·˚༘ ②⑧ ˖۪. ꜥꜤ Junhoe。

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Ahí estaba él, Junhoe, el ex novio de Jinwoo desde hace unos años atrás, el primer hombre que le dio un beso a esos labios felinos del castaño, el primero que hizo experimentar esos sentimientos de amor al castaño, el primero en acelerarle el corazón al ciervito, y el primero en demostrarle que una persona sí podía amar después de perder un familiar muy importante, después de perder la mitad de tu vida.

Junhoe, el hombre que le dio esperanza al castaño, el que le enseñó a seguir con su vida, el que lo empujó a levantarse y volver a caminar.

-Jun... Junhoe.- Jinwoo aún no podía hablar bien por la sorpresa de ver a ese hombre frente la puerta de su casa. Con esa sonrisa inolvidable. Haciendo palpitar su corazón.

-Hey, Jinu, ¿por qué esa cara?, como si hubieras visto un fantasma.- Murmuró el otro, aún mostrando los perlados dientes. -¿Qué?- Le dijo nuevamente al castaño, inclinándose un poco para mirar a esos abiertos ojos del castaño. -No le darás un abrazo a tu hyung preferido.- Comentó este, haciendo que Jinwoo saliera de su trance y sonriera alegremente.

Lo abrazó fuerte y apretadamente contra él, Jinwoo sabía muy bien, al igual que Junhoe, que habían cosas que decirse y momentos que debían recordar, pero ahora, todo era dejado de lado, y solo deleitándose mutuamente por el abrazo, haciendo que la madre de Jinwoo mirara todo esto con ojos enternecidos por la escena.

-Te extrañé mucho, ciervito.- Le susurró el hombre en su oído, haciendo que el castaño temblara de pies a cabeza por esa frase, la palabra "ciervito" solo era usada cuando Junhoe y él estaban solos, hace mucho tiempo, en una habitación vacía, dándose caricias y tiernos besos, momentos claves de su relación como pareja, pero aún así, que nadie se enteraría de eso, ni siquiera sus padres.

-Jun...- Jinwoo no podía responderle de la misma manera, a pesar que ese hombre que abrazaba era uno demasiado especial, ahora Jinwoo tenía el corazón y su mente en otro lugar, en otro hombre, en un moreno de ojos tenebrosos y oscuros, pero que por dentro, era un pequeño cachorrito.

-No sabes cuánto me arrepiento de lo que hice.- Siguió este, sin detener el abrazo, sin soltarlo, con sus labios tocando la oreja caliente del castaño, susurrando cada palabra y cantándolas con fervor y gravedad.

-Yo...

-Discúlpame, ciervito.- Suplicó, enterrando su rostro en el cuello del castaño, apretándolo más fuerte contra su cuerpo.

-Ya está olvidado, Junhoe, hiciste lo que tenías que hacer.- Murmuró el otro, tratando de olvidar un poco las imágenes de esos momentos que pasó en su cama, solo, sin compañía. Tratando de olvidar esas lágrimas derramadas.

-Sabía que te gustaría esta sorpresa, Jinwoo.- Dijo alegremente la madre de este desde atrás, al castaño se le había olvidado por completo la presencia de su madre, se alejó un poco de Junhoe, con sus mejillas un poco sonrojadas, y tomó la mano del otro castaño.

-Toma, cena con nosotros, Junhoe.- Sugirió el castaño, tratando de evitar los ojos castaños del mayor, que lo podían atravesar con solo una mirada.

-Sería un placer.- Comentó el mayor, con una sonrisa cálida y sin preocupaciones.

Al terminar una cena de casi 2 horas, con conversaciones de las aventuras de Junhoe en la Universidad de Seúl, del porqué había ganado una beca, del porqué antes este se había ido de Imjado a otra parte a estudiar, de porqué esto no resultó, del porqué la madre de Jinwoo le había ofrecido el departamento de al lado de ellos que estaba en arriendo, del porqué el mayor estaba estudiando música, del porqué Jinwoo ya no se juntaba mucho con Jinhwan, del porqué se habían ido de Imjado, del porqué el menor tenía un buen promedio en matemáticas, algo nunca antes visto, y muchas cosas más.

BAD BOY || Minwoo/Songkim ☾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora