Llegando al estacionamiento escuché mi nombre. Pare en seco, pero no me volteé,ya sabia de quien era esa voz.
- ¿Que mierda te pasa? - Manuel me gritó.
- No hace falta gritar - Me volteé.
- ¿No? Entonces explícame porque carajos jugas así conmigo.
- Yo... - Solté un suspiro y mire hacía un costado - No juego con vos.
- ¿Estas seguro? Mirá, hacer las cosas en secreto fue divertido hasta cierto momento Mateo. ¿Te pensas que me gusta esconderme? No poder besarte alfrente de nadie, no...
- ¿Te pensas que a mi me gusta? - Interrumpí - Lo único que te pido es que me entiendas.
- Te entendí meses Mateo - Intentó agarrar mi mano pero me corrí - Ni siquiera podes tomarme la mano.
- Pensé que me entendías, que podíamos estar bien.
- No tenemos quince años Mateo, ocultarse del mundo solo porqué pensas que vas a ser menos popular por ser gay.
- No quiero que te lastimen.
Soltó una risa irónica.
- ¿A mi? Porfavor, acá el que no tiene los huevos suficientes para vivir su vida sos vos.
- ¡No es mi culpa tener inseguridades!
- ¡Pero si es tu culpa no hacer nada para superarlas!
- Solo quería que me entendieras... - Mis ojos se llenaron de lágrimas.
- ¿Y cuándo es tu turno de entenderme a mí?
El se fue a pasos firmes.
Las primeras lágrimas salieron, me sentía débil emocionalmente. Empecé a llorar fuerte, las personas a mi alrededor solo se quedaban viendo.
Empecé a caminar despacio, tenía un solo rumbo. ¿A dónde van los corazones rotos?...
Limpié las lagrimas de mis ojos y toqué la puerta, segundos pasaron hasta que Paulo abrió la puerta.
- Mateito - Sonrió - Pasa.
Entre dándole una sonrisa y me senté en el sillón.
- ¿Estas solo?
- Si - Sonrió y se sentó a mi lado - ¿Jugamos un FIFA?
El me sonrió y nuevamente lágrimas salieron de mí. El me abrazó rápidamente y frotó mi cabello.
- ¿Que te pasó?
- Necesito que todo el mundo dejé de tratar de cambiarme. No quiero que me vean como algo que no soy.
- ¿Estamos hablando de Manuel o del grupo?
- ¿Por que vos no me juzgaste cuándo te diste cuenta que me gustaba Manuel?
- Porqué vos si sos mi amigo Mateo, y las verdaderas amistades se apoyan.
- Necesito una cerveza.
- ¿Y le sumamos un FIFA y maníes?
Solté una risita y el acarició mi mejilla.
El lunes por la mañana entré a la escuela. Buscaba con la mirada a Manuel hasta qué sentí unos brazos rodearme.
- Vos si sos el verdadero no seas trolo man.
- ¿Que queres Ignacio?
- ¿Posta sacaste a pasear a Manuel? - Soltó una risa.
- No es un perro - Saqué su brazo.
- ¿Te la chupo al menos? - Sonreía con diversión en su rostro.
- No.
- Mira Teito - Apretó mi mejilla - Si queres seguir estando en el grupo te conviene alejarte de el, te lo digo por tu bien, muchos hablan de vos.
- Mirá, Ignacio...
- Déjalo en paz - Interrumpió Paulo - ¿No tenes cosas más importantes que hacer que solo joderle la vida?
- Paulo - Susurré.
- ¿Estamos todos sensibles? - Soltó una risita - A Mateo le caben las pibas y por su reputación le conviene alejarse del otro salame, si fueses un buen amigo se lo hubieras dicho Paulo.
Paulo de acercó mirándolo seriamente.
- Si - Solté rápido haciendo que ambos me miren - Te entiendo Nachito, me voy alejar de Manuel.
- ¿Sos joda? - El cordobés me miró y negando se fue.
- Maquina amigo, vamos con el grupo - Volvió a pasar sus brazos por mi hombro - Tengo una piba para presentarte...
Le di una pequeña sonrisa mientras miraba a Paulo alejarse. La voz de Ignacio parecía perderse entré la multitud cuándo en mi mente sólo se venía la imagen de Manu y las cagadas que me mandaba, una tras otra.
Perdón por desaparecer, con la cuarentena por el coronavirus no tengo motivación de nada:(
Hay una data nueva en mi perfil, leanla y opinen:)
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¡No soy Novio de Manuel Vainstein! - Trueplik
Fiksi PenggemarUna inocente foto sacada de contexto que terminó en...¿Tragedia?