Jamás pensó que le iba a pasar algo parecido.
¿Por qué el matón de la escuela lo había besado?
¿Por qué el más rebelde de la escuela lo había curado?
¿Por qué Mino quería estar cerca de Jinwoo?
El mundo se estaba volviendo loco. Y Jinwoo estaba con él.
Al llegar a su casa, totalmente aturdido por todo lo que había pasado, se preparó para ir a su trabajo de media jornada, no ganaba mucho, pero era lo suficiente para poder pagar los gastos comunes del departamento, algo que su madre no podía financiar. No trabajaba toda la semana, eran solo los lunes, martes, viernes y sábados, pero aún así era bastante agotador.
Cuando estaba a punto de irse su madre abrió la puerta, era extraño que llegara temprano.
-¿Mamá?- Jinwoo se dirigió a la entrada.
-Hola, Jinwoo, cariño, ¿cómo has estado?- Se veía cansada, su ropa estaba un poco mojada por la repentina llovizna que caía por las calles.
-Bien, te hago algo. Ven, siéntate.
-No, hijo, solo ve al trabajo, yo me encargo.- Le dio un beso en la mejilla a su hijo, palmoteó su espalda y se dirigió a la cama. Jinwoo no sabía qué hacer, se sentía culpable por no poder estar con su madre como ella lo necesitaba, pero tenía que ayudarla monetariamente.
La espada y la pared.
Llevaba una bufanda roja arropada a su cuello, traía un Montgomery negro que combinaba con sus pantalones y unas converse negra. En Imjado, en su escuela, siempre salía como el mejor vestido, no era por el dinero, ya que tampoco tenía mucho en ese momento, sino que era la forma en la que ocupaba la ropa que Jinwoo era popular, la forma de caminar, la forma en como su actitud se mostraba, y la forma en como a todos lo contagiaba con su inocente y adorable ser. Oh, sí, Jinwoo era el castaño más querido de Imjado.
Las calles de Seúl, en ese pasaje, estaban completamente congeladas, se notaba que el invierno estaba llegando, aunque faltaban unos dos meses para eso, pero Corea era un país helado. Todos lo sabían. Traía un paragua, pero no lo abrió, ya que caían pequeñas gotas, pero nada parecido a la lluvia, era más bien demasiada niebla y humedad.
Al llegar al café donde trabajaba, justo entonces comenzó la lluvia con todo, las gotas caían fuertes contra los vidrios, dando a conocer que el viento estaba también jugando.
-Jinwoo, Jinwooo.- Dijo Solar, era más grande en edad que él, y con una personalidad completamente avasalladora. -Despierta y atiende.- Jinwoo salió de su trance y se dirigió a sus mesas, con un delantal verde en su cintura, y una camisa blanca, la misma del colegio, la misma de Mino, esta vez sin corbata.
No podía concentrase. Mino todavía estaba en su mente, sus labios y su lengua estaba ardientes en cada pensamiento de Jinwoo, haciendo que este se ruborizara por el sensual pensamiento. Su mente estaba en el cielo, desde su íntimo acercamiento.
Se sintió extraño al pensar que el moreno apenas lo conocía, pero no llegaba a una sensación de incomodidad por el simple hecho de que sentía la excitación llegar a él como algo mágico, cada vez que Mino lo miraba con esa visión de rayos X.
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BAD BOY || Minwoo/Songkim ☾
Fiksi PenggemarEl chico perfecto existe. Ese es Kim Jinwoo. Buenas calificaciones, bueno en el deporte, conocido por todos y atractivo para los ojos de cualquiera. Aunque, la muerte de su padre marcó un antes y después en él. Una mudanza de Imjado a Seúl le cambió...