Prólogo

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El relato que vais a presenciar sucede en el año 2015, en un mundo donde los hechos históricos son muy similares a los transcurridos en el nuestro. No obstante, la historia de esta ficción se vio alterada a raíz de un cataclismo en el año 2000, un hecho que recibiría el nombre de "Segundo Impacto". Pero, antes de hablar de ese suceso, antes de hablar del Segundo Impacto, tenemos que retroceder mucho más en el tiempo. Todos pensamos que conocemos la Historia, que la mostrada en los libros es la única, la absoluta, la verdadera, pero es muy fácil ocultar una verdad a sus ojos...

Como ya he dicho, vamos a retroceder mucho más allá del año 2000, sí, mucho más atrás, a cuando incluso los humanos no existían sobre la faz de la Tierra. Me refiero a la época del Jurásico que transcurrió hace 200 millones de años. Todo el que conoce la Historia sabe que durante este periodo el dominio de los dinosaurios llegó a su fin cuando un meteoro de gigantescas proporciones colisionó contra el globo, teniendo como consecuencia unos efectos secundarios que acabaron con gran parte de la vida que habitaba el planeta. Todo el mundo lo sabe, piensan que lo que colisionó contra la Tierra fue una gigantesca roca del espacio. No obstante se equivocan, pues lo que colisionó contra la Tierra era algo más que una mera roca del espacio: era un ser vivo, aquel que fue bautizado como Adán. Este extraterrestre de gran tamaño colisionó con nuestro planeta, precipitándose sobre la zona que ahora conocemos como Oriente Medio. Pero este no es el único hecho desconocido por nuestra Historia, también hubo un segundo impacto sobre la Luna. En este caso el espécimen recibía el nombre de Lilith. Ambos fueron los dos primeros Ángeles, los cuales llegaron en lo que los científicos han nombrado como "Primer Impacto".

Cuando impactaron, las vidas de ambos Ángeles estaban llegando a su fin. Se desconoce por qué, pero eligieron al planeta Tierra y su satélite como lugar de descanso. Cuando sus vidas se extinguieron, los restos de sus cuerpos quedaron ligados a la Tierra y a la Luna, creando así nuevas formas de vida. ¿Qué formas de vida? Bueno, es fácil de deducir: los humanos. Nuestra raza proviene de Adán, el primer Ángel. ¿Evolución? Sí, es verdad que esos monos se parecen mucho a nosotros, pero no son más que un intento fallido de nuestra raza. De hecho si lo piensan, las primeras civilizaciones se ubicaron en Mesopotamia, Babilonia, Siria o Egipto, todas ellas en Oriente Medio, lugar donde se estrelló Adán. Como Lilith descansaba en la Luna fue imposible que detrás de sí dejara alguna forma de vida. Pero no solo la muerte dio paso a la vida, hubo otro legado de ambas divinidades. Dejaron detrás de sí un objeto, el cual representaba su poder: una esfera. La esfera de Lilith quedó escondida junto a su cuerpo en la cara oculta de la Luna, mientras que la esfera de Adán llegó a manos de sus hijos, la raza humana.

¿Quién no ha oído hablar de las grandes estructuras de las antiguas civilizaciones? De las pirámides de Egipto, de los grandes templos o de las capacidades de dichas civilizaciones en tan temprana era. Todo se debe a las capacidades que brindaba la esfera. Pasó por manos de muchas generaciones de humanos hasta quedar en posesión del pueblo egipcio. En buenas manos la esfera llevaría a los humanos al esplendor y la prosperidad. Pero los corazones humanos son fáciles de corromper. Cuando mayor era el esplendor de Egipto estallaron las guerras y las trifulcas dando lugar al "primer periodo intermedio de Egipto", tiempo en el que el poder quedó descentralizado. Todo fue por una razón: la esfera. La dinastía del pueblo egipcio entendió el peligro que el artefacto conllevaba consigo y tras ver a su país en el caos decidieron sellarlo en la oscuridad, donde la humanidad nunca más podría encontrarla... O esa fue su intención...

Pasaron los siglos y poco a poco la existencia de la esfera pasó a ser una vieja leyenda. Las historias de Adán y la proveniencia de los humanos cayeron en el olvido, pero la esfera se negaba a ser olvidada. Las escrituras del pueblo egipcio sobre ella fueron traducidas por los griegos, de quienes más tarde fueron traducidos por los romanos, quedando así archivada su existencia. El tiempo siguió su curso. El colapso del Imperio Romano: primero en el 476. D.C. y luego la caída definitiva en Constantinopla durante 1.453 D.C.; así, el mundo cambió de manos. Fue a parar a la ambición de dos religiones en particular: la cristiana y la musulmana. Todos conocemos sus famosas luchas desde el siglo XI hasta el siglo XIII, las cruzadas en Oriente Medio. Tal vez los musulmanes lucharan ciegamente por imponer su fe, pero los cristianos tenían un objetivo oculto: la esfera. Los escritos latinos de los romanos llegaron a la Iglesia, que pronto movilizó sus medios en afán de encontrar el objeto al que llamaron la "Luna Blanca".

Cruel Angel's Thesis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora