Los niños no piden venir a este mundo y esto Camus lo sabe muy bien, sin embargo no estaba seguro de poder lidiar con la situación que le plantaba la vida en ese momento, de los errores se aprende, pero esto iba más allá y él tendría que aprender a...
Esa mañana, el primero en abrir los ojos fue el francés notó que alrededor de su cintura estaba aferrado el fuerte brazo de su escorpión le dio ternura con cuidado lo hizo a un lado y trató de enderezarse en la cama pero antes de poner un pie afuera, Milo lo detuvo de la muñeca y con un ágil movimiento lo atrajo a su cuerpo, cayendo el acuariano encima de él y envolviendo sus brazos alrededor de su cintura, Camus sonrió
-Milo por favor sueltáme. Le susurró
-No quiero...
-Esta bien pero si Nadja abre la puerta y nos ve así, tú te encargarás de explicarle
-Ok. Suspiró-Tú ganas cúbito
En unos minutos ya se habían levantado, separado camas y ordenado el desayuno, eran como las 10 de la mañana cuando Nadja apareció en la habitación de ellos, bostezando y con su manito izquierda frotando su ojito
-Buenos días papi, buenos días tío
-Hola mi manzanita. Milo la tomo en brazos-¿Cómo amaneciste hermosa?
-Bien
-Ya pedimos el desayuno y después de eso iremos a dar un paseo ¿Te gustaría?
-Sí tío
-Nadja
-¿Papá?. Lo miró
-Sí no quieres o prefieres hacer otra cosa no hay problema hija
-Sí quiero, solo que ahora no tengo ánimos
-Hagamos una cosa, desayunemos y luego decide tú qué te gustaría hacer mi manzanita. Milo le besó la mejilla
-¿Y si quiero quedarme aquí?
-Nos quedaremos, como dijo tu tío decidirás tú. Le sonrió
Nadja se alegró un poco de tener a su padre y tío favorito con ella por lo que pensó en algo para pasar una linda tarde después de todo ellos se daban cuenta que seguía triste por lo de ayer y no querían presionarla a qué estuviera bien.
-¿Papá , tío?
-Dinos hija
-Después de terminar el desayuno ¿podemos ir a Cristaux de Diamant?
-Claro pero, ¿Qué es ese lugar?
-Es una pista de patinaje, dónde practicaba con mamá.
-Pero claro que iremos, es más quiero aprender a patinar sobre hielo y a qué mi linda manzanita me ayudará
-Sí, además tiene un lugar para sentarse a comer o beber algo. Estaba más animada
-Bueno está decidido a la tarde iremos a Cristaux de Diamant
El desayuno estubo muy rico, con Croissants , té con leche para la pequeña y un café con leche para los adultos una vez terminando se cambiaron de ropa, estaba hermoso el día por lo que Nadja se puso unos pantalones cortos de jean, con unas zapatillas blancas y arriba una remera Verde agua con el dibujo de un corazón en medio Camus por otra parte de puso unos jeans negros, zapatillas negras y una camisa de verano a cuadros color azul y por último Milo un Jean azúl, zapatillas de jean y una remera negra con el logo de una marca de bebida energética, salieron caminado cómo Nadja no se acordaba la calle tuvieron que preguntar Mientras pasaron por un kiosco y compraron unos refrescos, después de unos minutos llegaron el lugar era bastante amplió y la pista de patinaje era asombrosa, a Nadja se le iluminaron los ojitos y fue corriendo, ambos caballeros la siguieron de atrás
-¿Quieres que te acompañe?
-Sí, por favor además así podré mostrarles mis trucos
-Cierto que ibas a enseñarme a patinar manzanita
Los tres salieron a la pista, naturalmente Camus demostró sus habilidades en el hielo, el copito de nieve lo miraba con asombro, sin dudas su papá era lo más, con su tío las cosas eran muy distintas, ya había terminado en el suelo más de una vez
-Jiji tío espera que te ayude. Patinó hasta él, una ve de pie le indicó -Mirá es fácil, uno y dos y uno y dos y si necesitas frenar solo pones tus pies de esta forma
-Claro, que logré todo eso pasará un tiempo. Terminó en el suelo otra vez, Nadja estaba a su lado tratando por lo menos que se mantuviera en pie
-No hay caso manzanita, tu tío no fue hecho para esto
-¡Vamos tío Milo yo sé que tú puedes!
-Yo me encargaré de enseñarle Nadja
-Pero...
-Viniste con ansias de patinar, y nosotros con ganas de verte. Le puso una mano en su cabeza
-Así es hermosa, yo como tu fan número uno quiero verte
-Bueno. Sonrió con sus mejillas sonrojadas de la emoción
Se alejó un poco y comenzó a deslizar los patines en el hielo, iba muy suave, llevo su pie izquierdo había atrás y abrió sus brazos a ambos lados, parecía una palomita, luego dió un giro y tomando un poco de impulso dió un salto con giro en el aire, Camus y Milo la miraban con una sonrisa el primero con orgullo además
-Es un ángel de nieve. El escorpiano estaba agarrándose del hombro de Camus -Patina profesionalmente para si edad es impresionante
-Es mi hija, ¿Qué esperabas?. Dijo con orgullo y una sonrisa de lado
Nadja parecía un angelito de nieve ambos siguieron mirándola con una sonrisa Los tres parecían una gran familia... Y a decir verdad lo eran.
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