ADICTIVO ... 2 ✔

CAPÍTULO 40: "EL LAMENTABLE XIAO LIU"

"¿Por qué estás aquí de nuevo?" Bai Luoyin interrumpió rápidamente a Liu Chong para evitar que dijera algo más. Sabía muy bien que si Liu Chong continuaba, empeoraría la situación.

"Porque lo siento mucho, yo... no puedo dejar de preocuparme por ti".

Sin el más mínimo sentido de gratitud, Bai Luoyin levantó la cabeza, revelando una expresión severa y dominante mientras miraba a Liu Chong. "¿Qué tiene que ver contigo si estoy herido? ¿Qué haces, corriendo de un lugar otro? En vez de quedarte en la base a entrenar ¡Date prisa y vuelve!"

"¿Qué quieres decir con que no tiene nada que ver conmigo?" Los ojos de Liu Chong se llenaron de lágrimas. "Comandante, cada vez que algo me sucede, siempre eres el primero en correr hacia mí... Pero, cada vez que tienes una dificultad, ¡siempre me alejas!"

Bai Luoyin torció las cejas con fuerza, negándose a admitir nada.

"¿Cuándo corrí hacia ti? ¡Deja de jugar trucos tan insensato! Si solo fuéramos nosotros dos, no me importaría cuánto me halagues, pero Gu Zong está aquí. ¡No lo hagas reír!"

"¡Comandante, no diga ese tipo de palabras!" Liu Chong se levantó ansiosamente y dio un pisotón; "Me he dado cuenta de que no puedo obedecer ciegamente tus órdenes. Si me doy la vuelta y me voy otra vez, ¡entonces no soy humano!"

Bai Luoyin casi pierde el aliento. ¡Maldito, eres terco! El ejército seguro educó bien tu carácter. ¡Ahora estás intentando usarlo contra mí!

Gu Hai permaneció en silencio durante mucho tiempo, pero una vez que se dio cuenta de que Bai Luoyin y Liu Chong se estaban destrozando en esta situación poco clara, sintió que necesitaba intervenir.

"Xiao Liu, ¿puedo llamarte así?"

Todavía atrapado en un estado de ánimo vehemente que aún no había disminuido, Liu Chong giró la cabeza hacia Gu Hai cuando escuchó su nombre y continuó expresándose en voz alta. "Gu Zong, hazle entender por mí, ya que las cosas han llegado tan lejos, ¿cómo puedo irme?"

Después de haber escuchado durante un buen tiempo, Gu Hai aún no entendía lo que quería decir, "¿Desde que las cosas han llegado tan lejos?"

"Es decir... El comandante me ha mostrado una gran amabilidad. Es una deuda que nunca podré pagar. Ahora que algo le ha sucedido, ¿cómo puedo darme la vuelta y alejarme?"

Gu Hai se burló en silencio para sí mismo. Ahora, estás mordiendo la mano que te alimentó...

"¿Qué tal si me cuentas acerca esa amabilidad que ha tenido contigo y yo te ayudaré a determinar cuán grande es?" Gu Hai dijo mientras veía a Liu Chong.

La figura de Bai Luoyin se enfrió cuando inconscientemente tembló.

Justo cuando Liu Chong estaba a punto de hablar, Bai Luoyin rugió tan fuerte que podría sacudir el cielo.

"¡Vete de una maldita vez!"

Por unos segundos, las palabras que hicieron señas para salir de la boca de Liu Chong se congelaron repentinamente y rodaron por su garganta mientras miraba sorprendido a Bai Luoyin. Luego, miró a Gu Hai, se aclaró la garganta y se volvió hacia Bai Luoyin con un temperamento bastante bueno.

"Comandante, no hay otro significado detrás de las palabras de Gu Zong. No tienes que echarlo."

"¡Te estoy diciendo que te vayas tu!" Bai Luoyin gritó, sus ojos ahora de un tono púrpura.

"Oh ..." Esta vez, Liu Chong estaba realmente aturdido.

Por fin, Gu Hai entendió lo que estaba sucediendo. Liu Chong tiene algo que decir, pero no podía, ya que Bai Luoyin siguió impidiéndoselo por todos los medios posibles.