BAD BOY || Minwoo/Songkim ☾

·˚༘ ①④ ˖۪. ꜥꜤ Mino y Jinhwan｡

Llegaron a una calle poco transitada, los edificios eran altos y orgullosos de su tamaño, y se podía notar la calidad de vida que existía ahí, muy diferente a la de Jinwoo.

En las calles de afuera del departamento del castaño no había mucha iluminación y los robos ocurrían por montones, generalmente había mujeres en las noches en cada esquina y a veces el olor a basura pasaba por toda la cuadra, pero acá... era diferente.

Jinwoo sabía que el padre de Mino era rico, pero no tenía ni la menor idea que era... asquerosamente rico. O por lo menos, eso es lo que uno piensa al llegar a un barrio tan diferente al basurero en el que uno ha vivido.

Mino y Jinwoo se bajaron del taxi, caminaron unas cuadras adelante y llegaron a otro alto edificio, las puertas del despacho eran de un color oro, había un hombre de avanzada edad sentado en la entrada.

-Buenas noches, señor Song.- Dijo este al moreno, él lo miró y le sonrió levemente.

Era extraño para Jinwoo ver a Mino comportarse de una manera tan natural, generalmente el rostro de Mino no cambiaba de su estado de desinteresado con el mundo a menos que no fuera con sus amigos.

-Buenas, Yoongssi.- Jinwoo se inclinó levemente para saludar al conserje y este hizo lo mismo pero solo con su cabeza, el señor hizo una sonrisa y miró a Mino nuevamente.

-Alguien nuevo, me alegro mucho. El joven no trae a mucha gente en realidad.- Dijo mirando por último a Jinwoo, este con los ojos abiertos de par en par, el menor siempre pensó que el moreno era un soltero hormonal desenfrenado y traía a cualquier persona a su hogar para tirárselo una o dos veces y después echarlo como cual prostituta, pero al parecer, la imagen que tenía de Mino en ese ámbito, cambió, y por primera vez, para bien.

-Adiós, Yoongssi.- Dijo el moreno, algo molesto con el comentario del viejo señor, llevándose a un sorprendido Jinwoo del brazo, y este viendo al conserje sonreír de oreja a oreja.

Estaban en el ascensor de espejos, Jinwoo estaba maravillado con el espacio que existía ahí, era como el baño de su casa. Era muy espacioso para ser un ascensor normal.

El cuerpo de Mino se reflejaba por mil duplicas en cada reflejo, y a Jinwoo le encantaba.

El moreno apretó el botón del piso 27 y las puertas se cerraron.

Jinwoo estaba nervioso, su corazón palpitaba rápidamente, y no sabía porqué, tal vez era porque estaba entrando cada vez más a la vida de Mino.

Tal vez era porque iba a conocer algo muy especial para una persona, que es el hogar.

Tal vez porque el aroma de Mino estaba por todo el elevador y le entraba a las fosas nasales como proyectiles, esa esencia que le encantaba oler, que le encantaría poder tenerlo por siempre a su lado y recordar a Mino en cualquier lugar.

Ahhh, como le gustaría estar en los brazos de Mino ahora mismo.

La visión de Jinwoo estaba pegada en su yeso del brazo izquierdo, leyendo una y otra vez lo que le habían escrito, tratando de que el tiempo pasara rápido, ya que no podía estar tanto rato con Mino encerrado en un lugar, nada bueno saldría de eso.

-Mi conserje es así.- Dijo Mino, rompiendo el silencio que se obstruía solo por el sonido del ascensor subiendo al departamento, piso por piso.

Jinwoo levantó la visión y vio al guapo moreno con su chaqueta de cuero negro y su pelo desordenado, inclinado en los espejos del elevador, se veía absolutamente delicioso. Jinwoo no podía controlar sus hormonas por mucho tiempo.

-Habla demasiado, pero... todo el mundo lo quiere acá.- Terminó con una sonrisa, leve, pero existente. Y eso no pasó desapercibido por el castaño.