Capítulo XI

880 135 18
                                    


Off me abrió los ojos, pensé en un momento que todo era una horrible coincidencia, pero no puedo tapar el sol con un dedo.

No podía creer lo ciego e iluso que he sido, no puedo creer que con solo una palabra o una simple caricia soy capaz de dejar todo y creer en él.

Después de una corta reunión con Off, salí de su oficina para dirigirme a la mía.

Cada paso que daba era tan tortuoso para mí, no dejaba de pensar en él, en Tin.

Tin el chico del que me enamoré en la adolescencia y por el cual lloré al escuchar sus palabras de desprecio.

El mismo, por el que ahora estoy seguro que nunca deje de amar, pero también por el que estoy seguro que no debo de amar..

¿Como puedo amar a alguien que sólo me ha herido y que hasta la fecha sigue hiriendome?

Detengo mis pasos a centímetros de mi oficina y puedo escuchar las risas que emanan de mi oficina, se de quien son y no puedo creer que tal vez sea esta persona la qie lo este ayudando, si es así, entonces no he dejado de ser tan idiota..

Giró la perilla y en el momento en que abro la puerta, ahí estaba él..., Tin, hablando animosamente con Patty mi secretaria.

Ella al verme se levanta rápidamente del sillón y se disculpa por su actitud tan confianzuda.

Tin tiene esa sonrisa que siempre me ha mostrado una que parece ser amigable pero que realmente esta llena de falsedad

- Patricia, puedes traerme la lista de los invitados internacionales y puedes llamar a junta directiva a nuestros accionistas mayoritarios - me dirijo a ella sin siquiera ver a Tin

- Si señor - hace una reverencia y sale de la oficina

- Creí que no tenias accionistas - dice Tin con curiosidad

- Quedan pocos pero aun así debo de comunicarles cada paso de la coleccion

- No le veo el sentido de que tengas sanganos que solo esperan parte del botín sin hacer nada

- Cada uno tiene, su labor y cada uno es importante para levantar nuevamente la empresa.

- Solamente te he visto trabajar a tí, y a tu buen "amigo" Off - arrastra la última palabra, haciendo que me moleste esa forma de referirse tan despectiva de mi único y verdadero amigo.

- Eso es lo que tú ves no lo que yo veo - por primera vez desde que entré a la info lo veo directo a los ojos - y si podrías ver lo que yo veo no he gustaría

Su cara de desconcierto me gusta, pero se qué mis palabras no son suficientes hirientes como las de él.

Después de eso ambos mantuvimos en un silencio sepulcral.

Sin más comencé a hacer varios de mis papeleos, sin siquiera dirigirme a Tin, las llamadas siguieron llegando y yo seguía en mi pequeño mundo.

Tin solo se dedicó que ver unos documentos que traía en su maletín y realizó algunas llamadas desde su teléfono celular.

Patricia entró a dejarme unos papeles y confirmarme la asistencias a de los miembros del la junta directiva - a las 12:00 pm llegarán todos señor- dió la media vuelta y puede ver esa sonrisa que le regaló a mi prometido.

No tengo dudas, hay algo en entré ellos

Seguí en mi trabajo, y de vez en cuando sentía la mirada intensa de Tin, pero ninguno de los dos decía algo.

Pasados varios minutos por fin se rompió ese silencio que nos rodeaba - Entonces, no vas a decir nada?, No me vas a dar una explicación sobre tu inasistencia de ayer? - se notaba que estaba luchando para demostrar indiferencia en sus palabras pero logré notar un poco de enojó en ellas.

Herido Tin&CanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora