Capítulo 12

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DESDE EL PUNTO DE VISTA DE PETER.

Era una emboscada. Los que no quedaron aturdidos y estaban más lejos empezaron a perseguir a aquel coche. Yo salí corriendo para ver a los heridos junto con cinco compañeros más.
La imagen era devastadora, Fabio estaba demasiado cerca así que había muerto en el instante los otros ocho hombres que estaban detrás de él estaban demasiado heridos, algunos morirían a lo largo de las horas y otros en pocos días.

Eugenia apareció corriendo, estaba algo aturdida pero estaba bien.

—¿Cómo se enteró? —se apoyó en mi.
Miré a todos los hombres que estaban a nuestro alrededor, tirados en el suelo.
—¿Dónde está Nico?
—Debería estar acá —empezó a llorar.

Salí a buscarlo, estaba subido a un coche detrás de la fábrica y se estaba apuntando con una pistola en la cabeza.

—¿Qué haces? —me acerqué despacio.
—¿Están todos muertos?
—No… al menos todavía.
—Perdón, pero tiene a mi familia Peter.
De repente dejó de apuntarse a su cabeza y me disparó directamente a mi.
—¡PETER! —escuché gritar a Eugenia a lo lejos. Nico arrancó enseguida y se fue a toda velocidad.
Me caí al suelo, sentía mucho calor en el brazo.
—No es nada —le dije —No me quiso matar pero Bedoya sabe que estoy metido en esto va a matar a Nico por no matarme a mi. Hay que encontrarlo.

Eugenia avisó a los demás. Los que habían tirado la granada se habían escapado y los servicios de emergencia habían llegado para ayudarnos. Habíamos fracasado y seguramente Bedoya estuviera en algún lugar del mundo muy lejos.

—¿Megan? —pregunté cuando atendieron— ¿Megan, estas ahí?
—Hola Peter —era la voz de Bedoya— Buena jugada, lástima que tenían un topo entre ustedes. Fue difícil descubrirlo… Pero me pareció maravilloso cuando me enteré que todo esto es culpa tuya.
—Te estaban investigando de antes. ¿Dónde está Megan?
—Mi querida Megan y mi querido amigo Esposito, están bien. No los voy a matar, tengo mejores planes y va a ser increíble ver como no puedes hacer nada al respecto —colgó.

Llamé a mi abuela para avisarle que se ponga a salvo.
Después intenté comunicarme con Lali pero no contestaba.


DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LALI


Caliente ya había salido y era un éxito.
Estaba tan feliz de poder hacer música que no me importaba nada más.
Maxi y yo estábamos muy bien. Lo pasábamos bien juntos, como amigos, salíamos y nos divertíamos.
El concierto había sido anoche y habíamos recaudado mucho dinero para donar en Brasil.
A Peter no lo había visto más, después de la muerte del padre le mandé algún mensaje pero no me contestaba. Rosita me decía que estaba trabajando muchísimo, no paraba, estaba claro que quería ocupar su cabeza en no pensar pero yo no hacía más que pensar en él y sus palabras.

—No tengo ganas de salir hoy, me voy a quedar en la habitación.
—¿Te pasa algo? —me tiré en la cama a su lado.
—No tengo ganas de salir.
—Vos siempre querés salir Maxi. —reí.
—Hoy no.
—¿Sabes algo de Pablo?
—Yo que sé Lali, no hablo con él. Lo veo cuando vamos a Aruba. No me sé que hace a cada momento.
—Pensaba que era tu amigo.
—Conocido.
—Me voy a quedar acá con vos.
Suspiró.
—Podemos ver una peli.
—¿Sabes que en un mes nos casamos?
—¿Ya un mes? Que rápido pasa el tiempo…
—Me quiero escapar. Quiero irme lejos pero sea a donde sea que vaya mi viejo me va a encontrar.
—Maxi… no pasa nada, es un papel. Cuando nos casemos podes hacer lo que te haga feliz, estar con quien te haga feliz… Viviremos en la misma casa pero tendremos nuestra vida separada.
—No quiero eso. Quiero estar feliz contigo, casados, tener una familia… que me quieras. Tener una vida normal con mi mujer.
—No sé qué decir.
—¿De verdad quieres tener de amante a Peter? ¿Rebajarlo a estar contigo a escondidas toda la vida? ¿No poder ponerlo delante de todo el mundo y gritar que es el amor de tu vida? No vas a poder casarte con él, no vas a poder formar una familia con él… no te vas a poder ir de vacaciones tranquila con él… ¿Qué vida es esa? Deberías pensarlo, este es tu destino y el mío. Nosotros vamos a tener que aceptar esta vida… Él no tiene la culpa, debería ser feliz y tener la vida que nosotros no podemos.
—Nunca lo había visto así…
—No quiero casarme y ser un infeliz… No quiero tener una vida secreta. No quiero que esto sea una tapadera.
—¿Qué te pasa? Nunca te escuché así…
—Me enamoré de otra persona y nunca voy a poder hacerle ser parte de mi vida. Jamás. No sé merece estar en segundo plano… así que acabé con todo lo que teníamos.
—¿Quién es?
—Eso no importa Lali, importa todo lo demás… Mira yo te quiero, eres increíble, me pones a mil, me caes bien… Nos llevamos mejor que nunca… Seamos pareja en serio, piénsalo. Lo hablamos mil veces, queda un mes nada más para nuestra boda. Piénsalo. Yo lo pensé, es egoísta hacer que la persona que te ama acepte una vida llena de mentiras… Yo sé que le quieres y él aceptaría cualquier cosa por estar contigo porque eres el amor de su vida.
—No sé si puedo dejarle ir… no lo aceptaría… —empecé a llorar.
—Yo no le dije la verdad a quien amo, le mentí, le mentí porque a veces mentir es lo mejor. Prefiero que me odie a que quiera seguir luchando por mi y una vida que no puedo darle.
Peter me estaba llamando pero no contesté.
—Tenés razón…
Nos vinieron a golpear la puerta y Maxi fue a abrir.
—Nos tenemos que ir ya — escuché a uno de los hombres de Bedoya.
—¿Qué pasa Javi? —pregunté cuando lo. Vi entrar.
—Recojan todo, tu papá te necesita Lali. Está en problemas.
—¿Qué le pasó a mi papá?

