- Nevra -
Llevé las manos a mi rostro, intentando ocultar las lágrimas de alegría que iban rodando por mis mejillas mientras contemplaba como Elizabeth se iba acercando a mí. Mi corazón latía de tal forma que pensé que se me iba a salir del pecho.
Cuando Elizabeth estuvo a mi altura estiré mi mano para tomar la suya y poderla llenar de besos. Tenía ganas de besar sus labios rojos, de llenarla de besos.
– Estás realmente hermosa...No tengo palabras... – murmuré sin dejar de mirarla, observaba cada una de sus pecas y esa mirada mágica que brillaba como nunca.
– Y tú estás espectacular... – soltó mi mano y acarició las cicatrices de mi ojo – Te has quitado el parche... – sonrió sin dejar de mirarme.
– La ocasión lo requería...
– Me encanta que seas tú – sonreí de forma boba.
Madre hizo sonar una suave campana que hizo que ambos dejáramos de mirarnos y la viéramos a ella. Nos habíamos encerrado de forma momentánea en nuestra burbuja personal, algo que nos pasaba con frecuencia sin apenas evitarlo. Era mirarla y que mi mundo se detuviera por ella.
– ¡Bienvenidos sean todos a esta hermosa unión! – se aclaró la garganta y miró a todos. Madre tenía una túnica azul oscuro para la ocasión, una túnica ceremonial que se ponía para celebrar este tipo de acontecimientos – Para mí es un verdadero placer ser la que oficié este momento, esta unión... – vi como unas lágrimas caían en su rostro – No puedo evitar emocionarme viendo este momento esperado, este momento tan mágico. He visto crecer a este hombre, le he visto cometer errores, le he visto huir de ellos, le he visto convertirse en lo que es ahora, pero jamás lo había visto con esa mirada de ilusión, con esa mirada llena de luz... Muy orgullosa de ser yo quien presida esta unión y muy orgullosa de que sea esta mujer con la que vayas a celebrar esta unión... – me miró y luego miró a Elizabeth, quien se mordía el labio intentando no llorar con el momento – Habéis pasado momentos duros, bastante duros, pero juntos habéis salido de esos momentos y os encontráis aquí...
Hizo una pausa, se limpió las lágrimas que caían por sus ojos e intentó tomar aire.
– Lo siento...No evito emocionarme – acercó su mano para acariciar mi mejilla y sonrió ampliamente. Besé la mano de mi madre transmitiéndole una sonrisa de confianza – Ahora si... Comencemos... ¡Que cada uno de los presentes llame a este rito sagrado, a esta hermosa unión que conocemos como las fuentes de amor, confianza, confidencialidad y de inspiración! – nos miró – Nevra, gran mago, gran guardián, y Elizabeth, gran bruja, única Elegida... ¿Estáis aquí por decisión propia?
– ¡Si, lo estamos! – dijimos a la vez y ambos volvimos a mirarnos.
– Para esta unión debemos de honrar a las diferentes fuerzas elementales de nuestro mundo, para que den sus bendiciones a la pareja, para que os colmen de prosperidad y alegría – alzó sus manos y vi como sus ojos se ponían en blanco – ¡Espíritus del aire yo les llamo! – sentimos como un viento comenzaba a mecer de forma suave el sauce, como algunas de sus hojas nos acariciaba a ambos produciéndonos una leve risa – A través de tiempos de cambios inesperados, de incertidumbres...¿Todavía os amareis y honrareis?
– ¡Si, lo haré! – contestamos a la vez.
– Sed entonces bendecidos por el espíritu del viento – sentía como el aire nos rodeaba y miré como los cabellos y partes del vestido de Elizabeth se elevaban por el aire que nos iba cubriendo – Que siempre os acompañe en esos momentos... – madre dejó de tener los ojos blancos para al poco tenerlos rojo – ¡Espíritus del fuego yo les llamo! – tanto Elizabeth como yo nos sorprendimos cuando a nuestro alrededor se formó un círculo de fuego, un fuego que no quemaba ni irradiaba calor, rodeándonos a los dos – Cuando las llamas de la pasión se disminuyan y el deseo se acabe ¿Todavía os amareis y os honrareis?
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Fragmentos de nuestro mundo [Libro 2][Eldarya][Nevra][editándola]
FantasíaEs la continuación de mi otra historia Otro Mundo. Elizabeth hace un sacrificio del cual no deja aviso a nadie, dejando desolado a Nevra, para poder salvar Eldarya y destruir uno de los males que acechaban el mundo. ¿Qué pasará ahora con Nevra? ¿Qué...