Cap. 3: Amigos

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NARRA: JUNIOR.

No me daba la gana. No quería cenar en la misma mesa que aquella chica. La odio. La odiaba. Desearía ver su muerte tal y como vi a los demás chicos del instituto... Maldita vida. ¿Cómo m*erda pudiste llegar aquí? ¿Justo al mismo lugar donde yo vivo? Incluso parece como si no se acordara de mí. Debe estar bromeando. Esto no podía ser... Esto tenía que ser un sueño. Pero estaba seguro que de alguna manera, ella pagaría absolutamente todo lo que me hizo. Me encargaría personalmente de torturarla poco a poco hasta escuchar sus llantos y ruegos hacia mí. Pensaba matarla. Me daba igual a qué precio...

Empecé a discutir con mi madre pero aquella estúpida chica volvió a bajar entrometiendose. Me zafé un poco y cogí mi maleta saliendo de casa sin decir palabra. ¿Qué miraba? Imbécil...

NARRA:  _____

La noche fue algo fría en la casa. Nadie hablaba apenas... Me acosté tras asearme y al fin pide descansar después de un día tan largo.

Un fuerté ruido en el pasillo me despertó a media noche. Me encogí en la cama enrollandome en las sábanas. Intentando eestar en silencio para agudizar mi oído, se escuchó un suspiro bastante sensual tras mi puerta. Ahora si que estaba asustada, pero en otro sentido. Me levanté silenciosamente a comprobar quien estaba tras la puerta. Abrí lentamente y... No había nadie. ¿Qué fue eso? Iba a cerrar la puerta, pero, de reojo, vi a alguien casi al final del pasillo levantarse con dificultad.

Junior... ¿Qué hacía? Parecía como si hubiese eestado en mi puerta, pero me eequivoqué. Se le veía herido. Ahora sí que no sabía que hacer. Por mi instinto... Le ayudaría. Pero me daba mucho miedo ese niño. Al verlo quejarse y echarse en su cama, suspiré hondo y fui a ver qué le ocurría para estar en esas condiciones a las 3:27 de la madrugada.

Me asomé tímida agarrandome al marco de la puerta, mirandolo de arriba a abajo.

          -¿Te pasa algo? -susurré con un tono en el que él pudiera oírme-

Él parecía como si se hubiera asustado... Que mono. Se sentó en la cama mirando hacia otro lado.

Era más tímido de lo que pensaba. Me armé de valor y entré sentandome a su lado.

          -vamos Junior, no seas tímido y cuentame. Desahogate conmigo.

         

Él agachó la cabeza poco a poco agarrando con fuerza el borde de la cama. Parecía como si se estuviera contuviendo algo... Yo observé cada uno de sus movimientos, tenía que estar bastante tenso.

          -No estés así, se te ve herido... -dije para aninarlo a que se dejara  ayudar-

Ni dos segundos tardó. Al parpadear, pude ver como en cuestión de milésimas me echó  en la cama bruscamente empujandome del cuello. Tosí un poco por el golpe y me llevé las manos al cuello con cuidado de no tocarlo. Estaba aasustada. Bastante asustada. No se le veían los ojos porque el pelo se lo impedía. Se acercó lentamente a mi oído y me susurró vocalizando lentamente.

          -Largate... -susurró con frialdad-

Con las pestañas de punta, asentí ojiplática un poco. Se retiró lentamente hasta volver a sentarsecon la mirada caída.

Me senté intentando recuperarme del infarto y de la hemorragia nasal, y corrí a mi cuarto a dormir como si lo que me hubiera despertado hubiese sido unas ganas tremendas de ir al baño. AHÍ NO HABÍA PASADO NADA.

Al día siguiente, me desperté con sueño, pero no podía seguir durmiendo en una casa que no era la mía. Las 9:00 de la mañana y yo aquí despierta sin cosas que hacer... Maldito domingo.

Bajé insegura y me sorprendí. La mesa estaba llena de desayunos como para cinco personas. Sonreí y miré al cocinero.

          -¡buenos días! -dije con alegría-

          -buenos días, _____. Desayuna y prepárate. Hoy viene visita. ¿No querrás que te vean con pelos de loca, no? -dijo con una bonita sonrisa mañanera-

           -No, no. Enseguida voy -terminé de desayunar y enseguida subí a arreglarme un poco-

Al acabar, pude escuchar a gente llegar. Bajé y me quedé algo sorprendida al ver a uno de ellos...

Dos hermanos (Tu, Erik jr. & Sasuke)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora