Pasternomi.

Capitulo 13.

Capitulo 13.

"Deepest feeling I've ever had"

Había algo que no lograba controlar desde que ella se levantó esa mañana y eso era... Unas ansias infinitas que le hacían carcomer las entrañas y sentir que el "Tiempo" pasaba demasiado lento, se sentía curiosa, ávida e incluso desesperada, planeando y pensando en sucesos y escenarios que moría por que ocurrieran.
Después de lo que pasó en aquella sala de menesteres despertó un sentimiento que solo lograba acrecentarse más a cada segundo, no quería pensarlo, ni mucho menos ponerle alguna definición u etiqueta, solo quería limitarse a sentirlo, experimentarlo, porque fuera lo que sea que era, le hacían sentir algo en su pecho que parecieran causar un hermoso desastre y a pesar de que sabía que estaba caminando bajo un terreno peligroso, sinceramente no pensaba detenerse hasta tocar el fondo.

Tenía un millón de motivos para sacarse aquella idea descabellada de la cabeza, la primera de todas, "Ella" ese "Hermoso caos" el cual hacían que no solo su cuerpo se sintiese atraído a ella, pero estaba más que claro que a Lauren no le pasaba de la misma manera, incluso se sentía culpable y la peor de las personas al tomar a su "favor" aquella propuesta, mentiría si dijese que solo lo hacía con la intención de ayudarla, al principio lo era, siento totalmente sincera, jamás llegó a pasarle por la mente aquellos pensamientos que ahora la torturaban sin piedad, claro que su principal objetivo sigue siendo ese, ayudarla a vencer aquel miedo que la impedían hacer cualquier tipo de magia, pero al sentirla así de cerca, al sentir la manera en que su cuerpo reaccionaba a su cercanía, debía confesar que había tomado esa situación a su ventaja, odiaba admitirlo y la hacía sentir como una depravada, pero aquel ultimo "ejercicio" donde se permitió tocarla, susurrarle e incluso rosar sus labios contra su oreja habían sido para provocarla de cierta manera y mierda, el efecto fue todo lo opuesto, ya que era la única que no podía dormir por aquel foco que se había prendido indicándole "Peligro" esa alerta que no paraba de parpadear incitándola a hacer cosas que jamás pensó que haría, que podría llegar a sentir.

- "Solo quiero mostrarle, hacerle sentir algo, es válido ¿No? Eso también es parte de enseñarle a como canalizar su magia ¿Cierto? Solo se trata de eso, no hay que ver más allá, Camila"- Se cuestionaba y reprendía una y otra vez así misma a cada momento tratándose de convencer que no iba más allá que una simple ayuda, que no cruzaría la línea y confianza que Lauren le había otorgado, pero luego estaba esa otra voz que la contradecían y que decir de esos ojos que cada que los buscaba, ya la estaban viendo, robándole la poca cordura que trataba de mantener a raya.

- ¿Estas bien? - Sinceramente lo menos que quería en esos instantes era tenerla cerca, no solo su cara parecía arder en esos momentos, Camila intentó forzar una suave sonrisa y asintió en respuesta incapaz de hablar bajando la cabeza tratando de ocultar su muy notorio sonrojo - Que no me hables hace más evidente tu mentira- Un suave y casi desapercibido gemido escapó de sus labios al escucharla y sentirla hablarle prácticamente contra su oreja, su voz siempre era más ronca por las mañanas, Dios, su maldita voz.

- "Compórtate, Camila, no eres una puberta desesperada por sexo" - Pensó soltando una risita al sentirse estúpida por aquel pensamiento, los ojos curiosos de Lauren no paraban de observarla con su ceño fruncido mostrando la impaciencia y desconcierto, era pésimo momento para pensar que se veía realmente "atractiva" cuando tenía esa mirada de "Chica mala" Camila sacudió su cabeza arrancando de nueva cuenta esos inapropiados pensamientos.

-Quien lo diría... Antes odiabas que te hablara y mírate ahora, estas hasta desesperada por escuchar mi voz- Bromeó intentando mantener esa expresión engreída en ella, la mirada de Lauren se intensificó y por un instante se arrepintió de querer llegar a intimidarla, tragó en seco cuando una de sus cejas se levantó ligeramente y su aliento tibio golpeó su mejilla izquierda, su corazón al instante comenzó a bombear a prisa, una subida que la hizo sostenerse de aquella grande mesa, Lauren no le dijo nada por lo que parecieron horas, solo se limitaba a clavar esos ojos tan cautivadores y por más intimidada que Camila se sintiera, no podía apartar la vista de ellos, la pelinegra ladeó su cabeza y se mojó los labios resecos, la mejor decisión que debía tomar Camila en esos instantes, era salir corriendo.