Maxi se puso a meter todo en las maletas, Javi hizo lo mismo y yo también.
Salimos de ahí y cuando subimos al coche leí un mensaje de Peter en el que me decía que lo llame. Estaba por hacerlo hasta que Javi me frenó.

—Apaguen los teléfonos porque nos van a rastrear.
—¿Quiénes?
—La policía está buscando a tu padre Lali, lo van a meter preso.

Apagué el teléfono y miré a Maxi, él tenía la misma cara que yo, de no entender nada de lo que estaba pasando.
Llegamos al aeropuerto y nos subimos a un avión privado, que no era el de la familia y nos llevaron a algún lugar perdido por ahí. Sólo puede ver que era una isla pero no tenía ni idea donde estábamos.

—Perdón chicos —dijo Bedoya— Pero tenemos que estar unidos ahora mismo y ustedes tenían que saber qué está pasando y cómo vamos a actuar a partir de ahora.
—¿Dónde está mi papá?
Megan salió a la puerta y fui corriendo hacia ella. Me llevó hasta una habitación donde papá estaba tirado en una cama.
—¡Papá! —corrí a darle un abrazo.
—Despacito La. —me pidió Megan
—¿Qué pasa?
—Tuve un infarto hace unos días hija pero estoy bien.
—¿Otra vez?
Bedoya apareció en la puerta.
—Hablen con Lali yo voy a hablar con mi hijo —nos cerró la puerta.
—¿Qué está pasando? —los miré a los dos.
—Perdón cariño… perdón por no haber podido suspender tu boda.
—Eso no importa ahora… papá.
—Vas a tener que hacerte cargo de la empresa aunque Bedoya no va a querer, vos tenés derecho y vas a tener que colaborar con la policía porque nos van a dejar todas las cuentas suspendidas, las empresas cerradas… hasta que se investigue bien todo. Yo estaba metido en unos negocios turbios y ahora lo policía lo sabe.
—No papá, vos no… Me estas mintiendo… ¿Es Bedoya? —él asintió.
—No cariño fui yo, Bedoya solo me está ayudando ahora. Tengo que estar escondido una temporada para ver como soluciono esto. Así que lo siento…
—¿Qué hago?
—Tu vida, la vida planeada que tenés hasta el día de tu boda. Te vas a quedar sin hacer los conciertos porque por el escándalo los tenemos que suspender. Cuando la policía te llame a declarar tienes que decir que no me ves desde que te fuiste a Aruba y que no sabes nada de mi.

Lo abracé y empecé a llorar.
Cuando salí de la habitación estaba Maxi, me hizo una seña para que lo siga. Salimos de la casa y caminamos un poco hasta una parte de bosque.

—¿Qué te dijo tu padre?

—¿Y el tuyo?
—Que tu papá hizo negocios ilegales a costa de la empresa pero que es familia y nos tenemos que apoyar. Que él va a hacer todo para que tu viejo no vaya preso.

Mi papá es incapaz de hacer algo así, estaba raro… Me hablaba como si tu viejo nos pudiera escuchar.
—En cambio el mio es bastante capaz —aseguró con seguridad.
—Entonces… ¿Por qué mi papá acepta las culpas y me miente?
—Hay pruebas en contra de él, se ve que mi padre lo tiene agarrado por los huevos. Lo estarían por descubrir a él y Daniel acepta esto por vos…
—No entiendo nada… si mi papá da la cara y lo investigan sabrán que no tiene nada que ver.
—Algo más hay en todo esto.
—Tenemos que averiguar qué pasa.
—Voy a hacer lo que sea para sacarle la careta a mi viejo.
—¿Cuánto crees que nos tendrá acá?
—Supongo que unos días…
—Intentaré sonsacarle información a Megan, papá no me dirá nada pero seguro que a ella se le escapa algo.
—Yo veré que puedo averiguar con los de seguridad y con mi madre.
—¿Está acá?
—Si estaba encerrada en la habitación. Se sentía mal…


DESDE EL PUNTO DE VISTA DE PETER.


En todos los canales de noticias hablaban de Espósito. Estaba muy enojado, el departamento en el que yo trabajaba sabía perfectamente que Espósito no era el culpable pero desde la policía nacional, altos cargos amigos de Bedoya, se habían pasado las pruebas como si fuera él en vez del otro hijo de puta.

—Lo bien que lo voy a pasar cuando agarremos Bedoya y caigan detrás estos corruptos de mierda —me dijo Euge muy enojada— No puedo creer que estos tipos hagan todo esto por plata.
—Lali tiene el teléfono apagado. No tengo ni idea de donde está…

No le va a pasar nada, seguro que está bien.
—Necesito verla… Le tengo que contar todo, ya no puedo ocultarle nada más.
—La vamos a encontrar, te lo juro.

Todo había salido mal y no estaba dispuesto a dejarle ganar otra batalla. Tenía que encontrar a Lali, llevármela lejos y protegerla de todo. Explicarle con lujo de detalles y desear que me perdone y entienda que solo intentaba cuidarla. Pero mientras, tenía que limpiar la imagen de su padre y encontrarle, porque iba a estar más seguro tras las rejas que en manos de Bedoya.

El presente y nada más ||Laliter||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora