Pasternomi.

Capitulo 3.

Capitulo 3.

"Sad eyes pretty face"

Siempre se preguntó que hubiera sido de ella si esa tarde hubiese tomado una decisión diferente, que hubiera pasado si no hubiese tomado su lugar, si solo hubiera escapado y dejar que el destino hiciera de las suyas, siempre se preguntaba si su padre seguía buscando por ella, pero sobre todas las cosas, siempre esperaba que él siguiera con vida.

Habían pasado seis años, seis años desde que su vida fue puesta en una cuerda floja, donde olvidó incluso de quien era, inclusive aun le costaba reconocerse al verse reflejada en un espejo. No iba a mentir, muchas veces se arrepintió de su decisión, muchas otras se preguntaba si había valido todo el sacrificio que hizo por un completo extraño, pero...¿De que servía? Si aún no había encontrado el hechizo perfecto para cambiar el pasado o quizás no había encontrado las agallas para hacerlo. También habían pasado seis años desde que ella utilizó su magia, sus ojos bajaron a sus manos temblorosas ¿De que valía tener tanto poder si al final no servía para nada? Un cosquilleo se esparció por la palma de sus manos y Lauren apretó los puños con fuerza frenando cualquier inicio de actividad, juró jamás volverla a usar, no si esta no le regresaría lo que tanto anhelaba.

Sus ojos volvieron hacia el cielo ya oscuro, las estrellas parecían más grandes y brillantes desde esa alta torre, había encontrado su lugar favorito dentro de esa gran habitación, un pequeño pisito donde posiblemente había sido diseñado para alguna área de lectura, había una ventana que dejaba entrar la luz de la luna ante la penumbra de esa noche, alumbrando a la perfección todo el área y fue inevitable para Lauren no sentarse a admirarla, detestaba la oscuridad por obvias razones y desde que sus ojos vieron algo más que penumbra la luna y las estrellas se habían vuelto su cosa favorita para admirar. Un ruido llamó su atención, ella frunció el ceño ya era demasiado tarde para que alguien entrase a su habitación al menos que no fuese su nueva compañera de habitación y fue como si un valde de agua helada la golpease cuando volvió a ver esos ojos una vez más. Ni siquiera le dio tiempo de hablar, dándose la media vuelta y volviendo a subir, detestaba el miedo que su mirada le trasmitía, pero lo que mas detestaba era la manera en que estaba segura, ella podría desarmarla.

-No te lo creo- Elle dijo con sorpresa tapando su boca, Camila soltó un suspiro cansado

-Por alguna razón Dominique piensa que yo soy la mejor opción-

-Te ha puesto de compañera de cuarto con probablemente una psicópata que podría matarte mientras duermes ¿En qué demonios pensaba? -

-Elle, no digas esas cosas- La castaña la reprendió ahogando un bostezo

-No dormiste, tú también tienes el mismo pensamiento- Acusó y Camila bajó la mirada

-No es eso- Comenzó- Claro que existe desconfianza, prácticamente es una desconocida, pero mas que miedo, me da inquietud, no dormí por que estaba al pendiente de ver si ella lo hacía- Confesó con un ligero sonrojo al ver a su mejor amiga arquear una ceja

-Jamás apareció en su cama y esta mañana cuando desperté, estoy segura que se aseguró de salir antes de que yo despertara- Ambas se quedaron en silencio mientras inconscientemente la buscaban en ese gran comedor, pero ningún rastro de aquella chica

-Por fin alguien que no se muere por la gran Camila Fiedler- La castaña rodó los ojos

-Esto es serio, Elle, ¿Cómo se supone que tengamos una armónica relación como compañeras de cuarto si ella ya me repele? - La chica de grisáceos ojos rio pasando un brazo por los hombros de su amiga, abrazándola

-No te preocupes, bichito, estoy segura que cuando vea el enorme y bondadoso corazón que tienes, caerá enamorada de ti como todos nosotros- Le sacó la lengua y Camila rio abrazándose más a su mejor amiga, lo único que esperaba era que esa habitación no se convirtiera en un área de duelo.