Herido Tin&Can

Capítulo Final XLV

El día estaba desapareciendo rápidamente.

El Sol había llegado a su punto más alto, el calor que emanaba era realmente poderoso.

Las personas caminaban de un lado para otro, realizando sus actividades.

Todo era tan común, si no fuera por qué él aún estaba en el hospital, escondiéndose de la realidad.

Hoy tenía que ir al juzgado y detener el proceso de divorcio, que firmó antes de casarse.

Sí, ese prenupcial lo liberaba del matrimonio un año exacto del boda.

¿Pero sería lo mejor dejar ir a Tin y que éste haga su vida, o sería mejor aferrarse a él?, obvio deseaba aferrarse a Tin, pero ¿Que si él no quiera lo mismo?

Se sentó en una de los sillones cercanos a la habitación de Off.

Los padres de éste entraron a verlo, Can  estaba esperandolos para decirles lo que habían sucedido, pero no tenía el valor.

- Can - Lay le llamo y su hermano solo alzó la mirada pero no dijo nada - ¿Que haces aquí? Deberías de estar en el juzgado.

- No se que hacer - bajo la cabeza - me siento tan desorientado

- Ve y habla con él, si te destesta, lo sabrás, pero no te quedes con la duda.

- No se que haría si Tin decide terminar el matrimonio, pero tampoco se si debo aferrarme a él.

- Can cualquier que sea su decisión, ustedes deben de hablar, jamás obtendrás una respuesta a tus preguntas si no las haces primero.

Can se quedó viendo a su hermana, parecía más madura de lo que recordaba, anteriormente ella le habría dicho algo hiriente y se hubiera burlado de sus desastres.

Ahora ella lo apoyaba y lo consolaba

Esperaba que está vez se conviertiertan en una familia, en una verdadera familia...

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Poco menos de medía hora después de la charla con su hermana, Can estaba fuera del juzgado

'¿Tin estaría ahí?'

Se preguntó, ¿Tin deseaba verlo, o no?

Si fuera Tin obviamente no lo quisiera ver,

Ese pensamiento lo hacía nervioso

Se paró frente a la entrada, pero el  nerviosismo lo hacía detenerse.

Tenía que hacer frente a cualquier que fuera el resultado, ya no era un niño, ya no estaba su padre que hacía todo para que él no lo hechara a perder.

Ya no estaba Off, que le consolaba cada vez que algo no salia cómo quería.

Y ahora tampoco estaba Tin que tomara su mano y con una solo mirada le dijera que todo estaba bien

Ahora estaba él solo.

Estuvo apuntó de entrar, cuando el chillido de un auto lo detuvo

Giró y era Tin, él estaba ahí bajando de uno de sus tantos autos

Ya no había tiempo para huir

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Ambos se sentaron uno frente del otro, las bebidas fueron puestas por la mesera y aún no hablaban

- ¿Has estado bien? - rompió el silencio Can..

- Si - respondio Tin, este nunca se había sentido tan nervioso en su vida - ¿Tu cómo haz estado?