Capítulo Cuarenta y uno.

1.4K 88 16
                                    

Lamento la tardanza, pero aquí tienen, es un capítulo largo y con un poco de todo, espero que les guste :) recuerden comentar y votar y compartir etc. (Para los lectores de Ruined Heart, todavía no termino el último capítulo, pero sean pacientes por favor) espero actualizar el siguiente capítulo pronto. los quiero!
¡Felices fiestas a todos!


Niall tomó su equipaje de la cinta magnética del aeropuerto y acomodó sus orejas de Mickey Mouse en su cabeza. Liam soltó una risita, porque Niall se veía adorable.
Se acercaron a la fila para obtener un taxi, y gracias a dios, no había tanta gente esperando.
Finalmente, les dieron el numero del taxi y esperaron exactamente tres minutos para que el carro amarillo con negro llegara.
El taxista les ayudó a guardar sus maletas y al subirse, les contó como siempre había querido ir a Disney. Niall y Liam escucharon atentos después de darle al taxista su dirección para que finalmente los llevará a casa.
Niall encendió su celular, ya que lo había dejado apagado en el avión y cuando se fijó en la pantalla, tenía cuatro llamadas perdidas de Harry y dos de Louis.
Le enseñó la pantalla a su novio y Liam inmediatamente frunció el ceño, tomando el celular de Niall entre sus manos y regresándole la llamada a Harry.
El taxista siguió contando la historia de su vida y Niall de verdad, de verdad intentaba ponerle atención, pero la cara de Liam no lo dejaba.
Liam colgó y miró sonriente hacia Niall, pero también con una pizca de miedo
-Señor, ¿podría llevarnos por favor al hospital general? - dijo Liam y Niall casi se ahoga en su propia saliva.
-¡¿Llevarnos a donde?!
-Claro que si joven. ¿Algún área en especial? - preguntó el taxista dando vuelta en U
-Si, a maternidad por favor...

*-
Liam le pagó al taxista y literalmente corrieron con su equipaje en manos a la sala de espera, donde estaba casi todos los demás, y Gemma.
-¿Como va? - le preguntó Niall a Harry, abrazándolo por los hombros.
-Lleva 8 centímetros de dilatación... -Miró a Louis - en cuestión de minutos vamos a ser papás. - Louis tragó saliva y Liam lo abrazo por los hombros, calmandolo y haciéndole entender que aquí estaban.
-¿Y los papeles de adopción y eso? -preguntó Liam
-Los firmamos hace un par de meses. Ya no hay marcha atrás. -sonrío ampliamente Harry, mostrando una cara de nerviosismo y de felicidad combinados. Era lo más gracioso del mundo.

El doctor entró a la sala de espera y a pesar de su cubre bocas, se podía notar una sonrisa en su rostro.
-Señores Tomlinson, ya es hora. ¿Quieren acompañarme? - para ese momento, Harry y Louis ya estaban vestidos con las batas especiales que les hacían usar, y los dos se acomodaron los cubre bocas, sosteniéndose de las manos y caminaron detrás del doctor.
-¡Suerte!- escucharon como les gritaron sus mejores amigos y Harry suspiró emocionado.

-Es hora...- susurró Louis sosteniendo la mano de Tiffanny, a quien se le dificultaba dejar de respirar agitadamente, mientras Harry tomaba su otra mano y la apretaba.
-Te amo. -dijo Harry, y antes de que Louis pudiera contestar, un grito ahogado de Tiffanny los hizo reaccionar. ¡Maldita sea! ¡Era hora! ¡Iban a ser padres en menos de veinte minutos!

*-

El parto fue complicado, ya que la edad de Tiffanny no facilitaba las cosas, pero después de veinte minutos, exactamente a las 15:36, salió de su vientre una hermosa bebé, y Louis y Harry se convirtieron en padres.
Cortaron el cordón umbilical entre los dos y la sostuvieron en sus brazos solamente un par de segundos, porque tenían que llevársela a limpiar y a darla de alta.
Louis se acercó a Tiffanny, y con lágrimas en los ojos le agradeció por enésima vez. Prometiéndole que la iban a cuidar y amar como a nadie nunca.
Se abrazaron los tres y Tiffanny les pidió que ella se mantuviera anónima para la bebé, por lo menos en lo que Tiffanny crecía un poco más...
Quisieron que Tiffanny les ayudará a escoger el nombre, pero ella simplemente no quiso hacerlo, y estaba bien. Harry y Louis la entendían a la perfección.
Finalmente, cuando Tiffanny ya se había ido a otra habitación a descansar en lo que la daban de alta, llegó una enfermera, sosteniendo a la pequeña bebé entre sus brazos, envuelta en una cobija amarilla y se las entregó a Harry y a Louis, los felicitó y les dijo que la bebé estaba completamente sana, pesaba tres kilos y media 32 cm. Era pequeña y adorable y suya.
No volvieron a ver a Tiffanny, respetando lo que ella había pedido, y salieron del hospital con la pequeña bebé en brazos y con todos sus amigos siguiéndolos atrás.

Write about us.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora