Dos hermanos (Tu, Erik jr. & Sasuke)

Cap. 14: El beso

-¡No, no, no, no y no! ¡Junior! ¡Voy a denunciarte!
-Shht~ -tranquilamente acabando con su propósito-
-¡Me estás haciendo daño, voy a llamar a tu hermano!

Y ya está. Tras acabar de atarme a una silla con su cinturón, me dio un chorlito en la frente del tamaño de una bomba nuclear haciéndome soltar una lágrima mientras me acordaba de toda su familia.
-¿Y bien...? ¿Estás cómoda? -me preguntó como si fuera a responderle un "sí". Acto seguido, se sentó en una silla-
- ¡¿Cómo pretendes que esté cómoda y me tienes maniatada a una silla de madera mas tiesa que la pata de la mesa?!
- Perfecto -dijo como si hubiera escuchado el "sí" que quería- espero que no seas tan cabezona para la proxima vez, y dormir en una camita en condiciones... Esque tienes unas peticiones...~ -dijo levantándose burlón y subiendo a su cuarto-

Me quedé gritandole y suplicandole que me desatara de aquella silla para poder dormir, pero ni caso.

Cuando conseguí dar una cabezada, escuché a alguien hablandome mientras me desataba las manos. Era Sasuke, que me repetía que me fuera a dormir a la cama, y que su hermano era idiota.

Tras un par de meses, la casa se tranquilizó un poco. Pero igualmente no paraban de salir pequeñas batallas entre Junior y yo.

NARRA: Junior

De nuevo, sin poder dormir, me desperté de nuevo sobre las ocho y media de la mañana. Intenté moverme, pero noté algo aferrado a mi pecho. Levanté las sábanas, y allí estaba. La chibi dormía plácidamente con la cabeza apoyada en mi pecho. Me quedé observandola. No había cambiado nada...
-Buenos amaneceres serían esos si te perteneciera esta pequeña diosa, ¿verdad? -Escuché a Sasuke apoyado en el marco de la puerta-

Tiré a _____ de la cama haciéndola despertar.
-Nisiquiera sé qué demonios hacía aquí metida -dije un poco exaltado, pero apenas se me notaba. Estaba acostumbrado a actuar. Salí de la habitación bajando a desayunar mientras oía a Sasuke reirse un poco.

NARRA: _____
De nuevo me acordé de toda tu familia ERIK JUNIOR. Eres muy bruto, y choqué con el suelo al caer de culo. Pensé que se me habría metido una loceta por un sitio indebido de lo que dolía. Me levanté sobandome el trasero mientras veía a Sasuke reír mirando al pasillo.
-¿Estás bien? -preguntando mientras se acercaba a mí para ayudarme.
-Supongo... -dije soltando un pequeño bufo sentandome en el borde de la cama-
- ¿Tan chiquitita y con ganas de morir en la boca del lobo? -dijo riendo y sentandose a mi lado-

Reí un poco por su comentario. Sinceramente no sabía qué decir. En parte fue culpa mía por meterme sin avisar, pero es que él picaba mucho. Y dije que si quería guerra, la tendría.
-Sabes que tienes mi apoyo, _____. ¿Necesitas que te ayude en algo? -sonrió tierno-
-Tranquilo, Sasuke. Se como dominar a tu hermano. En el fondo tiene que tener al menos un pequeño "yo" tierno y educado.

En ese momento Sasuke se echó a reir. Me quedé embobada observandolo esperando a que hablara.
-Vamos _____~ hace años que ese "yo" de Junior murió. Aun sigo esperando el día en el que sea capaz de sonreir sinceramente sin ser por causa de un triunfo de muerte. Ya sabes como es...
-Puede ser maleducado y caprichoso, pero esas cosas nadie las pierde. Al igual que todos tenemos un niño juguetón y adorable dentro de cada uno
-Ni siquiera sabes de la mitad de las cosas que ha hecho Junior para complacerse de una mínima venganza -dijo pasandose por alto mi comentario, y hablando con aires de inteligente-
-¿Demasiado rencoroso? -pregunté curiosa-

Se levantó de la cama frotandose los pantalones y dirigiendose a la puerta.
- Solo pido que por una vez me hagas caso, y no te acerques a él. Está demasiado alterado. Después de estos meses, y que no haya conseguido sacarte de aquí, eso le enfurece más al ver que no consigue lo que quiere.

Me levanté yendo tras él.
-Vamos, Sasuke. No te preocupes. Ya pude observar que no es capaz de hacerme daño realmente -intenté tranquilizarlo acariciandole la mejilla-

Tras un pequeño minuto de silencio, asintió agachando un poco la cabeza.
-Tan solo prometeme algo... -asentí para darle a entender que le escuchaba. Me agarró la cabeza sujetandome por las mejillas y me miró fijamente- Sé que eres muy callada para tus problemas, pero yo no estaría tan seguro de querer andar quemando al tigre hasta que algún día se revuelva de verdad, y consiga herirte. Así que no dudes ni un solo segundo en avisarme si tiene un mal comportamiento contigo.

Asentí un poco colorada. Lo tenía tan cerca dandome consejos... No sé quien pensaba más. O yo, o mis ganas de desnudarlo a hostias. Y ahora, centrandome, pude conseguir terminar de procesar información, y le sonreí esperando a que se largara.

Oye... Espera. ¿Dónde vas? ¡Eso ahí no va! Se acercó lentamente a mi frente para besarme, pero le habría dado un cortocircuito en la cabeza que bajó to' disimulao' dandome a probar, el dulce sabor a manzana que tenía sus labios...