Dos hermanos (Tu, Erik jr. & Sasuke)

Cap. 13: ¿Ha llegado demasiado lejos?

NARRA: Junior
Me quedé en el sofá observando como la niñita corría hacia una de las habitaciones bastante ruborizada. Me reía en mis adentros recordando la escena una y otra vez. ¿Que pasa, rubita? ¿Cambiaron las tornas y ahora eres tu la humillada? Una pena~ ¿No?

Narra: ______
Ojiplática, salí corriendo imaginando aquella escena de pura vergüenza. Me tiré en la cama tapandome la cara con las dos manos recordandome lo estúpida que soy cuando bebo. No debería de haberlo hecho, y menos con un chico que busca cualquier oportunidad para dejarme mal.

Escuché la puerta de esa habitación. Me senté y vi entrando a Tylor. Seguidamente, se sentó a mi lado con una pequeña sonrisa. Me acariciaba las caderas diciendome cosas bonitas, pero por mucho que hubiera bebido, le negué absolutamente todo apartandole la mano con rabia.

Me esperaba una reacción mala. Como cualquier salido que te grita o te intenta violar o algo así...él.... Él se puso a llorar escandalosamente. Parecía sacado de un anime cómico. Muy exagerado.
          -¡Y no mojo~! -exclamó con pucheritos-

Suspiré hondo y lo consolé diciendole que podría conseguir algo siendo un poco menos... "Babas".

Se levantó de repente poniendose muy machote él y dejando de llorar mirando a la nada con la mano en el pecho.
          -¡Si mas caballero que yo no hay nadie!
          - ah.... ¿Si? -pregunté algo cogida. Como su forma de ligar fuera de coger a la chica por la cadera y sacarle un preservativo como casi hizo conmigo, yo creo... CREO, que esa no es una forma de ser un caballero.
          - Claro... -afirmó- yo siempre me acerco a la tía buenorra y le digo: "hola belleza" le pongo mi mejor cara seductora, y le pregunto con caballerosidad: "¿Quieres que te muestre mi gran regla de medir?"
          
Y ahora... ¿Cómo reacciono yo a eso? ¿Le pego, o simplemente me río?

Tomé aire levantandome.
           -A ver, Tylor, querido... ¿Y eso te funciona?
           -No~ -me respondió con inocencia-
           -Entonces es porque estás haciendo algo mal, ¿no crees?
           -  ....No~ -seguía respondiendo- entonces, ¿eso de que hayas tenido mas de 4 palabras conmigo significa que ya podemos acostarnos? -dijo acercandose a mí soltando un pequeño gruñido y apegandome a él.

NARRA: Junior
Un grito de dolor masculino me hizo despertar. Subí como pude ya que la pierna comenzó a dolerme bastante. Entré y vi a Tylor en el suelo agarrandose sus partes íntimas. _____ estaba de pie junto a él regañándolo. Solté un suspiro haciendo un arco con los ojos y agarré a _____ por la parte de atrás de su vestimenta tirando de ella para llevarmela.

NARRA: _____
Noté un tirón arrastrandome hacia fuera dejando a Tylor allí con mi recuerdo de "no tocar" entre pierna y pierna. 
          -¡Para, Junior! ¡Me vas a hacer daño!

Sentí un retorcijón rápido por parte de su muñeca haciéndome volar hacia una pared. Choqué y tosí un poco por el golpe. Lo miré y estaba frente mía parado... Sin expresión ninguna. Como veía que no reaccionaba, hablé.
          - ¿Qué te ha dado? ¡¿Por qué haces esto si no te impor... -interrumpida-
          -Cállate. -dijo en tono frío acercandose a mí- Hemos venido aquí a pasar el rato, no a que te dediques a pegarle a mis amigos.
           -¿Qué amigos? -pregunté burlona acercandome a él lo máximo posible dándole la cara- ¿Si nunca miras por nadie? No los defiendes nunca, y cada vez que estás con ellos es por pura conveniencia. Te gusta estar solo, y eso no vas a cambiarlo a ojos de nadie.
          
Tan solo se quedó callado. Me cogió del brazo y me tiró en dirección a las escaleras a punto de hacerme rodar. Bajé mirandolo de vez en cuando siguiendo sus peticiones visuales. Me mandaba a salir de allí, sin dejarme despedirme de nadie.

Le robó el coche a Ino haciendole un puente y regresamos a casa. ¿No puede coger un colacao de un mueble, pero sí conducir? Cada día me sorprendía más.

Entramos en casa. Yo, por supuesto, entré a empujones de él. Ya, algo cabreada me revolví y le devolví el empujón haciendole chocar con la puerta de la entrada.
           -¡Para ya! -dije con rabia- ¿quieres dejar de usar las manos y usar las palabras para decirme lo que quieres?

Y nada. Me tiró al sofa soltando un gruñido de mosqueo y esfuerzo. De verdad, este loco psicópata, con na' y meno' me revoleaba a su antojo. Me comí parte de una mesa con la cabeza por culpa de su brutalidad.

Me dejó allí tirada mientras me observaba.
          -Te lo voy a decir una vez. Ni me alces la voz, ni te me acerques. -dijo en un tono bajo casi ronco-
          -¿Qué pretendes hacer entonces? Eres un inútil para lo que se te viene en gana. Deberías aprender a dejarte ayudar.

Un gran silencio se hizo de la sala. Agachó la cabeza y se llevó las manos al pantalón sacandose el cinturón ligeramente. Los vellos se me empalmaron y me escondí tras un cojín pensando en lo peor.

Aunque no mirara, podía oír fácilmente sus pasos hacia mí...