Capítulo 32: La mentira

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- Nevra -

Observé la cara de Elizabeth después de unir los cristales, la consternación y una gran confusión que sentía. Creía que lo que estaba haciendo no era del todo lo correcto, pero esperaba que solo fueran ideas suyas.

Yo también esperaba lo mismo, había sentido ese mal presentimiento suyo, ese malestar en la boca del estómago y esa risa que le rondaba por la cabeza cuando los cristales se juntaron. ¿Sería una sugestión de su propio subconsciente?

Con los días se fue relajando sobre el tema, no había pasado nada malo en Eel, ni en sus alrededores y tampoco había noticias malas de otras zonas de Eldarya, por lo que la unión de los cristales solo beneficio al mundo, ayudando a los faéricos a recuperar lo que perdieron con la rotura del cristal de Eel.

Aun así, no dejaba de notar el malestar en Elizabeth y quería poder ayudarla a sentirse mejor, quería darle una sorpresa. Aunque tuviera que hacer horas extra, era algo que quería hacer para ella.

Ambos habíamos vuelto a los trabajos de la guardia, ella estaba ocupada en la enfermería, con la mejora de muchos habitantes, Eweleïn pidió más ayuda para estabilizarles el maana. Yo, por otra parte, había vuelto a entrenar a mi guardia, quería estar preparado, y como muchos de mis guardianes estaban en búsqueda de cristales, me tocaba hacer vigilancia por las tardes.

Faltaba dos meses para la boda y mi idea había sido decorar en secreto nuestra habitación en la casa. Quería cambiar el cabecero divisorio y crear un escritorio especial para ella y, claro está, otro para mí del mismo estilo. Quería que el arreglo de nuestra habitación fuera una sorpresa para ella, quería contemplar su rostro cuando la viera después de la boda.

Antes de ir al entrenamiento de la mañana fui guiado por mis pies a un lugar que jamás pensé que me llevarían, a un lugar que llevaba años rehuyendo, un lugar que me hacía avivar mi pasado.

Me detuve en frente de un pequeño local llamado Forjaruna, era el mejor local de la zona oeste de Eel, mejor dicho, el mejor local para lo que yo quería. Los dueños de este lugar eran grandes expertos en la carpintería y el uso de la herrería como método decorativo, mezclando magia y tecnología terrestre.

Suspiré mirando movimiento detrás de un cuidado escaparate, donde mostraban diversos muebles de una calidad magnifica.

Ahí estaba ella, con sus cabellos castaños como yo los recordaba, estaba mucho más alta, pero seguía manteniendo esos rasgos aniñados que recordaba en mi mente. Esos rasgos que dejé libres cuando nos fuimos de la sede de Yagut.

Una de las últimas cosas que recordaba de ella eran las lágrimas de esperanza que desbordaron de sus ojos cuando la liberé de mi clan, cuando le dije que no quería que fuera mi alimento, cuando le dije que buscara un lugar seguro, un lugar que acabo siendo Eel.

Respiré profundo y abrí lentamente la puerta de la tienda, oyendo el sonido de una suave campana avisando que alguien había pasado.

– ¡Buenos días! ¿En qué...? ¿N-Nevra? – me miró sin creérselo. Le había prometido mantener las distancias con ella en las cartas que nos escribíamos muy de vez en cuando, algo que ya no pasaba en años. Le había prometido que jamás volvería a su vida después de lo que le había hecho pasar, pero esto era necesario. La sentí temblar.

– Hola Louisa – intenté regalarle una sonrisa de confianza y vi que abría la boca, pero no conseguía decir nada – Solo vengo como cliente...Me han hablado maravillas de lo que hacéis tu esposo y tú y requería vuestro servicio.

– ¿No hay más carpinterías en el resto de Eel? – alzó una ceja.

– Si, pero esta es la más cercana del lugar que quiero arreglar...– ella miraba hacia la puerta trasera de la tienda – Si es mucha molestia entonces...Mejor me voy.

Fragmentos de nuestro mundo [Libro 2][Eldarya][Nevra][editándola]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora