Los niños no piden venir a este mundo y esto Camus lo sabe muy bien, sin embargo no estaba seguro de poder lidiar con la situación que le plantaba la vida en ese momento, de los errores se aprende, pero esto iba más allá y él tendría que aprender a...
El Dr Russeau regresó a París, quedaron de tener la siguiente cita el mes que viene, la agenda del especialista estaba muy ocupada, esa misma noche llegó a su templo y Milo lo recibió con la cena, los tres pasaron un momento ameno familiar hasta que fué hora de dormir, el escorpiano acostó a la manzanita y fue recibido por un beso del francés
-Vamos a mi cuarto, quiero comentarte lo que hablé con el Psicólogo.
-¿No te gustaría que lo hagamos antes?. Con una mirada de deseo
-Siempre...
Apenas llegaron al cuarto se tiraron en la cama, se besaron con pasión e iban sacándose las prendas una vez que ambos se quedaron en boxers, se metieron debajo de las sábanas y el escorpiano se posicionó arriba del francés, le besó todo el cuerpo, atrapó sus tetillas y las succionó, lamió todo suavemente eso fue suficiente para que el miembro del acuariano se pusiera bien erecto, Milo sonrió y tomó su miembro, Camus levantó su pelvis para darle más accesibilidad
-¿Listo cubito?
-Hazlo ya. Sonrieron y se besaron apasionadamente
Hicieron el amor por largo rato, aprovecharon que ninguno tenía guardia nocturna, se quedaron abrazados con los boxers puestos Estando tan relajados, aprovecharon a conversar
-¿Cómo te fue con el Psicólogo?
-Bien, mejor de lo que esperaba, tuvimos una gran charla me enteré que Solange estuvo en contacto con él
-¿Y que pasó?. Le acariciaba el hombro
-Desde un principio quiso que Nadja estuviera conmigo, fué tan noble de su parte Milo.
-Ella sabía que eras un gran hombre, más allá de ser una maravillosa persona mi cubito. Le besó la mejilla, Camus entrelazó su mano y apoyó su cabeza en el pecho del escorpiano
-Pero me dijo además que Sol tenía algunas inseguridades. Milo arrugó el entrecejo
-¿Cómo que inseguridades?
-El Dr.Russeau dijo que Sol tenía miedo de que Lorena no trajera a Nadja conmigo, últimamente ella estaba muy rara que se yo
-Mmm, ¿Deberíamos preocuparnos?
-No, pero si actuar con cautela cuándo estemos con ella, no es santa de mi devoción
-La verdad es que no, y dime ¿En qué quedaste con Russeau?
-El mes que viene veremos si nos juntamos otra vez, por cierto si quieres puedes venir
-Claro que te acompañaré. Estaba felíz
-Perfecto. Se besaron -¿Cómo se portó el copito en lo que no estuve?
-Bien como siempre, cuándo la fuí a buscar a Aries, estaba terminado de merendar con Kiki Ya Mu la había hecho hacer todos los deberes
-Ha menos mal, eso te iba a preguntar ¿Y tú tienes algo que contarme?
-¿Por qué lo dices?. Lo abrazó
-Nada para saber si pasó algo en lo que no estuve aquí
-Bueno estuve con Afrodita y Máscara gran parte de la tarde hablamos de temas triviales, jejejeje
-Milo no sabes mentir. Sonrió con los ojos cerrados
-Está bien sí hay algo que debes saber...
-¿Malo o bueno?
-Depende de cómo lo tomes. Se rascó la nuca con nervios
-Dime
-Bueno verás, viste que estamos tratando de ser discretos con muestra relación...bueno...
-¿Quién más lo sabe?. El francés seguía con los ojos cerrados
-¡Camus te juro que yo no dije nada!, Por favor no te enojes. Camus se enderezó y lo observó
-Milo tranquilo solo dime, ¿Quién más sabe?
-Toda la orden. Soltó de repente, el acuariano, volvió a cerrar los ojos y se acostó en la cama tranquilo
-¿Camus?. El griego no entendía nada
-Pensé que era algo grave
-¿No estás enojado?. El francés se acercó y lo besó, Milo en medio de su sorpresa le correspondió
-Para nada podría enojarme, es más sabía que esto pasaría en algún momento. Se rió
-¿A sí?
-Milo con qué Afrodita lo sepa es suficiente, si no lo contaba él de seguro Máscara lo haría esos dos son como uña y carne
-Bueno Máscara me dijo que se le escapó en una conversación a los gemelos y Shura y que después de eso llegó a los oídos de Aioria quién podría haberle comentado a Marín y su hermano, sin mencionar que discretamente Shaka debe haberlo hablado con Mu y Aldebarán y obviamente Marín con Shaina, Junet y Geíst
-Bueno mejor que lo sepan de una vez. Suspiró y abrazó a Milo
-¿Cómo sabías que no fuí yo?
-Porque tú eras quién quería anunciarlo a toda costa y estabas muy emocionado. Sonrió
Se volvieron a besar
-Oye...
-¿Que sucede?
-Estaba pensando en que podríamos buscar algún lugar de patinaje dónde podamos llevar a la manzanita, ¿Que opinas?
-Me parece una gran idea, ¿Y si también vemos si encontramos alguna maestra que le enseñe?
-Lo había pensado, así nuestra hijita sería más felíz. Estaba muy emocionado, observó a Camus
-Lo siento sé que no es...
Fue interrumpido por un beso del francés
-Así es Milo nuestra hija, de los dos tuya y mía porque ahora los tres somos una familia.
-Te amo
En la semana pudieron inscribir a Nadja en una escuela de patinaje sobre hielo que quedaba a unas cuadras de su Institución las clases eran los sábados de 4 a 7 de la tarde, la manzanita estaba más que emocionada, a ella le encantaba patinar, y más si era sobre el hielo ya lo sabía desde antes ella quería quedarse para siempre con su papá y sus muchos tíos volvía a sentir esa aura familiar cuando estaba con Camus y Milo, por otro lado ella era la única que ignoraba de la relación que mantenían su padre y su tío favorito, el francés había decidido esperar hasta la próxima reunión con el Dr. Russeau para preguntarle sobre el asunto, además si lo pensaba el mes siguiente sería el quinto y se verían con Lorena otra vez, pero por ahora solo quería disfrutar de lo bien que venían dándose los momentos
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