Capitulo 8.

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Capitulo 8.

"Luz de medialuna"

Por más que quisiera ser tan fría como todo su ser se sentía, cuando se encontraba cerca de ella lo único que habitaba era... La calidez, ese sutil calor que la recorrían de pies a cabeza y hacían levitar su cabeza, una sensación que anestesiaba su cerebro y dejaban sin protección su razón, mentiría si dijera que tenía el control de la situación, estaba mas que fuera de juego y eso solo aumentaba la presión en su pecho y las ganas de huir de ese lugar lo mas pronto posible, la desconfianza que ella poseía no le quitaban de la cabeza que todo podría ser alguna trampa, ¿Por qué ella? ¿Por qué era tan amable y comprensiva? ¿Por qué la habían elegido como su compañera de cuarto? Pero sobre todas las cosas ¿Por qué existía una conexión que por más que Lauren intentaba ignorar o esquivar, solo se hacia mas fuerte? Aquellas preguntas se mantenían rondando por su cabeza las veinticuatro horas, impidiéndole dormir, sabia que todos estaban dispuestos a cualquier cosa por obtener respuestas, pero... ¿Camila podría prestarse a ello? ¿Seria capaz de usar su vulnerabilidad hacia ella para cumplir con aquella tarea?

Otra semana había corrido y por más que Lauren intentará mantener su distancia respecto a esa chica, Camila parecía no querer ceder, después de aquella "confesión" en ese enorme lago, sus palabras habían causado que cada noche no dejasen de resonar en su cabeza y cuando intentaba alejarla, mostrarle ese lado del cual todos le temían, solo bastaba que ella la mirara y le obsequiara una tímida sonrisa para que todo se fuese a la mierda, Lauren estaba mas que frustrada y hoy era el día en que sentía colapsar, su sangre hervía que ni incluso aquel saludo y ese gesto que Camila se le estaba haciendo costumbre cada mañana de sentarse a su lado después del desayuno cerca del invernadero disfrutando de esos aromas y la calidez de los rayos del sol en total silencio, a pesar de que solo eran unos cuantos minutos antes de que aquella enorme campana sonara, ese momento era su favorito, donde solo con miradas y pequeñas sonrisas podían decirse millones de cosas, pero esa mañana se sintió distinta, que a pesar de ese momento, nada ayudó a calmar su tempestad.

- No sabía que habían regresado- Camila musitó entre dientes mirando con incomodidad a un grupo de alumnos que parecían haber ganando el maldito torneo mágico, de inmediato la sonrisa de Elle se borró al notar las expresiones de su mejor amiga

- Sabias que volvería, solo fue un intercambio- Sus grisáceos ojos analizaron a una Camila que parecía mas pálida de lo normal - Camila, pensé que ya lo habías superado- Esas palabras solo hicieron que su corazón se apretase dolorosamente en su pecho, ella intentó esbozar una sonrisa, pero la inquietud en sus ojos era tan predecible que sabía que nada de lo que dijera tendría credibilidad -No te volverá a chantajear ¿De acuerdo? Sería muy imbécil para intentarlo sabiendo como son las cosas ahora- Camila suspiró, pero sus ojos no podían apartarse de esos ojos mieles que le comprimieron el pecho, aquel chico paró en seco cuando sus miradas colisionaron y por mas que Camila quiso evitarlo, no pudo retirar el contacto visual hasta que otra figura captó su atención.

Sus ojos verdes la miraron con curiosidad y por reflejo Camila momentáneamente volvió la mirada hacia aquella otra persona para rápidamente devolverla a una Lauren que pareció entender lo que Camila jamás se atrevió a confesar, por desgracia o por fortuna, la voz del profesor interrumpió aquel momento y se sorprendió cuando vio a Lauren dirigirse a su dirección y con un sutil movimiento de cabeza le indicó que se sentara a su lado, Camila ni siquiera lo pensó dos veces, justo en esos instante sentía que solo Lauren podía calmar aquel mar sin calma que azotaba contra ella sin piedad.

Por unos instantes lo único que escuchaba era lo acelerado que su corazón estaba, ella tomó unas cuantas bocanadas de aire mientras abría su libreta obligándose a sí misma a recobrar la compostura y cuando sus ojos buscaron aquellos verdes, notó que Lauren no le quitaba la mirada de encima, de nuevo esas sofocantes emociones cambiaron cuando se dio cuenta de la preocupación en sus ojos, su corazón se detuvo cuando sintió su mano tocar la suya quitándole aquella pluma de entre sus dedos, ella se acercó a su cuerpo a tal grado que sintió su calor quemarla viva mientras comenzaba a escribir algo sobre esa hoja sin prisa alguna, estaba tan cerca de ella que Camila pudo notar las pecas en todo el puente de su nariz y pómulos, estaba tan cerca que cuando Lauren buscó su mirada sus alientos chocaron entre si acariciando su rostro cálidamente, por un instante todo se detuvo y por reflejo Camila humedeció sus labios que sin que ella lo notase, le estaban pidiendo a gritos algo que aún ninguna de las dos se daba cuenta.

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