El presente y nada más ||Laliter||

Capítulo 14

Cuando el equipo de Peter consiguió localizar a mi padre y a Megan, se vieron envueltos en un tiroteo pero al final los sacaron.
No me dejaron ver a mi padre porque enseguida lo llevaron a una zona segura del centro de investigación.
A Maxi y a mi nos había pasado a buscar Eugenia para llevarnos a una casa de protección de testigos porque Bedoya, había desaparecido con Julia, cuando le avisaron que la policía había encontrado a mi padre.

—¿Estas molesta? —le preguntó Maxi mientras ella conducía.
—¡Obvio! Me tocó la parte más aburrida  —suspiró — Pero Peter me lo pidió por favor y nadie se puede negar a ese lunar —rió y me miró por el espejito.

Después de viajar en coche tres horas, nos subimos a un helicóptero y nos adentramos en un bosque. Nos dejaron en una zona y después caminamos como media hora más.

—Llegamos

Era una cabaña de madera que estaba camuflada entre matorrales y árboles. La verdad que era muy bonita y se veía bastante grande.

—Hay tres habitaciones con un baño cada una, tienen una sala con televisión, una piscina detrás, una biblioteca llena de libros en el altillo, y la cocina llena de comida para el tiempo que se queden acá. No hay Internet para que sea bien seguro por eso les dimos esos teléfonos antiguos.
—Gracias.
—¿Saben algo de mi madre? — preguntó Maxi— Me preocupa que esté sola con él...
—Julia ¿verdad? —él asintió—La encontraremos, ya lo verás... Pero ahora tenemos que buscar la forma de hacerlo salir de su escondite. Ojalá se comunique contigo, al fin y al cabo, eres el hijo.
—Dudo que le interese saber como estoy —se metió en una de las habitaciones y cerró la puerta.
Eugenia se metió en la cocina y la seguí.
—¿Mate?
—Si, claro —me senté y ella encendió el fuego para calentar el agua —¿Tuviste algo con Peter?
—Ah mirá vos, no te tenía tan directa —rió.
—Me gusta la claridad.
—Nunca tuve nada con él aunque me habría encantado enamorarme de un chico como él y no de los idiotas en los que me suelo fijar —se sentó enfrenté— Es difícil de creer pero Peter se enamoró de vos y no tuvo ojos para nadie más. Nunca le dio bola a ninguna chica, si tuvo sus cositas por ahí, pero nunca una relación. Siempre decía que en algún momento se iba a reencontrar con vos.
—Le arruiné la vida...
—Eso lo estás haciendo ahora, diciéndole que estas con Maxi, cuando es obvio que no.
—Su vida giró en torno a salvarme de mi destino, no vivió, no disfrutó, no fue feliz...
—Él era feliz sabiendo que iba a conseguir estar con el amor de su vida.
—¿Nunca una mina le voló la cabeza? —levanté una ceja.
—Una vez sola le gustó una un poco pero cuando la cosa se iba a poner seria, la dejó. Esa chica estaba muy enamorada de él pero sabía de tu existencia. Peter siempre se lo dejó claro —Se levantó para agarrar la pava y volvió a sentarse.
—¿Sabés algo de esa chica?
—¿Que querés hacer?
—Ayudarlo a que viva su vida. La vida que le quité.
—Discúlpame, pero sos una boluda.

Me pasó el mate y suspiré. Tenía razón, querer alejar a Peter sería un gran error pero necesitaba que sea feliz sin mi y que pueda disfrutar de todo lo que no pudo por querer ayudarme.

—Tenemos que casarnos —dijo Maxi cuándo entró en la cocina.
—¡¿Que?! —preguntamos las dos a la vez.
—Me llamó mi padre para decirme que tenía que suspender la boda, que como él estaba prófugo no nos podíamos casar o se quedaría sin la empresa. Que teníamos que esperar a que demuestre su inocencia. Si nos casamos y le contamos a la prensa, va a querer salir de su escondite para matarme y asegurarse de que la empresa sigue en la familia pero yo voy a firmar un papel para cederte mi parte, así no puede hacer nada porque tampoco será mia.
—La verdad es que es una buena idea... Solo necesitamos un juez y un abogado.
—Así que seremos la carnada... —suspiré —Ya hubo un tiroteo para rescatar a mi padre y a Megan... No sé como puede reaccionar si se entera de esto.
—Es lo mejor que tenemos —Eugenia agarró su teléfono—Voy a hablarlo con Peter.
—Vamos a armar esto lo más rápido posible —salió de la cocina— Peter, Maxi tiene una buena idea, tenés que venir —la escuché decir desde la otra habitación.
—Bueno, al final tendremos boda. Menos mal que tengo un vestido hermoso que me puedo poner aunque solo sea para entrar en un juzgado —reí —Me iba a dar pena no poder usarlo.
—Perdón por esto... Siento mucho que tengas que casarte conmigo y que mi viejo sea una mierda.
—No es tu culpa, estás haciendo lo correcto... Y no es fácil, es muy valiente.
—Ojalá funcione.
—Y tranquilo, aunque me cedas tu parte de la empresa, seguirá siendo tuya.
—Gracias La...
—Te tengo que pedir un favor.
—Lo que quieras.
—Necesito que Peter haga su vida sin mi... Cuando lo veas podrías hablarle de que estamos juntos, de que va en serio... Conseguir que le quede claro.
—La, sé sincera con él. Si quieres que haga la vida que no pudo estos años, se lo tienes que decir. No mientas, no manipules...
—Está bien, gracias de todas formas. Tendré que dar la cara.
—Ojalá hubiera funcionado lo nuestro —me abrazó con fuerza.
—Ojalá...
—Peter llega en unas horas, el equipo va a preparar todo y pasado mañana ya pueden firmar los papeles —nos avisó Euge con una sonrisa— Perdón por estar feliz pero disfruto mucho pensando en el fin de Bedoya. Ya tienen todas las pruebas y se aclaró la información falsa contra Esposito así que se suma otro cargo más. Va a pasar muchos años preso. Ahora solo falta que aparezca Nico... —su sonrisa se esfumó, como si hubiera recordado algo que la tendría que mantener triste.
—¿Quién es Nico? —preguntó Maxi.
—Un compañero... Tu padre lo amenazó y acabó disparando a Peter... Es un buen tipo, tiene una familia hermosa, estaba asustado e hizo lo que pudo. Pero desapareció.
—¿Lo mandó a matar a Peter? —me puse nerviosa.
—Eso parece...

Salí a sentarme en las escaleras de madera. Llovía, pero el techo me tapaba justo.
Apoyé mi cabeza en la columna que tenía detrás y me quedé mirando los árboles. Sentía mucha angustia, mucha rabia, mucha tristeza. Sentí como el pecho se me encogía, empecé a temblar y no pude evitar las ganas de llorar. Solté con todas mis fuerzas las lágrimas que tenía acumuladas. Maxi apareció, se sentó a mi lado y me lancé a sus brazos.

—Todo va a salir bien... Te lo prometo.
—Es tan injusto Maxi, es horrible ¿Que hicimos para merecer esto?
—Yo me pregunto lo mismo..

Peter llegó cuando estábamos cenando algo. Tenía los ojitos llorosos.

—Euge... —ella se levantó y se puso enfrente de él.
—¿Que pasa?
—Lo encontraron...
—Decime que esta vivo, por favor... —él negó con la cabeza.

Se abrazaron y se pusieron a llorar. Suponía que hablaban de Nico.

—¡Voy a matarlo! —Eugenia estaba muy inquieta— ¡Voy a arrancarle el corazón a ese hijo de mil puta! —Peter la apretaba con fuerza, intentaba calmarla.

Se soltó, agarró el paquete de cigarrillos que había sobre la mesa y salió fuera.

—Voy a verla —Peter me frenó.
—Necesita estar sola, era el amor de su vida.
—¿Él no tenía familia?
—Si, pero antes habían estado juntos y ella soñaba con que volverían... Aunque él se había casado y tenía un hijo. Se llevaban muy bien, eran un gran equipo y ella soñaba con que volviera a amarla.
—Creo que ustedes tienen mucho de lo que hablar así que me voy a ir a la habitación —Maxi le dio un abrazo a Peter— Siento mucho lo de tu amigo... —se fue.

Se secó las lágrimas y se sentó. Me acerqué y lo abracé. Enseguida volvió a llorar y yo con él. Odiaba verlo sufrir tanto...

—Te quiero —se alejó y me miró— Sé qué estas con Maxi pero...
—No estoy con él.

Cuando acabé de decirlo me sujetó la cara y me besó. No dejaba llorar pero me besaba y yo no podía alejarme de él. Necesitaba tanto esos besos.

—Te quiero Peter y no es momento para hablar de nosotros... Pero no pienses cosas que no son...
—Solo quiero dormir a tu lado... Todo lo que está pasando, me está matando. Nunca estuve tan triste... Primero mi padre, ahora esto... No quiero que muera mas gente a mi alrededor.
—Tienes que dejar esto, irte lejos...
—Tengo que acabar lo que empecé y cuando Bedoya esté entre rejas, me tomaré unas vacaciones, pero pienso acabar con él.

Fue difícil pegar ojo con tanto sufrimiento pero cuando Peter consiguió dormir, lo abracé por la espalda y cerré los ojos. Quería sentir su olorcito y poder retenerlo en mi memoria.

***

Cuando desperté Peter ya no estaba en la cama. Fui a la cocina y Euge estaba con Maxi. Me acerqué para darle un abrazo y ella me sonrió.

—Peter está fuera —me avisó— Habla con él, necesita saber que va a pasar.

Salí y lo vi sentado en el tronco de un árbol caído que estaba enfrente de la casa. Me detuve frente a él.

—Todo este tiempo mi vida giró en torno a vos. Me aferre a la idea de que tenía que asegurar nuestro futuro juntos y no viví... Pero no me importa Lali, nunca me importó.
—Yo te quiero Peter, mucho... Pero cuando esto acabe quiero que vivas esa vida que te quité. Me siento horrible por todo lo que pasaste estos años por mi culpa...
—No es tu culpa.
—Lo es, por salvarme a mi no te enamoraste, no tuviste una relación, tuviste que estar lejos de tu familia, poner tu vida en peligro... No tuviste una vida normal y es lo que deseo para vos.
—Haga lo que haga no van a cambiar mis sentimientos por vos.
—A lo mejor si, te metiste tanto en la cabeza que esto lo hacías por amor que no te permitiste pensar otra cosa.
—Pasaron unos cuantos años y cuando te vi, cuando hicimos el amor... Sentí que te seguía amando, aunque ya no seas la misma, aunque no te conozca ahora... Ese amor está ahí pero te entiendo, entiendo tu sentimiento de culpabilidad y entiendo que necesites pensar.
—Yo no necesito pensar...
—Que yo haya hecho todo esto por amor no quiere decir que vos me ames... Desaparecí de tu vida y no supiste más de mí por años, pero yo si te veía, yo si sabía de vos... Entiendo que no sientas lo mismo que yo y que tengas miedo.
—Si que tengo miedo pero te quiero, eso no lo dudo...
—Voy a hacer mi vida pero no voy a desaparecer de la tuya. Seamos amigos, empecemos de cero y veamos que pasa.
—Amigos... Supongo que está bien.
—Yo sé que en algún momento vamos a estar juntos.

Tiró de mi brazo para acercarme a él y nos abrazamos.