BAD BOY || Minwoo/Songkim ☾

·˚༘ ②⑨ ˖۪. ꜥꜤ Pasado｡

Mino lo miraba al menor, con esos ojos oscuros y ensombrecidos por su cabello en la frente, penetrándole en todo su cuerpo, desde abajo hacia arriba, de izquierda a derecha, sin dejar de mirarlo, con la mandíbula totalmente tensada y haciendo que el castaño sintiera como los nervios, junto con la visión intensa y excitada que tenía el moreno con él, le recorriera en su espalda ese temblor que lo hacía estremecerse, desde sus entrañas y llegando a todas las extremidades de su cuerpo.

-¿Disculpa?- Preguntó algo molesto el moreno, mientras que Jinwoo estaba con los nervios de punta por el trato que podía llegar a tener el moreno con su ex novio. -¿Quién eres tú?- Inquirió nuevamente el chico malo, llevando sus ojos a la mirada del menor, junto con la del universitario.

-Soy Junhoe, el amigo de Jinwoo de la infancia.- Dijo este, mirando con un aura tranquilizadora y enfriando el aire tenso que provocaba el moreno. -Y tú debes ser su amigo, Mino.

-Sé quién soy.- Comentó cortante. -Jinwoo, vamos a la casa de Zico, ahora.- Lo miró, con esos ojos oscuros, haciendo que el castaño temblara un poco, pero este no pudo hacer nada más que un ademán de "lo siento" con una mueca en su rostro. -¿Qué?- Preguntó el chico malo algo confundido.

-No puedo ir, Mino, tengo que llevar a mi amigo a...

-¿Qué?- Preguntó de nuevo el moreno, dejándolo imposibilitado a darle toda la justificación, ya que esto había pasado antes, hace un tiempo, con Jinhwan.

Jinwoo no podía ir con Mino ya que su amigo de la infancia lo necesitaba, pero aún así, tenía todas las ganas, y además que ver ese rostro de terciopelo, con manchas por los golpes que tuvo que recibir por su culpa, eran un remordimiento en el estómago de Jinwoo. "Mira ese color morado al lado de tu cara, aunque te pongas toda la base del mundo, aún así se puede ver ese moretón", se decía Jinwoo, mordiéndose el labio cuando sus ojos pasaron por todo el cuerpo del mayor, llegando a sus manos, que tenían los nudillos aún rojos, llenos de costras por todos esos pronunciados huesos por debajo de la piel.

-No... no puedo Mino, voy con Junhoe a...

-Como quieras.- Gruñó el moreno, mirando por última vez a Jinwoo, y este pudo notar como el odio estaba creciendo en sus pupilas, al chico malo no le gustaba ser dejado de lado, y esa era una de las cosas que el castaño sabía bastante bien.

Todo pasó muy rápido, y las pisadas del rebelde ya estaban caminando a la otra dirección de donde estaban. El castaño se impresionó un poco por el cómo había resultado todo, y creía que iba a ser mucho más difícil decirle que no a Mino.

-Anda a decirle algo, te espero acá.- Le murmuró Junhoe en su oído, mirando como un furioso moreno se iba de la acera para cruzar la calle.

Jinwoo miró al universitario, pidiéndole unos segundos y corrió donde estaba su amor.

-¡Mino!- Gritó Jinwoo, haciendo que el llamado parara sus pasos. -Mino.- Dijo este al llegar a la distancia del mayor. -Lo siento mucho por no poder ir pero... no puedo dejar a Junhoe solo en una ciudad que no conoce muy bien.- Relató el menor, con sus ojos suplicando para que el rebelde no se enojara con él.

-Me da lo mismo lo que hagas, Jinwoo.- Informó el mayor, con un tono fuerte pero aterciopelada a la misma vez, al que Jinwoo no podía ver sus ojos, solo esa mandíbula tensa en su totalidad, creando una ola de escalofríos por su cuerpo. De alguna forma, Mino hacía que Jinwoo se sintiera deseoso de él por cualquier cosa que el chico malo hiciera. Tal vez era una obsesión, pero la obsesión más placentera que había tenido en la vida.

-Mino, por favor, no te enojes conmigo, te prometo que te lo pagaré de alguna forma.- Le suplicó el castaño, tomándole el brazo de su chaqueta azul oscuro. -Porfa...-