Capítulo Diez

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Cambiamos de coche a dos pueblos de Drake, donde no parecía haber nada vivo. Estábamos quedándonos sin gasolina, y quería poner tanta distancia entre nosotros y Drake como fuera posible.

 Quería un tanque blindado, pero tuve que conformarme con otro SUV. 

Dave obviamente no podía conducir, así que dependía en todo de mí, para llevarnos de un sitio a otro. Me estaba empezando a preguntar qué haríamos una vez que nos quedáramos sin tierra sobre la que viajar. ¿Podía aprender a navegar un barco y sacarnos de allí para bien? ¿Podíamos convertirnos en refugiados políticos y ser acogidos en algún lugar donde el virus no se hubiese extendido?

Quizás si fuese sólo yo. Pero ningún país, sin importar cómo de comprensivo fuera, dejaría entrar a un zombie confirmado. No había manera de que pudiésemos hacer pasar a Jungkook como un Rain Man; todo lo que tendrían que hacer era amenazarlo o agitarlo y entraría en modo de lucha. La actuación duraría minutos. ¿Y entonces qué?

La muerte, lo más seguro. Para proteger a todos los demás en la tierra.

La respuesta obvia sería dejar a Jungkook atrás. Pero era un punto discutible; yo no sabía cómo gobernar un barco.

Además, estaba empezando a creer que encontraría imposible el abandonarlo. Me había salvado la vida, muchas veces. Y le quería en ella, sin importar el poco tiempo que nos quedase.

Deseé saber si pensaba lo mismo. Me lo imaginaba, pero una confirmación estaría bien.

Es divertido cómo en la superficie, las emociones pueden elevarse tan rápido e intensamente.

El SUV nos llevó a través de los límites estatales, pero cuando giramos una esquina, había cuatro coches acumulados que estaban esparcidos a los largo de ambos lados de la carretera. Estábamos yendo tan rápido que incluso cuando pisé los frenos supe que íbamos a hacer que fuesen cinco. Hubo ese sonido enfermizo de chirriar de llantas combinado con metal crujiendo contra metal. Pude ver el coche de enfrente aplastarse como un acordeón cuando la poderosa fuerza del SUV robado pasó a través de él. Tanto Jungkook como yo fuimos arrojados hacia delante, y para ser honestos, creo que perdí el conocimiento por un momento, porque lo siguiente que supe es que mi cabeza estaba en el volante y Jungkook me sacudía.

─'toy bien ─articulé mal─. ¿Y tú?

Gimió, y mi cabeza estaba demasiado confusa para conseguir los detalles de su tono. Hice una mueca, y entonces arrugué la nariz cuando un olor fuerte llegó a mí.

Gasolina. 

─¡Mierda, tenemos que salir de aquí! ─grité.

Mi puerta estaba atascada con el coche con el que nos habíamos chocado, pero la de Jungkook estaba libre. Saltó fuera, y me arrastré tras él. Una de los coches estaba en llamas y corrimos, Jungkook dando tumbos mientras arrastraba pesadamente un pie.

La explosión nos derribó al suelo cuando los coches estallaron como una sucia flor naranja de fuego extendiéndose hacia el cielo. Podía sentir el calor en la espalda desde dónde estaba tirado boca abajo en la escoria de la carretera. Miré hacía Jungkook; parecía bien.

─Un día ─dije─ encontraremos un lugar libre de zombies, y no tendremos que volver a movernos nunca más, y no estaremos nunca de nuevo en esta situación.

Jungkook gruñó con esperanza cansada. Le ayudé a levantarse. Mirando alrededor, señalé una granja en la distancia, un claro relieve contra el paisaje más bien plano.  

─Probablemente podemos entrar sin ser invitados allí por una noche. Espero que no haya otros invitados. Y donde hay una granja, tiene que haber algún tipo de vehículo.

Me enamoré de un zombieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora