, y Xiao Zhan pudiera ahogar esa repentina necesidad de seguir escuchando la voz de Yi Bo.

Continuará...

Aclaración del capítulo:

[1]:
Zhuo Cheng es actor novato en televisión. Con anterioridad estuvo en teatro. Es un GRAN cantante de opera, cien por ciento recomendado que busquen videos de eso.

Nota de autora:

Dije que iba a centrarme en la semana del reto wangxian... pero me lastimé la mano y no podía teclear, así que se fue todo al carajo (¿?) ¡Así que bueno! Aquí estamos con una actualización de esta historia.

Agradezco mucho, muchísimo, muuuuucho todos los comentarios, like, kudos y amor que está recibiendo esta historia. Llenan de felicidad este corazoncito. También quiero agradecer a Tsuki por betear este capítulo.

Ahora les pregunto, ¿no es Yibo un didi descarado? Yo creo que sí.

¡Nos vemos pronto!

Déjà vuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora