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Yo soy Sarah Smith, tengo 16 años, y voy, camino a lo que será mi nuevo hogar con mi familia.

Cuando mis papás me dijeron que nos mudariamos a California no me lo tome muy bien, no era fácil para una adolescente un cambio tan drástico, pero ellos no lo entendieron y por más que intente hacerlos cambiar de parecer, mis intentos fueron fallidos y no termino muy bien la discusión.

Me cayó de sorpresa, estaba tan acostumbrada a Tennessee fue el lugar donde crecí, donde aprendí tanto, donde pase muchos momentos increíbles, con mi familia y amigos.

Y sí, tristeza fue uno de los sentimientos que me invadió, por tener que dejar todo aqui, por dejar la escuela, mis amigos, todo.

Tenía tanto miedo, miedo a ser la nueva, miedo a no saber adaptarme a una nueva vida, en realidad tenía miedo a cómo sería todo allí.

No quería irme, pero así lo quisieron mis padres, aún no puedo mantenerme sola, y la verdad no puedo vivir sin mis papás.

Aún faltaba por llegar, estaba tan aburrida, en el auto sólo se podía escuchar la música de fondo, todos estábamos en silencio, quise cortar la tensión pero no pude hacerlo.

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Estaba sumergida en mi teléfono cuando mi papá me habla.

—Sarah, ¡Anímate no sera tan malo!—dijo.

Claro para él es fácil decirlo, él no tuvo que abandonar su vida, sus amigos, todo sería nuevo para mi.— Pensé.

Iba a decir algo pero el siguió hablando. — Tendremos una casa más grande, nueva escuela, podrás tener nuevos amigos—continuó. —¿No te emociona?

Y si, en parte si me emocionaba, conocería cosas nueva.— pensé.

Solo decidí pensar en positivo, tratar de adaptarme, tampoco quería hacerlos sentir mal.

Sí, papá, esta bien. Después de todo, ¿Que podría salir mal?. — Le respondí a mi papá, intentando ser positiva.

Todo pensamiento positivo se esfumó, cuando oí a mi papá gritar— ¡Sara!—. Un grito que solo expresaba miedo.

Su voz se fue tornando lejana, mi vista y mi mente se empezaba a nublar, sentía mi cuerpo flotar.

Solo escuchaba los quejidos de mi papá, sabía que algo no estaba bien, pero no entendía que estaba pasando.

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Voltee a mi izquierda, y apenas pude ver la imagen de mi papá, se encontraba inconsciente, se veía muy vulnerable.. Intenté moverme para llegar a él, pero los intentos fueron fallidos.

Justo a su lado estaba mi mamá acariciando su brazo, y la vez también el mio, mientras lágrimas bajaban por sus mejillas.

—Mamá...—Fue lo que alcance a decir.— Sé fuerte, hija, todo estará bien.— dijo mi madre entre sollozos.—Intenté hablar de nuevo, pero falle en el intento, y así perdí el conocimiento.

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NOTA DEL AUTOR:

Espero les guste, soy nuevo esto y estoy poniendo todo mi esfuerzo:D

¡Disfruten!

K.

Mi Marcado Recuerdo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora