·˚༘ ③② ˖۪. ꜥꜤ Invierno。

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Cuando Jinwoo logró despertarse, miró al mueble con un reloj que estaba a su lado, mostrándole en pequeñas pero distinguibles números verdes fosforescentes la hora. Eran las 6 y 30 de la mañana, aún se podía notar el dejo de oscuridad en la blanquecina pieza, y ese frío mañanero que traspasaba el cuerpo del castaño.

Cuando Jinwoo trató de pensar todo lo que había hecho en la noche, sus mejillas se calentaron al instante por el bochorno y la vergüenza de todas esas posiciones y todas esas veces que Mino había entrado en él sin ninguna restricción, más que un condón y lubricante. Podía recordar claramente las 5 veces que lo había hecho con Mino, y las palabras que este le había dedicado con cada estampida en contra de su cuerpo, con su miembro erecto y duro contra él, dejándole el pequeño agujero del menor más que ardiendo.

-¡Auch!- Gritó el castaño en un susurro, sin poder guardarlo en la garganta. Al tratar de levantarse de la cama se dio cuenta que el dolor era completamente intenso en la parte baja de su columna, pero aún así traspasando toda su espalda, desplomándose nuevamente en las tibias sábanas.

Al mirar a su lado, vio la espalda descubierta del moreno, con sus mechones esparcidos por toda la almohada, además de poder notar cómo en esa misma espalda, podían verse pequeños, pero hartos rojizos rasguños traspasando su morena y suave piel, dejando al descubierto esos dejos de placer por parte del castaño en una parte del cuerpo del mayor.

Jinwoo quería acercársele, tocar su espalda, pasar sus brazos por su cintura, y proporcionarle el calor corporal que el moreno necesitaba en esos momentos, esos momentos cuando tenía su espalda al descubierto, con un frío mañanero, con un temblor pasando por su columna de vez en cuando. El castaño quería que eso se fuera de Mino, y Jinwoo quería ser como un oso, dándole el calor que necesitaba... pero claro, eso era algo que no iba a suceder... jamás.

Cuando dejó pasar un tiempo, después de decidirse que ese abrazo jamás iba a pasar, ni menos darle un beso de mañana al chico malo, el castaño se decidió por levantarse. Pero al hacerlo, encontró el mismo resultado que tuvo hace un rato atrás. Su columna le dolía demasiado, además de poder sentir esa incomodidad ardiendo por su trasero.

El castaño podía recordar como había gritado, gemido y tenido mil y un orgasmos por la noche de pasión de Mino y él, pero en esos momentos, el castaño solo quería dejar pasar esos recuerdos, y pensar que nunca pasaron, solo para olvidar el dolor que tenía en ese instante en su cuerpo.

Al pasar un rato de intentos fallidos, el castaño finalmente pudo con su cuerpo, caminando lentamente a donde estaba toda su ropa, tomándola y poniéndosela con cuidado y sin prisa, después de todo, llegar a clases un poco tarde, no le hacía mal a nadie.

-Mino.- Le llamó Jinwoo, mientras le rozaba con las yemas de sus dedos la mejilla del moreno, admirando con todo su corazón esos rasgos finos del mayor, revoloteando mariposas en su estómago cada vez que pensaba en sus labios con los de él, además de poder sentir su corazón palpitar más rápido al momento de ver los rasgados y oscuros ojos del mayor abrirse, dando a conocer el sueño que tenía por la inyección de sangre que tenía por su iris.

-Jinwoo.- Le respondió con la voz totalmente ronca por el reciente despertar.

-Me voy a la escuela.- Le habló el muchacho, viendo como el mayor tocaba su mano y la alejaba de su rostro.

-Como quieras.- Murmuró, dándose vuelta en la cama, y estirando las sábanas hasta tapar todo su cuerpo.

Esto le cayó a Jinwoo como un balde de agua fría, y le ayudó a recordar que ellos no tenían ni una relación, solo eran... eran... eran... nada. Eso, eran nada, ¿cómo podían ser algo si Mino siempre había dicho que no eran nada?... ¿no?

BAD BOY || Minwoo/Songkim ☾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora