♉Tauromaquia♉

Orgullo.

Protagonistas: Hasgard y Teneo.

Spoiler: Misión, compañerismo.

Feliz cumpleaños Teneo.

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Narra Teneo.

Estoy de los mas nervioso, hoy sería el día que Hasgard me probaría para ser su sucesor como Santo de Oro, estada en parte emociona y en otra muy asustado, había estado probando y desarrollando mis habilidades por años para este día. Ser un digno portador de Tauro y enorgullecer a Hasgard. Eso es todo lo que tengo en mi mente.

Caminada detrás de mi Maestro, yendo por un camino hacia unos montañas que pareciera estaban algo deshabitadas, no sabia muy bien que haríamos y por el nerviosismo termino por preguntar.

— ¿Señor Aldebarán a donde vamos?

— Pues por decirlo de cierta forma vamos a cazar, ¿conoces al jabalí de Calidón? — mis conocimientos en mitos griegos no son muy buenos por lo tanto no se que decir.

— Pues no se mucho la verdad.

— Pues es simple, en la era de la mitología, la diosa Artemisa al ver que el rey de la región de Calidón no la incluyó en sus ofrendas, ofendida mando a varios Jabalíes gigantes de ascendencia casi divina como castigo, esos enloquecieron y empezaron a destruir los pueblos y cosechas, varios héroes mitológicos fueron enviados a su cacería hasta matarlos, a el mas grande al no poder matarlo lo encerrarlos en un gran sueño.

Escuchó muy atentamente, impresionado, yo pensada que Artemisa era ira una aliada de Athena, hasta caer en cuenta en algo.

— Entonces ese jabalí logro despertar y yo tendré que derrotarlo? — Cuestiono.

— Exacto, esa será tu prueba, pero descuida estaré para aconsejarte si algo malo pasa.

Respira profundo preparándome mentalmente para el encuentro, pero mientras quiero dispersar una duda.

— Señor Aldebarán una pregunta ¿Qué hará después de hoy si llego a obtener la Choth de Tauro? — Esa era una duda que tengo desde hace mucho rato, la guerra contra Hades había terminado, y ahora que había sobrevivo y va abandonar el puesto de Gold Saint para entregármelo a mi tengo esa incógnita.

— Pues es simple, tenia planeado irme y hacerme cargo de un orfanato. Seguir ayudando a niños cuando te conocí, es algo que me gustada y ya no podía hacer.

— Entiendo — Esa respuesta me había dejado enternecido, Hasgard seguía siendo el mismo hombre amable de siempre — Le deseo suerte.

— Te agradezco.

habían pasado un par de horas desde que empezamos el viaje y el sol arrecia, estaban cerca de un risco montañoso y con gran vegetación, alerto todos mis sentidos al ver algo que me dejo intrigado. Gran parte de la vegetación se veía destruida, parecía haber sido devorada o desgarrada.