·˚༘ ⑧ ˖۪. ꜥꜤ Impredecible。

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Después de haber bebido como un litro de agua por la jaqueca, su cabeza aún le dolía.

Tenía flashbacks de los que había pasado la noche anterior, y como Mino lo había hecho correrse, pero no podía recordar nada más después de eso. Y odiaba ese sentimiento de vacío.

Su mente pasaba de tema en tema, primero Mino, después como este le hizo sentir, a continuación el sabor del Vodka seguía en su boca, y el mareo que seguía, después Taehyun y sus piropos, su ego estaba arriba gracias a eso. Y finalmente pero no menos importante, su madre, ¿por qué aún no llegaba? Ya era bastante tarde para que estuviera un día sábado en la oficina.

Eran las 10 de la mañana.

-Aló.- Dijo la madre de Jinwoo al contestar la llamada preocupada de su hijo.

-Mamá.- Dijo el castaño. -¿Dónde estás?-

-Ah... eh... Jinwoo.- Dijo. -¿Pasó algo?-

-Mamá.- Jinwoo frunció el ceño. -Contéstame, ¿dónde estás?- Y después de esa pregunta escuchó un ronquido... de hombre.

-¿Con quién estás?- Gritó Jinwoo en el teléfono.

-Jinwoo, disculpa mi amor, tengo que colgar.- Dijo. -Y no estoy con nadie, solo fue mi silla que rechinó, eso es todo.- Y así de rápido colgó.

Jinwoo no sabía qué hacer, sus ojos comenzaron a arder por las lágrimas, quería ir a su trabajo y traer a su madre enseguida, no quería que estuviera con nadie más que él. La necesitaba tanto a veces.

Sintió algo en su garganta y empezó a salivar fuertemente, hasta que sintió como todos los recuerdos de ayer se iban a ir de su estómago, corrió al baño y plantó su cabeza en el inodoro, vomitando lo poco y nada que había comido ayer.

Al terminar de vomitar todo, su cabeza aún daba vueltas, pero ya no tanto como antes, se sentía extrañamente aliviado.

Tenía que prepararse para ir a su trabajo y, con resaca y todo, se duchó y preparó.

Al mirarse al espejo se dio cuenta de algo, algo que no había visto, y que lo iba a hacer recordar al hombre que lo dejaba fuera de sí.

Mino había dejado su rastro en el cuello de Jinwoo, un rastro demasiado grande para poder taparlo con simple maquillaje.

-Ah... Mino...- Dijo Jinwoo, recordando todos los sentimientos que el moreno le había hecho sentir la noche pasada.

Vio su celular y ya era bastante tarde, se amarró una bufanda, percatándose que no se viera la sensual marca y se marchó de ahí, con demasiados sentimientos, Mino, su madre y su aventura, su escuela, sus abusadores, su padre que ya no estaba, su tedioso trabajo y nuevamente... Mino.

El lunes llegó lento, al revisar que todo su uniforme estuviera en su lugar, se dio cuenta que estaba ligeramente sonrojado, por todos los pensamientos que pasaban por su cabeza, y que todos tenían relación con el perfecto moreno.

Al amarrarse nuevamente otra bufanda para tapar su cuello, se dio cuenta que no era tan frío afuera. "Perfecto, justo cuando necesito que haga frío, no hay", "esa es mi suerte." Y maldiciendo el clima, Jinwoo se despidió de su adormecida madre y se fue.

-¡Jinwoo!- Le gritó Jinhwan. -¿Cómo estás?- Le preguntó acercándose.

-Bien.- Dijo Jinwoo abrazando a su amigo. -Y ¿tú?, ¿cómo te fue en la olimpiadas de matemáticas?-

-Muy bien, Jinu.- Le dijo. -Aunque no gané el primer lugar.- Murmuró desanimado, Jinwoo palmoteó su espalda y estaba a punto de abrazarlo, pero este lo paró y le mostró una medalla con una sonrisa de lado a lado en su rostro. -¡Pero gané el segundo!- Dijo.

BAD BOY || Minwoo/Songkim ☾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora