– Nevra –
El viaje a Derdranë fue bastante más lento, estaba sin ánimos de nada, deseaba perderme por Eldarya, pero algo me hacía seguir mi camino hacia mi destino.
Fue al alba cuando vislumbre a lo lejos el imponente castillo de Derdranë. Sus tejados azulados, sus gruesas paredes de piedra, la magia que flotaba alrededor, el humo vaporoso que salía de las diversas chimeneas.
Se iba acercando el invierno en Derdranë, me hubiera encantado que ella estuviera aquí en esta época del año. A diferencia de Eel, en Derdranë nevaba y todo era blanco, un panorama espectacular. El lago se congelaba, dejando una fina capa de hielo, el sauce se cubría de nieve y con cada mecida de viento hacia una nevada constante bajo sus hojas, era algo hermoso de ver, algo que a ella le hubiera encantado observar. Me había dicho que siempre había vivido en climas cálidos y nunca había visto una nevada, hubiera sido ideal que viniera a este castillo acercándose esta época.
Dejé el owlett en donde los familiares y caminé de forma rápida por los pasillos de piedra de Derdranë.
Supuse que madre estaría en el despacho privado de la biblioteca y fue el primer lugar al que me acerqué.
Entré en la biblioteca y lo primero que hice fue visualizarla a ella, recorrer con ilusión los pasillos de estanterías que reinaban en la estancia. Aún recuerdo su mirada maravillada al entrar por primera vez, esa sonrisa mágica que se le dibujaba en el rostro, como su mano iba acariciando el lomo de los libros que tenía a su alcance y cómo se volteó a verme llena de felicidad y energía por este lugar. Suspiré pesadamente y limpié mis lágrimas que brotaron sin controlar por mis mejillas.
Caminé hacia la entrada del despacho, dije el hechizo para abrirlo y al entrar me vi tanto a madre como a padre sentados en el sofá del fondo de la estancia tomando un té.
En los segundos que tardaron en reaccionar que había llegado observé ese despacho, en donde pasamos muchas horas juntos, donde la miraba practicar y leer, donde me maravillaba ver sus reacciones a lo que ella hacía o yo le enseñaba. La observé arrodillada en el sofá, mirando la ventana, observando la vida que pasaba bajo ella, mirando la magia del lugar. Cerré los ojos un instante para quedarme con esa visión de ella, sonriendo mientras veía la vida pasar en Derdranë.
– ¡Hijo mío! – madre corrió hacia mí y me estrechó entre sus brazos.
– Ma...Madre...– dije con voz temblorosa y no pude evitar llorar al sentir su abrazo – Se ha ido madre...No está ya... La he perdido...
Sentí como me abrazaba con más fuerza y al poco sentí la mano de mi padre ponerse sobre mi hombro.
– Sé que has venido huyendo y que tus motivos son dolorosos, pero, aun así, me alegro de que estés aquí hijo mío – me dijo.
– Tenemos mucho de qué hablar cariño – dijo madre acariciando mi mejilla. A pesar de todo, ella seguía manteniendo una sonrisa cálida en el rostro.
– No...No quiero hablar...
– Tenemos algo para ti – añadió padre – Por eso queremos que te sientes un momento hijo, luego podrás partir a tu habitación.
– Dudo que me quedé en el castillo...Vine, pero me iré a las afueras, a la pequeña cabaña que hay abandonada cerca del río...
– Bueno...Si así lo deseas – aun así, hizo un gesto para invitarme a sentarme y eso hice, no tenía ganas de llevarles la contraria. Madre me secó las lágrimas con sus manos y se sentó frente mío.
ESTÁS LEYENDO
Fragmentos de nuestro mundo [Libro 2][Eldarya][Nevra][editándola]
FantasyEs la continuación de mi otra historia Otro Mundo. Elizabeth hace un sacrificio del cual no deja aviso a nadie, dejando desolado a Nevra, para poder salvar Eldarya y destruir uno de los males que acechaban el mundo. ¿Qué pasará ahora con Nevra? ¿Qué...