Pasternomi.

Capitulo 12.

Capitulo 12.

"Lluvia eléctrica"

Por más que intentaba prestar atención a la voz del maestro Rusvert la atmosfera tensa la estaban inquietando por completo, tal vez era el tema, hablar sobre el "Otro lado" de la magia donde esta es gobernada por la oscuridad y tinieblas, no siempre era grato de escuchar y aún más, cuando más de uno en esa aula habían sido víctima de ella.

Era fácil envenenar el alma de un mago, la sensación de poseer y sentir tanto poder correr por tu cuerpo; es como una clase de droga que se puede volver adictiva, tanto que buscas de las peores maneras conseguir mas de ella y uno de esos métodos es refugiándose en la magia negra, esa que poco a poco te va carcomiendo el corazón, los sentidos y lo único que buscas es causar dolor, ese dolor que logra hacerte sentir invencible. La magia negra se alimenta de eso, del dolor, ese sentimiento que ella conocía a la perfección.

-Las artes oscuras son numerosas- Seguía explicado el misterioso profesor de defensa contra las artes oscuras, el señor Rosvert Grenfort, un hombre con un porte fascinantemente intimidante, pero con unos ojos tan cristalinos y nobles que te hacían ver que en él no existía ningún tipo de maldad - Jamás las subestimen por que créanme, pueden ser totalmente ilimitadas- Iba caminando entre las mesas clavando sus ojos de un verde claro en cada uno de los alumnos que lo observaban con curiosidad, era una de las asignaturas que más les gustaban a el alumnado de esa institución, tal vez por el morbo que esta tenia o la curiosidad tan hambrienta de algunos magos por saber más allá de lo que se les consideraba que era prohibido.

-Combatirla puede ser algo casi imposible, ya que siempre esta transformándose buscando versiones mejores que las anteriores- El paró por un instante clavando sus ojos en los de Lauren, quien por algún motivo correspondió a esa mirada casi al instante- La magia negra deja rastros, rastros imborrables que pueden convertirse en una lucha que pocos ganan- Sus ojos verdes seguían fijos en ella y Lauren por más que quiso apartar la mirada ya que sentía todos los pares de ojos en ellos, simplemente no podía abandonar esos ojos que por un instante... se le hicieron tan familiares.

- Pocos son los protegidos, pero ese es un tema que dejaremos para la siguiente clase- Exclamó apartando la mirada de Lauren, comenzando a caminar de nueva cuenta hasta el enorme pizarrón con una gran sonrisa, la pelinegra sin poder siquiera pensarlo, se encontró con esos ojos chocolate que la miraban a la distancia y como si tuviera alguna clase de hechizo sobre ella, aquella tensión se fue disminuyendo, ella le obsequió una suave sonrisa que solo pudo contestar con un pequeño asentimiento de cabeza y volvió a clavar su mirada en aquel hombre que para su sorpresa o no, seguía mirándola.

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-Fue un poco raro ¿No crees? - Elle preguntó mientras caminaba por los pasillos con Camila quien parecía también estar un poco fuera de si después de aquella clase - Tal vez por ser el profesor nuevo ¿No? - Camila solo zumbó en respuesta abrazando sus libros mas contra si

- ¿Crees que tenga algo que ver con las pruebas? - Soltó de repente y los ojos grisáceos de su mejor amiga se clavaron en ella de inmediato

- ¿A qué te refieres? - Camila suspiró y se encogió de hombros

-No sé, solo que me dio la sensación de que nos estaba previniendo de algo- Elle dio un manotazo al aire quitándole importancia

-Creo que solo fue su forma tan directa de hablar, sea lo que sea, él sabe perfectamente de lo que esta hablando- Camila solo pudo quedarse en silencio, intentando aplacar la lluvia de pensamientos en su cabeza - Debes de dejar de sobre analizar todo, Camila- Le sentenció viendo a su mejor amiga literalmente dejarse caer en la cama tomando una gran bocanada de aire- No siempre se puede tener el conocimiento o control de las cosas, a veces solo tenemos que dejar que el curso de estas sucedan- La castaña se reincorporó sobre sus codos para poder mirar a su amiga con una ceja levantada