De a poco...

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Habían pasado dos semanas  desde aquel acontecimiento, lo cierto era que con su hija casi ni se dirigían la palabra mas que un saludo de buenos días y buenas noches, por allí una que otra recomendación por parte de Camus a demás contaban con las visitas recurrentes de Milo el caballero de escorpio, le había contado de sus proezas a Nadja y lograba hacerla pasar un momento mágico. Tambíen sucedío, que hubo días en los que el copito de nieve iba a pasar parte del día/casi noche en el  templo de su querido tío y allí era ver como dos niños, Milo la dejaba jugar con su armadura  y ella imaginaba que era una amazona dorada que luchaba por Atena a veces se unían a la diversión uno que otro caballero o amazona que  a esta altura ya   sabián de la existencia de la pequeña y les parecía una niña de lo más tierna, les costaba creer que era hija de Camus,  ella tenía un aura cálida y especial. Quizás se debía a que poseía un pequeño cosmos interior que liberaba cuando estaba muy contenta.

- Bien pequeña manzanita, es hora de dormir, ven vamos te llevaré a Acuario

-No tío Milo porfabor quiero quedarme aquí, aunque sea esta noche porfabor . Le dijo con ojitos suplicantes

-No lo sé , no creo que a Camus le agrade la idea

- A el no le importa si yo estoy o no, y la verdad me siento incómoda en su templo, en cambio aquí no, me divierto juego y me llevas de compras al pueblo ,  puedo ver  a mis otros tíos, dudo que con mi padre pueda ir si quiera a visitar al tío Shura o al hermoso tío Afrodita  a demás, tu eres mi tío favorito y la paso bien contigo y no me... no me.. siento sola.... 

-Milo la abrazó y le dijo . Manzanita no te preocupes, a pesar de que yo quiero que te quedes no puedo hacerlo, algo que le aclaré a Camus desde un principio fue que yo no le quitaría el rol ni derecho de padre, yo sé que pude ser dificíl la convivencia, y mas estar con alguién como él, pero es tu padre Nadja y no puedo pasar por su autoridad, ya verás que con el tiempo las cosas mejorarán y podrás tener una relación hermosa con él, y si no es así le daré un par de agujas escarlatas para que entre en razón . Y le guiño un ojo

-¿Y si ese día no llega nunca?

-Dale tiempo al tiempo no puedes forzar las cosas y menos los sentimientos

Después de esa breve conversación Milo la llevo hasta onceavo templo , ya eran las 8 de la noche y era hora de que el copito descansara, llegó y vio que Camus lo esperaba en la sala de estar con los brazos cruzados y su infaltable mirada seria

-Pensé que no llegarían más

-Lo lamento es que se nos fue el tiempo. Dijo Milo con una sonrisa

-No importa, pero quiero que comiences a avisarme si Nadja decide quedarse a dormir en Escorpio

-Entonces ¿Puedo papá?. Fue tanta su sorpresa que no se aguantó en preguntar

-Sé que lo pasas muy bien con Milo y los demás y aunque sea muy repentino para mí gusto
Te doy mi permiso

-¿En serio?. Dijo con una sonrisa

- En serio. Dijo tranquilo

De la emoción abrazó a su padre por las piernas y le agradeció con una sonrisa, Camus pudo sentir una calidez emanar de su hija y en su mente pensó "posee un cosmos muy cálido" solo espero a que Nadja lo soltará, Milo vio la escena con una sonrisa. Una vez que la pequeña desapareció de su vista el acuariano lo observo

-¿Qué? .Le dijo levantando una ceja

-Nada solo que me gusta verte en modo papá jejeje

-Cierra la boca, no es eso pero explicártelo llevaría toda la noche y estoy cansado

-Ya me retiraba,  ha por cierto
Nadja me comentó hoy que le gustaría ir a la placita del pueblo le dije que te preguntaría si me dejabas llevarla

-No tengo problema, solo te pido que seas súper responsable porque está vez si que no te la dejaré pasar

- Ok ya entendí , tranquilo sargento mayor cuidaré bien del copito. Milo no pudo evitar tomarlo con algo de gracia
Adiós amigo nos vemos mañana

-Milo...

-¿Que pasa?

- Creo que tenías razón, no puedo con esta situación, necesitaré ayuda. Estaba algo avergonzado no era propio de él

-Todo saldrá bien amigo. Y lo abrazó sabía que Camus lo necesitaba después de todo era más que su mejor amigo era un hermano

-Gracias Milo disculpa mi comportamiento estos días, no quiero ser un mal padre, no sé qué hacer a veces o que decirle a mi hija,  pero prometo intentarlo. Ambos sonrieron

Después de escuchar esas palabras sonrió como nunca, sentía que podía empezar de cero con su padre, dió media vuelta y se fue a su habitación, graciosamente ya era una costumbre para ella escuchar las conversiones ajenas.

Corazones de Hielo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora