Dos hermanos (Tu, Erik jr. & Sasuke)

Cap. 18: Soledad

Me quedé un poco avispada mirandolo fijamente sin soltar ninguna palabra.

Curvó un poco la cabeza dando señales de que aun esperaba mi respuesta, pero yo seguía ahí... sin saber qué decir.

-¿Estás bien? -Me preguntó algo preocupado-

-Sí... -me senté disimuladamente y seguido, fui a la cocina a beber algo de agua, pero me sostuvo de la muñeca sin dejarme ir-

-¿Vas a responderme? -insistió mirándome fijamente-

No sabía que decir. Sus ojos brillaban con la esperanza de un "sí", pero...

-No puedo. -Le respondí de inmediato- No llevamos mucho tiempo conociéndonos, ¿no crees que es demasiado pronto como para elegir algo?
-Te conozco desde hace mucho tiempo, _____. -Soltó en un suspiro que me hizo silenciar-

Por un momento, esperó a que dijera algo, pero solo por mi rostro podía saber que yo no tenía ni la mas mínima idea de lo que estaba hablando, así que prosiguió a hablar.

-_____, no vas a volver a casa. Ésta es tu nueva casa, tu nueva vida.

Se me encogió un poco el pecho sabiendo que algo malo debía decirme, pero Junior se metió en nuestra conversación inesperadamente, fuera, o no fuera de manera intencionada.

-Tenemos que salir. -Dijo Junior firmemente en la entrada del salón mirando a Sasuke.

Sasuke lo miró sorprendido y agachó la cabeza asintiendo. Se levantó dejándome ahí sola mientras salía de la casa con Junior.

Ahora me dejó con la intriga. ¿Por qué demonios me dijo eso? Lo único que se me pasaba por la mente eran esas últimas palabras tan escalofriantes que me dijo. Se escuchaban realmente mal. Maldecía el momento en el que Junior apareció interrumpiendo esta conversación que ahora, me tenía inquieta.

Tenía que contactar con mi madre. Estas últimas semanas no me había llamado, aunque mas bien me solía hablar mediante mensajes.

Comencé a hablarle, pero no contestaba. Cada vez estaba más preocupada. ¿Habría pasado algo malo? Quizás Naomi me hubiese llamado con alguna noticia si hubiera ocurrido algo.

Me llevé hasta la noche meditando, y finalmente, mi móvil terminó por sonar. Era mi madre. Decía que Sasuke habló con ella y que todo estaba bien, simplemente se le escaparon aquellas palabras para poder andar conmigo.

Me tranquilicé un poco mientras hablaba con ella por mensajes.

Finalmente, acabé durmiendo plácidente sabiendo que mi madre se encontraba bien.

La noche acabó, y comenzó a salir aquella puesta de sol que todas las mañanas me despertaba finalmente.

Oí la puerta de casa cerrarse con brusquedad. Miré el reloj, y aun marcaba las 7:54 de la mañana.

Después de asearme un poco, bajé a ver quien se había despertado con tan mal humor...

¿Quién iba a ser sino? Junior. Sentado junto a la mesa, ordenaba papeles espalda a mí. Se le veía agobiado... Angustiado. Me acerqué a él apoyándome sobre la mesa con una mano, y poniendo mi puño en la cadera.
-Humor de perros, ¿eh? No cambias... -comenté indicándole los buenos días.
-Cállate. -me ordenó inmediatamente sin ni siquiera mirarme.-
-Buenos días a ti también, Junior~ -le dije con ironía dirigiéndome a la cocina- Qué raro que no esté aquí Sasuk... -fui interrumpida-
-Desayuna y calla. Él no te incumbe. -se levantó de la silla yendo tras de mí a prepararse el desayuno-

Lo miré algo sorprendida. Sé que no estaba diciendo nada malo, pero nunca nombraba a Sasuke de esa manera.

De nuevo me di cuenta. Estaba señalado. Tenía un moratón en el pómulo izquierdo de seguramente un golpe fuerte.
-¿Te pasó algo? -pregunté casi inaudible-

No contestó. Tan solo me giró la cara y me dio la espalda para prepararse un colacao.

Inmediatamente posé mi dedo índice en su barbilla haciendo que me mirara.
-Contéstame, Junior. ¿Te lastimaron?

No levantaba la mirada. Tampoco abría la boca. Pero me sorprendió bastante que me dejara girarle la cara con esa delicadeza.

Se le notaba algo triste, o más bien culpable. No sabría distinguir.

Le acaricié la mejilla para que se atreviera a soltar palabra.

Éste sólo gruñó y volvió a girarme la cara muy molesto. Me asuté un poco, pero dejé que lo hiciera sin decirle nada. Estaba demasiado tenso.

Llegó la tarde, y Sasuke no aparecía. Empezaba a sonarme extraño. Lo llamé varias veces, pero dejé de insistir cuando a la última vez que lo llamé, me colgó.

NARRA: Junior.

Aun me sentía algo culpable por lo que hice. Me pasé golpenado a Sasuke de aquella forma; nunca pensé que la ira y los celos me llevarían tan lejos.

Después de haberme largado de la cocina, desayuné pensando en lo que debería hacer.

Fui a hablar con mi mellizo, pero éste era demasiado orgulloso para aceptar que andaba tras _____.

Volví a golpearlo. Las mentiras me podían.

Me echaron del hospital, y volví a casa hecho furia. Me senté con rabia en el sofá y comencé a partir mis uñas de las manos con los dientes.

NARRA: _____

-Te noto muy estresado -le comenté acercándome a él muy despacio. No contestaba, seguía mordiendose las uñas. Me senté a su lado sin mirarlo.- ¿Necesitas hablar?

Me mató de ternura. Esa frase tan suave y materna hizo que a Junior se le escapara un leve puchero que apenas se notó, pero que yo, lo caté genial. Sonreí un poco agachando la cabeza mientras él me soltaba un "no" como de costumbre.

Sé que no debía insistirle ni obligarle, así que fui a lo suave.
-Quizás necesites desahogarte... -sonreí haciéndoselo notar- todos necesitamos apoyo de vez en cuando... -lo miré lentamente para que no se incomodara- Puedes contar conmigo para lo que necesites, yo siempre estaré aquí. -posé una de mis manos en su hombro-

Me engarroté enseguida. Me asusté al verlo reaccionar tan rápido. Noté... ¿Su calor?