Pasternomi.

Capitulo 5.

Capitulo 5.

"50ft"

Era extraña la forma en que se sentía después de ese acontecimiento, no se podía quitar la sensación de que había revelado uno de sus más grandes secretos, no fue el hecho de haberle hablado, fue la manera en la que ella la miró como si le estuviera rectificando un "Algo" de lo cual ella ya sabía y eso solo alarmó más sus sentidos, nadie podía saber ni conocer quién era realmente Lauren Delacroix. Desde que sus ojos se toparon con su presencia, Lauren sabía que su mundo había comenzado a colapsarse, se sintió débil e intimidada, su cuerpo se entumeció y ese sudor helado la hicieron titiritear, pero por alguna extraña razón no hizo caso a los mensajes de advertencia y de nuevo se encontraba en una encrucijada, pero esta vez sabía que no había una salida, ni mucho menos escapatoria.

No había sido capaz de regresar a su dormitorio sabiendo que ella estaría ahí lista para buscar más respuestas y sinceramente estaba sumamente cansada como para aguantarlo, era lo que todo el mundo quería de ella "Respuestas" que nadie lograría hacerle revelar. Un suspiro cansado escapó de sus labios mientras contemplaba ese grande cielo, la neblina tapaba las brillantes estrellas y el frio calaba ligeramente su piel, inconscientemente eso la hizo sonreír, recordando que desde muy pequeña ese tipo de clima la acompañaba en sus más grandes travesuras, fue una sonrisa momentánea que abrió paso a un nudo asfixiante que le hicieron arder sus pulmones en busca de aire, su cara comenzó a calentarse mientras intentaba desesperadamente por que el aire circulara libremente por su tráquea, ella llevó sus manos a la cara frotándola rigorosamente intentando que su cuerpo conectase a tierra antes de perder el control total de sí misma, podía escuchar su corazón bombear tan fuerte que le hizo doler la cabeza, ya debía estar acostumbrada a esas sensaciones tan asfixiantes y torturadoras, pero pareciera que esa pesadilla solo empeoraba un poco más a cada nuevo parpadeo.

En otro lado del castillo se encontraba una castaña que no podía dormir moviéndose irritada de un lado a otro de la cama, optando por mil posiciones que la hiciesen conciliar el sueño, pero desde que ella llegó eso se había vuelto una misión imposible, Camila gruñó frustrada abrazando una almohada contra si mientras sus ojos volvieron a clavarse en esa cama vacía, no tenía idea de que hora era, pero estaba segura que no tardaba en amanecer lo notaba por el leve resplandor en la ventana y el suave canto de los pájaros, su mente se quedó en ese momento en la torre de astronomía, su voz aun resonaba como eco dentro de su cabeza, Camila no entendía el comportamiento de esa chica, la manera tan recelosa en la que se empeñaba en no revelar absolutamente nada de ella, no quería hacer sus propias teorías, pero ese par de ojos tan intensos y fríos lograban que tu cabeza girase y se planteara mil escenarios, sin embargo había otra parte de ella que causaban algo totalmente distinto en ti, una mirada temerosa y dulce que lograban estrujar tu pecho y sumergirte en una necesidad de protección hacia ella, deseando saber que fue lo que la lastimo tanto, pero sobre todas las cosas, deseando poder aliviar un poco su gran pesar.

- ¿Camila? -Volvió a escuchar su nombre, pero simplemente no podía reaccionar, la castaña parpadeó varias veces intentando quitar su mirada de una Lauren que estaba una fila a lado de ella a dos mesas de distancia, sus ojos verdes fijos también en Camila logrando que su corazón se disparase, cuando por fin logró cortar el contacto visual inmediatamente sintió sus mejillas arder al notar que no solo ella se había dado cuenta de lo que estaba pasando.

-Lo siento... ¿Qué decías? - Preguntó con timidez, sus mejillas sonrojadas haciéndola sentir más vergüenza, el chico a su lado rio suavemente para luego empujar un pergamino hacia ella, el cual lo analizó sigilosamente

- ¿Qué es esto? - Dijo con su ceño ligeramente fruncido intercalando su mirada al chico y a ese viejo pergamino

-Iremos al bosque, el maestro Duncan pidió que anotásemos nuestro nombre por si alguien desaparece saber quién y así poder buscarlo- Dijo con entusiasmo y Camila rodó los ojos