Capítulo 15

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Estaba casada y era la única dueña de BEES. Todo volvía a funcionar gracias a eso.
Mi padre y Megan seguían escondidos pero Maxi y yo habíamos vuelto a casa. Teníamos que estar visibles para que Bedoya aparezca, pero ya habían pasado dos semanas desde el casamiento y no daba señales de vida.
Mi casa se había vuelto una fortaleza, estaba lleno de policía todo el día, entraban y salían como si fuera una comisaría, así que no me extrañaba que Bedoya no apareciera.

—No puedo creer que me deje poner esto.
—Es por protección, pase lo que pase sabremos donde estás. -—dijo Euge.

Nos habían puesto un gps en el cuerpo a Maxi y a mi.

—Voy a dar el concierto —le conté— Me dijo Peter que teníamos que hacer vida normal... Así que eso haré. Va a salir mi disco esta noche a la venta y la verdad que a pesar de todo me hace feliz.
—Está bien que hagan su vida.
—Si... Maxi no sale de la empresa, yo la verdad que no tengo ni idea y lo dejo a él. Le gusta y se le da de maravilla.
—¿Vas a volver a clase cuando termine el verano?
—Si... Tengo que hacer la carrera, aunque no quiera... Pero voy a hacerla a mi ritmo, daré clases online y seguiré con la música.
—En medio de todo este caos, está bien que intenten ser felices.
—No puedo ser feliz... Pero al menos me siento un poco más libre. Quiero que Bedoya aparezca cuanto antes pero me da miedo porque algo estará planeando.
—A mi también me asusta... Tengo miedo por Peter, lo quiere muerto y dudo que no vuelva a intentar que lo maten.
—Pero ahora la peor parte se la lleva Maxi, por darme la empresa. Eso lo debe tener loco...

Fui a la empresa para ver a Maxi. Necesitaba comprobar que estaba bien porque aunque estaba viviendo en mi casa, casi no lo veía.

—¿Te sigue sin contestar? —apoyé una botella de tequila en la mesa.
—Lo entiendo, él tiene una vida muy distinta y no quiere tener que estar escondido. Sería el amante de un hombre casado —nos reímos.
—Todavía no me creo que seamos marido y mujer. Al final no tuvimos ni noche de bodas, yo pensaba que seríamos un matrimonio muy pasional —bromeé.
—Te puedo poner encima de esta mesa, si me lo súplicas un poco —agarró unos vasos y nos sirvió el tequila.

Entre risas, anécdotas y bromas, perdí la cuenta de la cantidad de alcohol que tomamos. Hacía tiempo que no nos reíamos a carcajadas.
Estábamos tirados en el suelo y habíamos acabado la botella.

—Creo que fue buena idea que vengas. Hacía tiempo que no desconectaba.
—Me llamó Lupe, quieren que salgamos a una fiesta, es el cumple de un amigo del primo de Lupe o algo así, pero bueno que estamos invitados. Creo que nos hace falta.
—¿Trajiste el tequila para que ya vayamos borrachos?
—¡Así no te podías negar! —reí —Quiero pasarlo bien además en unas horas sale mi disco a la venta y tengo que celebrarlo.
—Pues entonces —se levantó y me tendió la mano— Vamos de fiesta.

***

Eugenia era nuestra sombra así que nos siguió a la fiesta. Maxi, la sacó a bailar, le dio una copa y consiguió que se divierta un poco.

—La, este es Luca —Lupe se acercó con él hacia mi— El cumpleañero —me guiñó un ojo disimuladamente.
—Encantada y feliz cumpleaños —le di un beso en la mejilla.
—Muchas gracias espero que disfrutes de la fiesta y si quieres cantar, el escenario es todo tuyo.

Luca era español y de una familia muy conocida y millonaria que tenía viñedos. Era muy lindo y no paraba de tirarme onda pero intentaba resistirme, no quería tener líos amorosos.

El presente y nada más ||Laliter||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora