Llegamos a la playa en plena noche. Éramos un total de unas cuarenta personas, sin contar la tripulación. El barco era realmente grande, acorazado, y para acceder a él teníamos que viajar en pequeñas barcas de madera.
Miiko se despidió de nosotros en la orilla de la playa y Jamón y Kero nos ayudaron a montar las cosas al barco.
Desde cerca el barco era mucho más impresionante. Estaba creado para cualquier tipo de combate por mar, dado que en Eldarya había criaturas hostiles en el mar, como es el caso de un kraken. También era un barco cuya función era poder viajar sin dificultad en aguas frías.
Al llegar al barco todos se pusieron en sus puestos de trabajo. Miiko había pedido a Ezarel que eligiera los mejores hechiceros cuya magia sea el aire, para poder favorecernos en el viaje y no tardar tanto.
Según me habían explicado, la mayoría de los que venían con nosotros eran guardianes y guardianas que ya habían estado en la Guardia Glacial. Dado que sus condiciones atmosféricas podían afectar a algún tipo de raza. Por ese motivo Valkyon y Nevra fueron enviados hace unos años a entrenar en esa guardia.
Cuando estuvimos todos en el barco se puso en marcha. Me acerqué a Nevra que estaba dando algunas instrucciones a varios guardianes de Sombra.
– En este viaje no quiero que bajéis la guardia. Seguiremos entrenando, incluso Valkyon también colaborara con los entrenamientos. Es importante mantenernos firmes y no perder fortaleza ¿Ha quedado claro? – asintieron – Ahora bien, Marsy's y Runlö vayan a popa y pregúntenle a Soëz si necesita ayuda para dirigir el barco. Lashy y Benyë vayan a proa para ayudar a los chicos de Obsidiana. El resto vaya al interior a guardar las cosas. Mañana a las diez los quiero a todos en cubierta para un entrenamiento.
Todos asintieron y se fueron para cumplir las indicaciones que les había asignado su jefe de guardia.
– ¿Y a mí que me indicas jefe? – le miré y esbocé una amplia sonrisa.
– Pues... – tomó mis caderas y me pegó a él – A que vaya conmigo a mi camarote... Creo que ahí tenemos cosas interesantes que hacer.
– Suena bastante bien... – besé sus labios. Tomó mi mano y caminó conmigo al interior del barco – ¿Mañana puedo entrenar con tu guardia?
– Sera con nuestra guardia, eres una Sombra también, y eso no se pregunta, ya sabes que puedes.
El barco tenía tres pisos hacia abajo, era bastante grande, pero todo era estrecho, para que hubiera bastante espacio. Los dos primeros pisos eran las habitaciones, el comedor, la cocina y los baños, y el tercer piso, era la bodega y el almacén.
Llegamos al que sería nuestro camarote durante estos días de viaje, estaba situado en la primera planta al final del pasillo. Era pequeño, solo entraba una cama doble, que ocupaba todo el ancho del camarote, y un pequeño baúl al pie de la cama para guardar la ropa. En el cabecero de la cama había una ventana. Enseguida me quité los zapatos y me monté en la cama para apoyarme en su amplio marco y mirar atreves del cristal.
El primer piso se encontraba por encima del mar, pero los otros dos se encontraban bajo el agua. Desde donde estaba las vistas del agua oscura con el reflejo de la luna era realmente espectacular. Miré el océano abisal que tenía en frente.
Sentí como Nevra se subía también a la cama y besaba mi hombro hacia mi cuello. Sus manos acariciaron parte de mi cuerpo mientras sus besos se acentuaban en mi cuello, sentí como me pegaba a su pecho de forma instintiva.
– ¿Te he dicho lo hermosa que te ves? – murmuró en mi oído para luego besarme en la mejilla. – ¿Y lo loco que me vuelves?
– Creo que puedo hacerme una ligera idea... – suspiré al sentir como sus besos bajaban de nuevo a mi cuello.
ESTÁS LEYENDO
Fragmentos de nuestro mundo [Libro 2][Eldarya][Nevra][editándola]
FantasyEs la continuación de mi otra historia Otro Mundo. Elizabeth hace un sacrificio del cual no deja aviso a nadie, dejando desolado a Nevra, para poder salvar Eldarya y destruir uno de los males que acechaban el mundo. ¿Qué pasará ahora con Nevra? ¿Qué...