Capitulo 4.

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Capitulo 4.

"Expelliarmus"


Si pudiera describir cómo había concluido su semana, seria "Incomprensible" había momentos donde tenía que tomarse un tiempo para darse cuenta de lo que en realidad estaba pasando, de cómo en cierta manera, algunas cosas habían cambiado y todas se resumían a causa de "Ella".

Había sido la semana más larga y estresante que Camila había tenido en ese institución, tanto que le estaba cobrando factura físicamente, sentía todo su cuerpo tenso y lleno de contracturas, esas pequeñas ojeras demostraban su falta de sueño y el dolor constante de cabeza a causa de los tantos pensamientos que no la dejaban en paz a todo momento la estaban llevando a un grado de demencia desesperante y lo peor de todo es que ella misma se causaba ese estrés involuntario, por que aquella chica desde ese "extraño" momento que compartieron en la clase de adivinación, parecía ignorarla por completo. Había algo mucho más raro que le hacían perder la cabeza, a pesar de que Lauren prácticamente ignoraba su existencia, parecía que se empeñaba en torturarla, ya que cada que tenia oportunidad se sentaba ya sea a su lado o atrás de ella, robándole la calma y su maldita concentración.

Que decir de las noches en su dormitorio, para Camila siempre eran largos, Lauren parecía jamás dormir, incluso tras varios intentos, todos fallidos si podía agregar, por averiguar qué es lo que hacia o a que horas se dignaba a entrar a su maldita cama a dormir, dejó te intentarlo al cuarto intento donde tuvo que esconderse como una maldita delincuente prácticamente todo una noche cuando no le dio tiempo de alejarse y para no ser atrapada en esa hazaña, no le quedó de otra más que aceptar su derrota, queda decir que al otro día se estaba durmiendo parada y podía jurar que notaba una sonrisa de burla en esa chica que lograron que su dignidad terminara de esfumarse.

Camila no quería admitirlo, pero había desarrollado una extraña necesidad por saber que es lo que había detrás de esa actitud, de esos ojos tan intensos que se empeñaban en ocultar una historia que comenzaban a perturbar su tranquilidad, pero no era de la manera en que la mayoría de las personas lo hacían, ella no quería conocer su historia pasada que había despertado tanto morbo en los estudiantes de esa escuela, ella quería conocer "La persona" que Lauren era, quería entender su alma, quería ver más allá de lo que la mayoría estaba interesada, quería convertirse en un apoyo o tal vez, en una amiga más, pero sus muros eran tan grandes que realmente dudaba si eso en algún momento pudiese pasar.

Y ahora ahí se encontraban, era la primera vez que estaban compartiendo el mismo espacio en esa habitación desde que se convirtieron en compañeras de cuarto y Camila no podía evitar mirarla a la distancia, parecía inquieta, era la sexta vez que había cambiado su posición en aquella cama, ahora estaba boca arriba, con sus manos sobre su estomago y sus ojos verdes perforando el techo, Camila se preguntaba en que estaría pensando, quería saberlo, quería escuchar su voz, jamás había sentido tanta curiosidad hacia una persona como ahora, pero es que había algo que se le hacia tan familiar en ella, no sabia como explicarlo, simplemente lo sentía y eso estaban volviéndola loca, la castaña soltó un sonoro suspiro y sus mejillas ardieron al instante que sus ojos verdes se cruzaron con los suyos y su inquietud creció cuando ella no apartó la mirada, la vio entre abrir sus labios y por un instante pensó que sus suplicas habían sido escuchadas, pero Lauren resopló y gruñó por lo bajo para darse la media vuelta dándole la espalda, Camila no se pudo quitar la sensación de que algo quería decirle durante toda la maldita noche.

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Los fines de semana en "Pasternomi" eran inciertos, no se impartían clases, pero casi siempre eran sorprendidos por alguna actividad o incluso a algunos alumnos que tenían un excelente control y comportamiento se les era permitido salir del castillo dándoles el día libre, por ese motivo ahora el castillo estaba extrañamente tranquilo y Lauren realmente lo agradecía, fue por eso que se atrevió a salir a explorar el lugar, no sabia si se le era permitido salir fuera del castillo, pero al no notar alguna restricción se adentró a lo que parecía un "invernadero" detrás del gran castillo, al entrar pudo notar al instante las miles de plantas mágicas y medicinales que aquel enorme lugar poseía, ella sonrió inmediatamente, una sonrisa melancolía dibujada en sus labios al identificar muchas de ellas con tan solo sentirlas y olerlas, la voz de su padre resonando en su cabeza cuando tomó entre sus manos aquella planta de "Díctamo" la favorita de su padre, la cual ocupaba la mayor parte de su pequeño "Jardín" en lo que solía ser su antigua casa.

Pasternomi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora