Cap. 8: Solo un poco

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NARRA: Junior.

Tsk... solo un pequeño esfuerzo... ¡Argg...! Montones de ollas que estaban junto al mueble, cayeron. Noté como _____ me miraba disimuladamente. No me quedaba ninguna otra opción. Me quedé parado apoyado sobre la encimera con las dos manos y la miré algo tímido para que viniera a ayudarme de una buena vez. Ella me miró completamente y repitió como con burla.

          -¿Te ayudo...?

Algun crujido de orgullo me explotó por entro. Agaché la cabeza mirando al suelo y comencé a balancear el pie que no estaba escayolado disimulando que viniera a ayudarme por su propia cuenta.

Se acercó a mí con una risilla simpática de niña juguetona. Se subió a la encimera, ya que era una enana chibi y retrasada, y me alcanzó el colacao dandomelo en mano.

          -Pideme ayuda cada vez que la necesit...

          -No necesito tu ayuda. -le corté sin mirarla y echandole el colacao a la leche-

          -Si que la necesitas. -se puso a mi lado mirandome a la cara apoyada con una mano en la encimera-

La ignoré y cogí mi colacao. El problema llegó cuando tuve que coger las muletas para poder moverme... Ella seguía ahí apoyada con media sonrisa.

          -¿Voy~...? -preguntó ella juguetona-

Gruñí un poco soltando el colacao y yendome al sofa con las muletas. Tenía que deshacerme de esto en cuanto antes.

Ella se acercó a mí con el colacao después de haberme tumbado en el sofa. Me lo dio con una gran sonrisa.

           -No hace falta que me digas que necesitas ayuda para algo, con que me digas que haga algo, me vale -dijo sentandose a mi lado en un pequeño hueco-

          -El único favor que voy a pedirte es que te largues.

          - ......estás de un simpático... -se quejó irónica- Vamos Junior~ -dijo juguetona reclamandome- Dejame acercarme a ti~

          -No.

¤___¤ ---> y esta, fue la cara que se le quedó a _____ tras aquella bonita, desarrollada y simpática respuesta que le di ante su reclamación  ^^ de verdad, me encanta dejar a la gente así, y mas si se trata de ella.

NARRA: _____

Vale, me dejó cortada. ¡argg...! Ya no sé qué hacer para que este niño me trate bien de una buena vez. Me quedé callada y agaché la cabeza suspirando.

          -No tardarás en cambiar, Junior. -escuché la voz de Sasuke proveniente de las escaleras- Papá y mamá se van a casa del tío Zero a pasar una semana para ver como avanza la tía Naoko con su embarazo, y yo, apenas pasaré por casa.

         

Junior lo miró rápidamente y con mucha atención.

          - ¿.....?

          -Enseguida verás como yo, "nunca te ayudo"... -marcó Sasuke algo rencoroso- Vas a necesitar la ayuda de _____ sí, o sí.

Junior apretó un poco la mandíbula y se sentó indignado.

           -No hagas esto. Llévatela.

Sasuke negó con la cabeza y una pequeña sonrisa.

           -Que os lo paseis genial~... -añadió Sasuke al desaparecer por la puerta-.

Me quedé mirando a Junior unos segundos. Él solo gruño y se fue a su cuarto algo enfadado. Se sentía traicionado, aunque en una cierta parte, quizás se alegrara por tener vía libre en casa.

A la noche, hice la cena. Lo llamé repetidas veces pero no contestaba. Tomé asiento y me quedé unos cinco minutos esperando. La comida iba a enfriarse... lo llamé al móvil un par de veces, y lo único que hacía era colgarme. Suspiré hondo y no me quedaba otra que subir a buscarle.

Me asomé a su habitación y estaba sentado en el suelo cepillando a Diablo.

          -Junior... -dije para llamar su atención- La cena está lista...

Seguía sin contestarme. Esta situación comenzaba a ponerme histerica. Me acerqué un poco más.

          -¿No me oyes? La comida está lista -dije algo mas firme-

Seguía cepillando a Diablo inclinando la cabeza de un lado a otro para verle mejor. Apreté los puños y tomé aire.

          -¡Junior!

          -No tengo hambre... -dijo casi susurrando con bastante calma-

          -Llevo media hora llamandote. ¿No te da vergüenza ignorar así a una chica? -dije algo enojada-

          -No. -volvió a responder en seco-.

Apreté mandíbula y empezó a temblarme el labio inferior.

          -¡Echame cuenta, Junior! En serio, no se qué demonios te pasa conmigo, pero de verdad que acabaré hundiendome. ¡No tengo noticias de mi madre, y aquí, tú no dejas de aplastarme y de intentar fusilarme mediante malas miradas y malos hablares!

          -se giró un poco para verme y siguió hablando con paciencia y sin gestos en la cara- ¿A caso te dije que quería saber como te sientes...?

Esa fue la gota que colmó el vaso. Y si algo se le daba bien, era dejar mal a los demás con tan solo cuatro palabras.

Un par de lágrimas recorrieron por mi mejilla sonrojada de la irritación. Me las quité de un resfregón con la manga del pijama y bajé sin decir nada. Me senté en el sofa a contenerme y relajarme. Estaba muy agobiada y sentía que el mundo se me echaba encima cada vez que me hablaba de esa forma. Me bajaba la autoestima hasta el punto de rozar el suelo, y él... él ni se inmutaba.

Al poco rato, escuché las muletas por la escalera. Ahí se resbale y se caiga de cabeza... maldito crío...

Escuché un gran porrazo, y al girarme... ¿Para qué digo nada? El idiota se había caido a tan solo tres escalones del suelo. Me alarmé y fui a ayudarle inconscientemente.

Conseguí sentarlo en el suelo, pero antes de ayudar a levantarlo por completo, lo solté haciendo que se se sentara de nuevo.

          -¿¡Qué demonios haces!? -gritó alterado-

          -No pienso ayudarte hasta que no me hables bien. Mientras me hables adecuadamente, haré cuanto pueda por que estés bien.

           -Levantame.

           -Quiero algo a cambio... -dije con una pequeña sonrisa. Estaba atrapado. Él solo no podía levantarse. Así que cedió con algo de trabajo- ...Quiero un beso.

Dos hermanos (Tu, Erik jr. & Sasuke)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora