La noche estaba más fría de lo normal, el invierno se estaba volviendo cada vez más presente. Mientras que todo se estaba cayendo pedazo a pedazo en la vida del azabache.Minho se fumó su quinto cigarro en la noche, mirando directamente a ese departamento de aspecto pobre y marginal, totalmente opuesto al suyo. Las calles estaban oscuras y una luz titilante de un paradero cercano iluminaba con nada de éxito el pasaje.
"¿Por qué se demoraba tanto en salir?", se preguntaba el impaciente joven afuera de la vivienda de Jinwoo. Sabía perfectamente que Junhoe estaba viviendo al lado del castaño y quería hablar con él, confrontarlo y preguntarle cosas.
"Agh, ¿a quién trato de engañar?", se decía el azabache, tirando el cigarro lejos y con furia contenida, su cuerpo tiritaba en frío, y tal vez algo más, la chaqueta de cuero junto con sus pantalones oscuros, no podían dejarlo en paz con respecto al invierno, además de que esa bufanda roja no hacía mucho tampoco.
Minho se encontraba en esa calle desde que supo, desde que Taehyun le contó todo lo que estaba pasando con Jinwoo durante toda esa semana, desde que supo que Junhoe era el que lo estaba cuidando y "se veían
encariñados", pensó con la voz insoportable de Taehyun.—
Su habitación estaba hecho un desastre, era primera vez en la vida de Mino que su cuarto reflejaba la verdad de su naturaleza y su vida. Una calamidad.El azabache siempre había sido alguien ordenado y limpio, a pesar de cómo era visto, y como su existencia era un caos, nunca dejó que eso le afectara en su rutina dentro del dormitorio. Pero... era primera vez que se sentía tan desganado de su vida que ni siquiera se daba el tiempo de recoger un pedazo de ramen del suelo. Todo estaba cochino, con olor a alcohol y cigarros por todas partes. Se había dedicado a estar toda esa semana fuera de su departamento, pasando las noches con chicas, algunos hombres, y follándose a cualquier persona que estuviera dispuesto a hacerlo con él... algo que no era difícil de conseguir para el sexy y guapo azabache.
La semana en que Jinwoo se había ido a Imjado había pasado larga y tediosa. Además de tener a todos sus amigos mirándolo con rabia, desaprobación y condenándolo a tener que salir a divertirse solo, porque "no queremos participar en que le hagas daño al ciervito", habló Bobby, uno de sus amigos más leales, alguien que jamás pensó que le daría la espalda. Pero lo hicieron, y todo por ese idiota de Jinwoo, por el débil y tonto castaño, que cayó en las redes del azabache cuando este le decía que JAMÁS le devolvería los sentimientos. Aún no entendía porqué todos estaban en su contra si el chico malo siempre dejó en claro sus deseos con el castaño.
"Jamás te habías comportado de esa forma con alguien, Mino, tú mismo nos dijiste que te gustaba, y no puedes decirnos que fue un momento de debilidad, ese ciervito te movió el piso fuerte y tú dejaste que lo hiciera, porque de alguna u otra forma, no lo puedes sacar de tu cabeza, y si tanto te importa, deberías declarar tus sentimientos, antes de que alguien más se vaya con él." Esa sentencia le estaba carcomiendo los huesos al azabache.
¿Por qué todo tenía que ser tan difícil?
A Mino jamás le gustaron las relaciones, por eso no tenía... pero... sí le gustaba lo que tenía con el menor... le gustaba, y mucho. Le gustaba tenerlo para él, le gustaba que este le dijera que lo amaba, que era suyo, que le pertenecía, le gustaba esos ojos, esos labios, ese abdomen, ese cuello, esos estremecimientos que tenía cuando el mayor pasaba su mano por su entrepierna, con esos besos sabrosos que lo dejaban sin respiración y con el pulso acelerado, algo difícil de lograr para el experto Minho, y uno de sus sonidos favoritos se convirtió en los gemidos del menor, con ese tono característico de Jinu, era un exquisito hombre, y le gustaba que fuera solo para él, pero no quería tener una relación... no... eso no, ¿o sí?
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BAD BOY || Minwoo/Songkim ☾
FanfictionEl chico perfecto existe. Ese es Kim Jinwoo. Buenas calificaciones, bueno en el deporte, conocido por todos y atractivo para los ojos de cualquiera. Aunque, la muerte de su padre marcó un antes y después en él. Una mudanza de Imjado a Seúl le cambió...